miércoles, 6 de julio de 2011

Ser mujer en minoría


Las mujeres que pertenecen a minorías religiosas o étnicas sufren una violencia sexual "deproporcionadamente mayor" que el resto de las mujeres, según revela el informe anual del 2011 del Grupo Internacional de los Derechos de las Minorías, presentado hoy miércoles.

"En tiempos de guerra y en tiempos de paz, las mujeres pertenecientes a minorías son objetivo de violación porque están menos protegidas y porque tienen menos posibilidades de quejarse", declaró el director Ejecutivo del Grupo Internacional de los Derechos de las Minorías, con motivo de la presentación del informe.

El 'Estado Mundial de las Minorías y los Pueblos Indígenas de 2011', revela que las mujeres pertenecientes a comunidades minoritarias y las mujeres indígenas sufren "de forma desproporcionada" mayores niveles de violencia tanto en situaciones de conflicto como en situaciones de paz.

El informe recoge casos de países con conflictos armados, como Irak, Afganistán, Somalia, Sudán, República Democrática del Congo, Sri Lanka, Colombia, Guatemala, Kirguistán y Birmania, "donde las mujeres pertenecientes a minorías y a comunidades indígenas han sufrido violencia sexual sistemática" a causa de su identidad étnica, tribal o religiosa.

En junio de 2010, durante el conflicto entre las comunidades en Kirguistán, los uzbekos denunciaron violaciones generalizadas y violencia sexual.

Aparte, según el informe, las mujeres cristianas y las pertenecientes a otras minorías religiosas de Irak se han visto obligadas a llevar el velo para protegerse de ataques violentos.

En Somalia, las mujeres bantúes y de otros grupos minoritarios sufren violaciones, incluso por parte de los agentes de Policía, "en un ambiente de casi impunidad total para los perpetradores", prosigue el documento.

En las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, en el este de la República Democrática del Congo, "las mujeres bambuti pigmeas han sufrido una epidemia de violaciones y violencia sexual extrema durante el prolongado conflicto".

En muchos de estos países, la violación ha sido usada como arma de guerra contra las mujeres de las minorías". Aparte, en países como Irak, Somalia, Sri Lanka y Colombia, "un número desproporcionado de los desplazados debido al conflicto son mujeres pertenecientes a minorías", indica el informe.

"En Colombia, la mayoría de los afrocolombianos desplazados son mujeres, muchas de las cuales son cabezas de familia y se enfrentan a abusos sexuales por parte de las fuerzas del Gobierno y de los paramilitares", asegura la organización. Muchas mujeres de estos países se han movilizado en favor de sus derechos y para exigir justicia. En muchos países, la lucha para erradicar la violencia sexual contra las minorías está dirigida por mujeres activistas que pertenecen a minorías, a veces con grave riesgo para su propia seguridad.