domingo, 15 de agosto de 2021

Semiesclavitud y abusos sexuales en el campo andaluz




La explotación laboral llevada a los extremos de semiesclavitud es una práctica que no la tenemos tan lejos: aquí, en Andalucía, patronos sin escrúpulos sacan provecho de la extrema necesidad de personas migrantes. Las denuncias son muy pocas debido al miedo de las personas migrantes a ser deportadas por denunciar, como está ocurriendo en muchos casos de deportación tras denunciar abusos laborales y sexuales en las comisarías. 

La superexplotación e indefensión de las mujeres migrantes


La Policía Nacional ha detenido en Vícar (Almería) al dueño de un invernadero que presuntamente acosó laboral y sexualmente a una de sus empleadas, quien por su necesidad económica tuvo que aceptar tres euros por cada hora de trabajo.

La Comisaría Provincial de Almería ha informado en una nota de que la víctima, de origen magrebí, relató a la Policía Nacional en su denuncia que, movida por la precariedad económica que sufría, decidió buscar trabajo a pesar de carecer de autorización de residencia o trabajo.

La mujer, de origen magrebí, aduce que aceptó la ínfima paga por su necesidad de dinero

Fue una compatriota suya quien le puso en contacto con el detenido, español de 48 años, ya que presuntamente era habitual que ofreciese trabajo a extranjeros carentes de autorización administrativa y sin contrato, a cambio de una “remuneración ínfima”.

Fue hace dos años aproximadamente cuando la mujer acosada se prestó a trabajar para el detenido. La jornada laboral se desarrollaba de lunes a domingo, con una duración de ocho horas, y a razón de tres euros la hora trabajada. Los empleados que sí poseían su contrato de trabajo eran remunerados con una cantidad muy superior.

Durante la declaración ratificada en la Comisaría de Almería el pasado 19 de abril, la víctima también relató cómo fue sometida a tocamientos no consentidos cuando estaba trabajando en el invernadero, teniendo que huir hacia otra parte de la explotación o alzar la voz para que el arrestado depusiese su actitud.

La denunciante asegura que sufrió tocamientos y otras formas de abuso laboral y sexual

“Este proceder lascivo del detenido” llegó al extremo de coaccionarla con el despido si no aceptaba sus insinuaciones y reiteradas propuestas para mantener relaciones sexuales.

Al negarse la trabajadora, supuestamente fue cambiada de puesto de trabajo, siendo obligada a realizar trabajos reservados para otras personas con una mayor fortaleza física.

Tras un periodo de investigación preliminar, la Policía Nacional, junto con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Almería, dispuso llevar a cabo una comprobación en la explotación agrícola denunciada, y el pasado 28 de abril el empresario fue arrestado por agentes de la UCRIF de la Comisaría Provincial de Almería en el invernadero de su propiedad.

Pese a mantener en todo momento una actitud “agresiva y poco colaborativa con la autoridad”, los inspectores de trabajo realizaron la inspección pertinente, gracias a la cual afloraron tres varones de origen subsahariano, desempeñando un puesto de trabajo sin contrato y sin la autorización administrativa requerida.

El detenido ha pasado a disposición judicial acusado de los delitos de acoso sexual y contra los derechos de los trabajadores.