Cuando calificamos como 'oficiales' a los "sindicatos" colaboracionistas del régimen, valga la redundancia, no es por capricho sino porque están embridados en el mecanismo del Estado, siendo una pieza del mismo, y como tal son tratados, bien tratados queremos decir. El pasado 25 de junio, el BOE nos ha regalado con un anuncio de los buenos, los que confirman que la oficialidad sindical es plena. En este caso ha sido Comisiones Obreras, a través de su Federación Estatal de Comercio, Hostelería y Turismo, que ha insertado un anuncio mediante el cual convoca 'concurso para la adjudicación del servicio de impartición de acciones formativas en materia de seguridad y prevención de accidentes de trabajo' y busca ofertas de empresas para ello.
Lo realmente curioso es que una entidad privada, y CC.OO. lo es, use los mecanismo de contratación de la Administración para procurarse un servicio, lo que puede hacernos pensar que ya no distinguen lo público de lo privado. En efecto, cuando se pone un anuncio en el BOE, en su sección V (Anuncios), apartado A (Licitaciones públicas y adjudicaciones) y con este contenido:
1. Entidad adjudicadora; 2.Objeto del contrato; 3. Tramitación y procedimiento; 4. Presupuesto base de licitación; 7. Presentación de ofertas y 8. Apertura de ofertas lo normal es pensar que un Organismo de la Administración pública ha sacado a concurso público la licitación de una necesidad que tiene, pero no, no ha sido la Administración ha sido Comisiones Obreras. Pero como quien hace la Ley hace la trampa Comisiones se reserva en este supuesto concurso público el poner el precio base de licitación (no procede, dicen) así como dónde, cuándo y a qué hora se procederá a la apertura de ofertas, lo que nos hace pensar que estamos ante un mero formulismo legal porque ya saben quién lo va a realizar.
En CNT sospechamos que estamos, de nuevo, ante un nuevo caso de financiación sindical a cargo de los fondos de formación, en este caso para preparar a los trabajadores a evitar riesgos laborales que puedan causarles daños irreparables. No hay día que no aparezca en algún diario oficial una ayuda o subvención, abierta o encubierta, a unas organizaciones sindicales totalmente dependientes del dinero público.
Aunque nos repitamos, y lo diremos todas la veces que haga falta, mientras los sindicatos oficiales -ya contrastado- no sean económicamente independientes no hay nada que hacer con ellos y nada bueno podemos esperar de sus gestiones: Ya solo falta que saquen, también, la negociación colectiva a subasta.
Lo realmente curioso es que una entidad privada, y CC.OO. lo es, use los mecanismo de contratación de la Administración para procurarse un servicio, lo que puede hacernos pensar que ya no distinguen lo público de lo privado. En efecto, cuando se pone un anuncio en el BOE, en su sección V (Anuncios), apartado A (Licitaciones públicas y adjudicaciones) y con este contenido:
1. Entidad adjudicadora; 2.Objeto del contrato; 3. Tramitación y procedimiento; 4. Presupuesto base de licitación; 7. Presentación de ofertas y 8. Apertura de ofertas lo normal es pensar que un Organismo de la Administración pública ha sacado a concurso público la licitación de una necesidad que tiene, pero no, no ha sido la Administración ha sido Comisiones Obreras. Pero como quien hace la Ley hace la trampa Comisiones se reserva en este supuesto concurso público el poner el precio base de licitación (no procede, dicen) así como dónde, cuándo y a qué hora se procederá a la apertura de ofertas, lo que nos hace pensar que estamos ante un mero formulismo legal porque ya saben quién lo va a realizar.
En CNT sospechamos que estamos, de nuevo, ante un nuevo caso de financiación sindical a cargo de los fondos de formación, en este caso para preparar a los trabajadores a evitar riesgos laborales que puedan causarles daños irreparables. No hay día que no aparezca en algún diario oficial una ayuda o subvención, abierta o encubierta, a unas organizaciones sindicales totalmente dependientes del dinero público.
Aunque nos repitamos, y lo diremos todas la veces que haga falta, mientras los sindicatos oficiales -ya contrastado- no sean económicamente independientes no hay nada que hacer con ellos y nada bueno podemos esperar de sus gestiones: Ya solo falta que saquen, también, la negociación colectiva a subasta.