Documentos reservados y cartas confidenciales al papa Benedicto XVI y a su secretario sobre temas como el alto el fuego de ETA o el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, han sido filtrados y publicados en un libro, que ha puesto de nuevo en la picota a la Curia romana. Pocos meses después del escándalo desatado al conocerse la filtración desde el Vaticano de documentos sobre enfrentamientos entre altos miembros de la Curia romana, sale a la venta en Italia el libro Sua Santita, del periodista Gianluigi Nuzzi,
que recoge nuevos documentos que desvelan tramas e intrigas en el
Vaticano. Los documentos, más de un centenar, según el semanario Sette (del grupo Corriere della Sera),
que publicó un extracto del libro, llegaron a Nuzzi por "informadores"
vaticanos que prestan servicio en la Curia y son todos auténticos.
Considerada ya por los observadores vaticanos como la mayor filtración de informes reservados de la Santa Sede, entre los mismos hay documentos de la Secretaría de Estado y de su titular, el cardenal Tarcisio Bertone, referentes al alto el fuego de la banda terrorista ETA. También están las confesiones del secretario de Marcial Maciel y el encubrimiento de que gozó en el Vaticano el sacerdote mexicano fundador de los Legionarios de Cristo (1920-2008), castigado por Benedicto XVI por abusar sexualmente de seminaristas, por sus "gravísimos e inmorales" comportamientos y por la vida que llevó "sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso".
Otros documentos se refieren a "notas reservadas" sobre el presidente italiano, Giorgio Napolitano, previas a un encuentro que mantuvo con el papa, informes confidenciales relativos a la defensa del ahora ex primer ministro Silvio Berlusconi en el caso Ruby sobre presunta prostitución de menores y bancarrotas de diócesis estadounidenses. El libro desvela incluso el número de cuenta abierta por Benedicto XVI en el IOR, el banco vaticano, el 10 de octubre de 2007.
La gran mayoría de las filtraciones es sobre temas internos italianos. Así, se hace hincapié en el escándalo que llevó hace dos años a la dimisión del entonces director del diario de los obispos italianos, Avvenire, Dino Boffo, acusado por medios locales de estar implicado en un caso de acoso a la esposa de un hombre con el que supuestamente mantenía una relación homosexual, lo que resultó falso. La prensa italiana aseguró que, detrás de las acusaciones a Boffo, se encontraban el cardenal Bertone y el director del diario vaticano L'Osservatore Romano, Gianmaría Vian, lo que llevó a la Santa Sede a desmentir oficialmente esas informaciones. Ahora, el libro publica cartas enviadas por Boffo al secretario personal del papa, George Gaenswein, en las que afirma que se trató de una conspiración contra él y que quien filtró a la prensa los falsos documentos fue Vian e implica a Bertone de ser el mentor.
Estos nuevos documentos internos vaticanos se unen a los publicados en meses pasados por el diario Il Fatto Quotidiano sobre un supuesto complot para acabar con el papa a finales de 2012. También la cadena de televisión La 7 publicó unas cartas enviadas por el actual nuncio en EEUU y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este Estado) a Benedicto XVI, en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.
Tras conocerse esos documentos, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, denunció el pasado 14 de febrero la existencia de una especie de WikiLeaks que, en su opinión, intenta desacreditar a la Iglesia. El 16 de marzo, Benedicto XVI nombró una comisión para esclarecer esas filtraciones y nombró presidente de la misma al cardenal español Julián Herranz, ex presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.
Considerada ya por los observadores vaticanos como la mayor filtración de informes reservados de la Santa Sede, entre los mismos hay documentos de la Secretaría de Estado y de su titular, el cardenal Tarcisio Bertone, referentes al alto el fuego de la banda terrorista ETA. También están las confesiones del secretario de Marcial Maciel y el encubrimiento de que gozó en el Vaticano el sacerdote mexicano fundador de los Legionarios de Cristo (1920-2008), castigado por Benedicto XVI por abusar sexualmente de seminaristas, por sus "gravísimos e inmorales" comportamientos y por la vida que llevó "sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso".
Otros documentos se refieren a "notas reservadas" sobre el presidente italiano, Giorgio Napolitano, previas a un encuentro que mantuvo con el papa, informes confidenciales relativos a la defensa del ahora ex primer ministro Silvio Berlusconi en el caso Ruby sobre presunta prostitución de menores y bancarrotas de diócesis estadounidenses. El libro desvela incluso el número de cuenta abierta por Benedicto XVI en el IOR, el banco vaticano, el 10 de octubre de 2007.
La gran mayoría de las filtraciones es sobre temas internos italianos. Así, se hace hincapié en el escándalo que llevó hace dos años a la dimisión del entonces director del diario de los obispos italianos, Avvenire, Dino Boffo, acusado por medios locales de estar implicado en un caso de acoso a la esposa de un hombre con el que supuestamente mantenía una relación homosexual, lo que resultó falso. La prensa italiana aseguró que, detrás de las acusaciones a Boffo, se encontraban el cardenal Bertone y el director del diario vaticano L'Osservatore Romano, Gianmaría Vian, lo que llevó a la Santa Sede a desmentir oficialmente esas informaciones. Ahora, el libro publica cartas enviadas por Boffo al secretario personal del papa, George Gaenswein, en las que afirma que se trató de una conspiración contra él y que quien filtró a la prensa los falsos documentos fue Vian e implica a Bertone de ser el mentor.
Estos nuevos documentos internos vaticanos se unen a los publicados en meses pasados por el diario Il Fatto Quotidiano sobre un supuesto complot para acabar con el papa a finales de 2012. También la cadena de televisión La 7 publicó unas cartas enviadas por el actual nuncio en EEUU y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este Estado) a Benedicto XVI, en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.
Tras conocerse esos documentos, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, denunció el pasado 14 de febrero la existencia de una especie de WikiLeaks que, en su opinión, intenta desacreditar a la Iglesia. El 16 de marzo, Benedicto XVI nombró una comisión para esclarecer esas filtraciones y nombró presidente de la misma al cardenal español Julián Herranz, ex presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.