Un documento desenterrado recientemente ha proporcionado nuevas pruebas sobre las órdenes escritas que tenían los soldados de la antigua República Democrática Alemana (RDA) de disparar a los que escaparan hacia el oeste, lo que aviva el debate sobre quién es el responsable de los cientos de muertes en la antigua frontera.
Marianne Birthler, que dirige el equipo que busca el archivo de la policía secreta de la RDA, la Stasi, dijo que el hallazgo hará que los ex líderes comunistas tengan más difícil evitar que se considere su responsabilidad.
“La orden es la más explícita y clara que hayamos visto, y es sin ninguna limitación”, declaró Birthler al canal de televisión alemán ZDF.
El documento, escrito en octubre de 1973, detalla una orden a los agentes de la Stasi infiltrados en las unidades de la guardia fronteriza para ayudar a impedir la salida de soldados hacia la República Federal Alemana.
La orden precisó: “No teman utilizar sus armas, incluso si el traspaso de la frontera involucra a mujeres y niños, una táctica usada frecuentemente por los traidores”.
El descubrimiento se produce mientras Alemania se prepara para conmemorar el aniversario de la construcción del Muro de Berlín, que dividió a la ciudad durante 27 años, desde 1961 hasta 1989.
El director de la organización con sede en Berlín que representa a las víctimas de la Stasi dijo que el documento de Magdeburg era efectivamente un “permiso para matar” y pidió una investigación por parte de la fiscalía.
La orden pudo ser interpretada como incitación al asesinato, dijo Hubertus Knabe al periódico Welt am Sonntag.
Los juicios a antiguos guardias fronterizos que dispararon contra las personas que escapaban y los responsables que ordenaron esta política han generado fuertes controversias desde la unificación de Alemania en 1990.
Muchos de los acusados argumentaron que sus acciones en ese momento no constituían un delito bajo la ley de la RDA.
La cantidad total de muertos mientras intentaban cruzar la frontera es incierta. La fiscalía de Berlín ha dado la cifra de 270 muertes por disparos o minas colocadas a lo largo de la frontera entre Alemania Occidental y Oriental, incluyendo el Muro de Berlín.
Un estudio separado del Gobierno estimó en el 200 que el número de muertos ascendía a 421. Otros cálculos incluso ubican esa cifra en 1.000.
Marianne Birthler, que dirige el equipo que busca el archivo de la policía secreta de la RDA, la Stasi, dijo que el hallazgo hará que los ex líderes comunistas tengan más difícil evitar que se considere su responsabilidad.
“La orden es la más explícita y clara que hayamos visto, y es sin ninguna limitación”, declaró Birthler al canal de televisión alemán ZDF.
El documento, escrito en octubre de 1973, detalla una orden a los agentes de la Stasi infiltrados en las unidades de la guardia fronteriza para ayudar a impedir la salida de soldados hacia la República Federal Alemana.
La orden precisó: “No teman utilizar sus armas, incluso si el traspaso de la frontera involucra a mujeres y niños, una táctica usada frecuentemente por los traidores”.
El descubrimiento se produce mientras Alemania se prepara para conmemorar el aniversario de la construcción del Muro de Berlín, que dividió a la ciudad durante 27 años, desde 1961 hasta 1989.
El director de la organización con sede en Berlín que representa a las víctimas de la Stasi dijo que el documento de Magdeburg era efectivamente un “permiso para matar” y pidió una investigación por parte de la fiscalía.
La orden pudo ser interpretada como incitación al asesinato, dijo Hubertus Knabe al periódico Welt am Sonntag.
Los juicios a antiguos guardias fronterizos que dispararon contra las personas que escapaban y los responsables que ordenaron esta política han generado fuertes controversias desde la unificación de Alemania en 1990.
Muchos de los acusados argumentaron que sus acciones en ese momento no constituían un delito bajo la ley de la RDA.
La cantidad total de muertos mientras intentaban cruzar la frontera es incierta. La fiscalía de Berlín ha dado la cifra de 270 muertes por disparos o minas colocadas a lo largo de la frontera entre Alemania Occidental y Oriental, incluyendo el Muro de Berlín.
Un estudio separado del Gobierno estimó en el 200 que el número de muertos ascendía a 421. Otros cálculos incluso ubican esa cifra en 1.000.