Este año se va a adelantar la campaña del melocotón por las altas temperaturas de final del invierno. Ya estamos apuntadxs para que nos saquen del paro las empresas hortofrutícolas locales y las ETT de dentro y fuera que van a hacer de intermediarias y nos aseguran que no nos van a cobrar nada ni nos van a perjudicar de ninguna manera.
Esta semana estaba el SEF repleto de gente echando los papeles para los consejos comarcales de empleo, o sea, “los parados”, los que cobran por hacer trabajo comunitario, cortar las cañas del río y limpiar los caminos, no los desempleados, que somos la mayoría y no tenemos cotizaciones ni para coger una baja. Nos dicen que los eventuales si no tenemos 195 días cotizados en los últimos cinco años, no tenemos derecho, y claro, con la riqueza de empleo que se crea aquí, no sacas ni tres meses al año. Y es curioso también cómo cuando te dan cualquier trabajo basura a tiempo parcial, la seguridad social te cuenta mitad de jornada, pero cuando estás echando doce horas y más, no te cuentan jornada y media, porque, cómo lo hacen lo saben ellos, pero nunca cotizamos lo que echamos. A ver si con la maquinita que el gobierno Sánchez iba a poner y las inspecciones por fin se controla lo de las horas extra. Ríanse de esto, porque menuda broma. Los políticos pasan por delante de los horarios de las trabajadoras en los almacenes, y se limitan a echarse fotos alardeando de la gran actividad económica y los miles de empleos que dicen que crean. ¡A cualquier cosa le llaman empleo!
¡Y que ahora todos los años estén festejando la floración, atrayendo turismo y haciendo gasto, mientras tienen a la gente en el campo clareando mientras los fumigan,exprimiendo su salud para ganar las cuatro perras que les dan! Pues es una afrenta a la clase trabajadora, ni más ni menos, por mucha belleza que la primavera nos traiga y por mucho que todos apreciemos el paisaje de nuestros campos, todos los matices del rosa de la flor del melocotonero! Claro que nos gusta ver pasar a los niños montados en el tren de la gua-gua, pero ¿qué pasa con la parte que no se ve? A la guagua la hemos visto durmiendo en la puerta del Alimer, ¿saben los turistas lo que es trabajar para la Alimer?, ¿el miedo que tienen las mujeres y hombres que trabajan dentro? No les rechistan a nada. Miedo de todo. Y ya sabemos por qué. No hay solidaridad ni confianza. ¿Por qué los que están trabajando en la agricultura y el almacén aguantan esta explotación que recuerda a la que sufrieron nuestros abuelos en las fábricas y en los montes? La única lucha que se pierde es la que no se libra. Informarse, reunirse, coordinarse con otros que están como nosotros. Para eso no hace falta pedir permiso a nadie, ni estar con organizaciones verticales. Seguimos en el intento porque no hay otro camino. Los políticos, no van a arreglarnos nada, TODOS, sean de la formación que sean, lo están consintiendo y son cómplices.
Así que, compañerxs, volveos a quien tenéis al lado en el tajo y empecemos a planear la acción, y el 28 de mayo no les demos el voto ¡organicémonos por nosotrxs mismxs para conquistar nuestras mejoras y el día que se pueda por la toma de los medios! POR LA ABSTENCIÓN ACTIVA Y EL COMUNISMO LIBERTARIO