Hija de Stephen Morin, militante anarcosindicalista de la construcción, desde muy joven, Emilienne frecuenta los círculos revolucionarios. A partir de 1916 trabaja como secretaria para el periódico pacifista Ce Qu’il faut dire, formando parte activa, ya en 1923, en el grupo del distrito XV de jóvenes sindicalistas del Sena, de París. En 1924 se casó en Yerres (Essonne), con el anarquista italiano Mario Cesario de quien se divorcia después de pasados dos o tres años.
El 14 de julio de 1927 conoce a Buenaventura Durruti en la librería anarquista internacional en la rue des Prairies, París convirtiéndose en su compañera. A la vez, su amiga Bertha Fabert conocería a su futuro compañero Francisco Ascaso, asiduo de la librería. En julio de 1927, Durruti es deportado a Bélgica, Emilienne abandona su trabajo como taquígrafa y fue a encontrarse con él en Bruselas, donde vivió con muchos anarquistas españoles que vivían en semi clandestinidad.
Conoce, a principios de 1928, a Lola Iturbe, activista anarquista y esposa de Juan Manuel Molina, quien la describe así: "Hattie era una mujer joven, muy agradable, de tez clara y ojos azules, con corte de pelo como un chico. Su carácter enérgico, sus convicciones ideológicas y sus dotes oratorias eran evidentes en la controversia pública - especialmente con los comunistas - que se celebraban en la Maison du Peuple de Bruselas. "
La joven pareja vivió una vida difícil en el exilio hasta 1931, hasta su llegada a España cuando con la proclamación del regimen republicano y donde continuaron con sus actividades militantes. Así, Emilienne colaboró con periódicos de la central anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y participó en numerosas reuniones y eventos. El 4 de diciembre de 1931, dio a luz a una hija en Barcelona, Colette, que tendría que criar sola, ya que su compañero Durruti, o estaba perseguido o en prisión. Los compañeros lograron encontrar un trabajo para ella como acomodadora del teatro Goya, y a menudo, es Teresa Margaleff quién se hace cargo de la pequeña Colette, cuando su madre estaba trabajando.
Durante la Revolución española, Emilienne Morin se une a la Columna Durruti en el frente de Aragón y trabaja como secretaria y jefe de prensa de la unidad confederal. Pero los cuidados que requiere su hija, le obliga a abandonar el frente, mientras que su compañero iba a Madrid, con una parte de su Columna, a participar en la defensa de la capital, donde caería muerto, en extrañas circunstancias, el 20 de noviembre de 1936.
Después de trabajar en el Consejo de Defensa, regresa a Francia en 1938, liderando la campaña, "La pluma y la palabra", a favor de los revolucionarios anarquistas españoles. Trabajó en la Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), y en el órgano anarquista "El Libertario", dirigido por L. Lecoin y N. Faucier, donde publicó sus recuerdos del frente, concretamente en el número del 7 de julio de 1938. Se exilia y en 1940, se domicilia en París, Villa Stendhal, nº 6.
Después de la guerra española, siguió manteniendo relaciones con muchos activistas de España y hasta su muerte en Quimper, donde se hubo retirado, el 14 de febrero de 1991.
El 14 de julio de 1927 conoce a Buenaventura Durruti en la librería anarquista internacional en la rue des Prairies, París convirtiéndose en su compañera. A la vez, su amiga Bertha Fabert conocería a su futuro compañero Francisco Ascaso, asiduo de la librería. En julio de 1927, Durruti es deportado a Bélgica, Emilienne abandona su trabajo como taquígrafa y fue a encontrarse con él en Bruselas, donde vivió con muchos anarquistas españoles que vivían en semi clandestinidad.
Conoce, a principios de 1928, a Lola Iturbe, activista anarquista y esposa de Juan Manuel Molina, quien la describe así: "Hattie era una mujer joven, muy agradable, de tez clara y ojos azules, con corte de pelo como un chico. Su carácter enérgico, sus convicciones ideológicas y sus dotes oratorias eran evidentes en la controversia pública - especialmente con los comunistas - que se celebraban en la Maison du Peuple de Bruselas. "
La joven pareja vivió una vida difícil en el exilio hasta 1931, hasta su llegada a España cuando con la proclamación del regimen republicano y donde continuaron con sus actividades militantes. Así, Emilienne colaboró con periódicos de la central anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y participó en numerosas reuniones y eventos. El 4 de diciembre de 1931, dio a luz a una hija en Barcelona, Colette, que tendría que criar sola, ya que su compañero Durruti, o estaba perseguido o en prisión. Los compañeros lograron encontrar un trabajo para ella como acomodadora del teatro Goya, y a menudo, es Teresa Margaleff quién se hace cargo de la pequeña Colette, cuando su madre estaba trabajando.
Durante la Revolución española, Emilienne Morin se une a la Columna Durruti en el frente de Aragón y trabaja como secretaria y jefe de prensa de la unidad confederal. Pero los cuidados que requiere su hija, le obliga a abandonar el frente, mientras que su compañero iba a Madrid, con una parte de su Columna, a participar en la defensa de la capital, donde caería muerto, en extrañas circunstancias, el 20 de noviembre de 1936.
Después de trabajar en el Consejo de Defensa, regresa a Francia en 1938, liderando la campaña, "La pluma y la palabra", a favor de los revolucionarios anarquistas españoles. Trabajó en la Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), y en el órgano anarquista "El Libertario", dirigido por L. Lecoin y N. Faucier, donde publicó sus recuerdos del frente, concretamente en el número del 7 de julio de 1938. Se exilia y en 1940, se domicilia en París, Villa Stendhal, nº 6.
Después de la guerra española, siguió manteniendo relaciones con muchos activistas de España y hasta su muerte en Quimper, donde se hubo retirado, el 14 de febrero de 1991.
