Ferrol: situación desesperada. El naval sufre una sangría de despidos
desde otoño, más de 1.000 trabajadores de las auxiliares se han quedado
en la calle. Y la plantilla considera "una cortina de humo" los anuncios
de posibles contratos lanzados desde la Xunta. En este contexto de paro
y falta de futuro, 4.000 trabajadores de los astilleros ferrolanos
protagonizaron esta mañana una de las protestas más contundentes de los
últimos tiempos. Tomaron a la fuerza el edificio de la Xunta, llegaron a
las manos con los policías, lanzaron huevos contra las oficinas de
Bankia. Y prendieron fuego a las puertas del Ayuntamiento. El mediodía
llegaba con empujones entre los trabajadores y los miembros del comité
de empresa, hasta tal punto ha llegado la desesperación.