Frente al lujosísimo estadio de Green Point, recién construido por un costo de 400 millones de euros, una organización comunitaria de sin techos de Khayelitsha, el barrio más grande de Ciudad del Cabo, intentó montar una vitrina turística de las condiciones en las que viven en su barrio. Mthobeli Qono, el portavoz del grupo anunció: “llevamos materiales, los mismos en los que se sustentan nuestras casas (hojalata, cartón, madera…) para enseñar al mundo las condiciones en las que vivimos y las promesas incumplidas”. Se refiere, por supuesto a la incapacidad del del gobierno de Sudáfrica para resolver esta situación, frente a su eficacia para montar lo que se denominado uno de los “mejores mundiales”.
Por supuesto la policía impidió con fuerte represión que esa demostración turística se montara , según fuentes policiales. “No toleraremos ataques xenófobos contra los extranjeros durante la Copa del Mundo delante de todos los periodistas del planeta”; “no se puede molestar a turistas durante este mes y destruir nuestra imagen internacional”; no se podrá…”.
En días pasados, en Khayelitsha comenzó una batalla campal por culpa de unos sanitarios públicos de lata de zinc que construyó el ayuntamiento en el barrio para aquellos residentes que carecen de servicios sanitarios en sus casas, que dicho sea de paso, son la mayoría.
La misma noche que los colocaron fueron destrozados por grandes grupos de vecinos, que anunciaban que bajarían a la ciudad “y sembrarían el caos y el terror” para reivindicar mejores condiciones de vida. Reclaman que los sanitarios públicos fuesen, por lo menos de cemento y no de lata. Al final bajaron y manifestaron, bloqueando la carretera N-2, que une el aeropuerto con Ciudad del Cabo, pero y fueron desalojados con fuerte represión por la policía Policía. Desde ese día el barrio esta bajo una suerte de estado de sitio.
Por supuesto, ningún “medio” del planeta dirá estas cosas.
Según fuentes no oficiales, el mundial de futbol le cuesta al pueblo sudafricano alrededor de 10.000 millones de euros que por supuesto se han invertido en el “desarrollo” de las zonas ricas del país, y seguramente a cuentas corrientes de algunos blancas manos privadas, pues ya se sabe que el presupuesto inicial de gastos era por lo menos un 150% más bajo que el que se ejecutó. “A mi el Mundial no me va a cambiar la vida”, declaraba ante un “medio” internacional uno de los pocos sudafricanos que el día de la inauguración del mundial no estaba a las doce saltando y haciendo sonar su vuvuzela. Pero siento que se ha equivocado, El mundial si le va cambiar la vida: ¡Lo va hacer más pobre! Aun cuando eso parezca imposible. El capital siempre encuentra el modo.
Por supuesto la policía impidió con fuerte represión que esa demostración turística se montara , según fuentes policiales. “No toleraremos ataques xenófobos contra los extranjeros durante la Copa del Mundo delante de todos los periodistas del planeta”; “no se puede molestar a turistas durante este mes y destruir nuestra imagen internacional”; no se podrá…”.
En días pasados, en Khayelitsha comenzó una batalla campal por culpa de unos sanitarios públicos de lata de zinc que construyó el ayuntamiento en el barrio para aquellos residentes que carecen de servicios sanitarios en sus casas, que dicho sea de paso, son la mayoría.
La misma noche que los colocaron fueron destrozados por grandes grupos de vecinos, que anunciaban que bajarían a la ciudad “y sembrarían el caos y el terror” para reivindicar mejores condiciones de vida. Reclaman que los sanitarios públicos fuesen, por lo menos de cemento y no de lata. Al final bajaron y manifestaron, bloqueando la carretera N-2, que une el aeropuerto con Ciudad del Cabo, pero y fueron desalojados con fuerte represión por la policía Policía. Desde ese día el barrio esta bajo una suerte de estado de sitio.
Por supuesto, ningún “medio” del planeta dirá estas cosas.
Según fuentes no oficiales, el mundial de futbol le cuesta al pueblo sudafricano alrededor de 10.000 millones de euros que por supuesto se han invertido en el “desarrollo” de las zonas ricas del país, y seguramente a cuentas corrientes de algunos blancas manos privadas, pues ya se sabe que el presupuesto inicial de gastos era por lo menos un 150% más bajo que el que se ejecutó. “A mi el Mundial no me va a cambiar la vida”, declaraba ante un “medio” internacional uno de los pocos sudafricanos que el día de la inauguración del mundial no estaba a las doce saltando y haciendo sonar su vuvuzela. Pero siento que se ha equivocado, El mundial si le va cambiar la vida: ¡Lo va hacer más pobre! Aun cuando eso parezca imposible. El capital siempre encuentra el modo.