En este ya pasado 2019 se han producido un total de 1.145.966 accidentes laborales y se han registrado 578 trabajador@s fallecid@s en accidente de trabajo
La mal llamada Economía colaborativa y las malas condiciones asociadas a este sector repercute directamente en la seguridad y salud de l@s trabajador@s, causándoles incluso la muerte. Los plazos ajustados, el exceso de carga de trabajo, las malas condiciones de los vehículos están implicados en el aumento de las cifras de siniestralidad.
Asimismo, el estrés laboral se ha convertido en una pandemia, estando presente en todas las profesiones y centros de trabajo, desencadenando problemas de ansiedad, depresión, etc. que, en casos crónicos, pueden llegar a propiciar los infartos o derrames cerebrales entre l@s trabajador@s que lo padecen.
Las enfermedades profesionales registradas hasta el mes de noviembre ascienden hasta las 25.503, un 13,28% más que las registradas hasta el mes de noviembre de 2018. 13.371 de las cuales no causaron la baja del/la trabajador/a, mientras que 12.132 sí que causaron baja. El 52% de las enfermedades profesionales registradas se dieron entre mujeres.
El 85% de las enfermedades profesionales se enmarcan dentro del Grupo 2 “Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos”, entre las que se encuentran las patologías asociadas a los trastornos musculo esqueléticos.
Otro aspecto que merece la pena destacar es el escasísimo reconocimiento de aquellas enfermedades profesionales causadas por agentes cancerígenos y que están encuadradas dentro del Grupo 6 de la clasificación. Hasta el mes de noviembre de 2019, únicamente han sido registradas 53 enfermedades profesionales causadas por agentes cancerígenos, de las cuales 31 fueron provocadas por el amianto.
Por lo tanto, la declaración de las enfermedades profesionales, en términos generales, se está incrementando, permanece una, ya tradicional, infradeclaración de las mismas, sobre todo en aquellas relacionadas con los canceres ocupacionales.