México de por sí, se ha convertido en un país peligroso para su habitantes, sin embargo, debido al estado patriarcal, las mujeres se llevan la peor parte. En México la violencia sexual contra las mujeres es un método común de tortura ejercido por "las Fuerzas de Seguridad". Es un país que dice defender la equidad de género, sin embargo, los elementos que "protegen la ley" son los primeros en violarla
En Tabasco, Korina, Denisse y Charly fueron víctimas de tortura psicológica, física y abuso sexual por parte de elementos policiales de Tabasco. Fueron detenidas en distintos lugares y, posteriormente, trasladadas a un sitio desconocido en el que sufrieron diferentes tipos de violencia, inclusive utilizaron un guante con pinchos, como método de tortura sexual.
Desgraciadamente, en México la violencia sexual contra las mujeres es un método de tortura ejercido por autoridades judiciales con el fin de obtener e implantarles confesiones que, posteriormente, serán utilizadas en su contra. En suma, es una manera de fabricar presuntos culpables.
Korina y Denise eran pareja, por tanto, se encontraban descansando en su casa, cuando "defensores de la ley y el orden" irrumpieron en ella. Las amenazaron, golpearon, las subieron a una camioneta en la que se cometieron actos violentos contra ambas.
Las agresiones fueron más violentas cuando los agresores se percataron de su orientación sexual e identidad de género. Las detenidas declararon que fueron violadas con un guante que las cortaba, en este sentido, no vieron el objeto, sin embargo suponen que tenía cuchillos o pìnchos debido a la gravedad de las lesiones que sufrieron, sólo pusieron que querían morir
Por su parte, Charly, un hombre transexual, se dirigía a casa cuando lo interceptó un hombre que vestía como policía de la Marina. Fue trasladado a un centro de tortura en el que, por unos instantes, pudo observar a hombres y mujeres que también estaban siendo torturados.
La fotografiaron, obtuvieron datos de sus familiares por la información vertida en su teléfono móvil y, con ello, lo amenazaron.
Tras 24 horas de tortura, fueron trasladadas a diversas cárceles del norte del país. Tras imputárseles diversos delitos relacionados con el narcotráfico tuvieron que pasar 5 años en la cárcel.
Debido a la alta incidencia de casos similares, cerca de 100 asociaciones civiles denuncian las agresiones sexuales cometidas por elementos de seguridad pública, autoridades federales y estatales en contra de personas detenidas de manera legal e ilegal ante la Organización de las Naciones Unidas.
Cabe resaltar que estas investigaciones no son realizadas de manera adecuada. Existen más irregularidades además de la detención, falta de pruebas, siembra de declaraciones; etc. Para las acusadas y condenadas no hay posibilidad de justicia, pues los elementos policiales o militares, casi nunca pagan por sus crímenes.
Entre los actos de tortura sexual más comunes se encuentran:
Agresión verbal
Abuso sexual
Violación tumultuaria
Palizas
Amenazas
Tortura psicológica ( Fuente: Amnistía Internacional)
En México, datos de Amnistía Internacional revelan que de 100 casos de reclusas 72 sufrieron abuso sexual, mientras que 33 fueron violadas.
Estas cifras podrían elevarse si se llevara un registro puntual de la tortura sexual ejercida por fuerzas policiales y militares desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico. Esto debe cambiar, para que la violencia no siga alimentándose del cuerpo y alma de mujeres mexicanas.