Autor: Aleix Hinsberger
Editor: CNT-FAI
Año: 1936
Editor: CNT-FAI
Año: 1936
La guerra civil española dio lugar a una nueva expresión: la "quinta columna", es decir, organización clandestina subversiva que trabaja para el enemigo dentro de un país en guerra. Su origen se atribuye a una observación formulada por el general fascista Emilio Mola: preguntado en octubre de 1936 por miembros de la prensa cómo se entraria en el Madrid sitiado, Mola le respondió que atacarían con cuatro columnas que se encontraban fuera de la capital, y una destacada quinta, por la que se refería a los simpatizantes atrapados tras las líneas enemigas. Aunque no menciona específicamente el término, este cartel es uno de los muchos producidos durante la guerra, advirtiendo a la población contra la quinta columna. El gobierno republicano editó varios carteles, dirigidos específicamente a los milicianos, a quienes- desagradecido el gobierno-, considera poco profesional y poco fiable. De hecho, en septiembre de 1936, apenas dos meses después de la guerra, el primer ministro socialista Francisco Largo Caballero ordenó la militarización de las milicias para que se transformaran en unidades del ejército popular.
Tanto los franquistas como los republicanos establecieron organismos sofisticados de inteligencia a principios de la guerra. El organismo controlado por los comunistas, el SIM, nutrido por miles de agentes recopilaron información no sólo sobre los fascistas, sino también de quiénes consideraron sus "rivales políticos", cenetistas, faístas, miembros de las Juventudes Libertarias, POUM... dentro del campo republicano. En los últimos días de la guerra, esta agencia se convirtió en una fuerza de policía política estalinista, cometiendo actos de tortura y asesinatos políticos, y agregando en gran medida una atmósfera de miedo y sospecha en la República en declive.