Un trabajador, marinero filipino, de 27 años fallecia el pasado viernes por la mañana tras precipitarse al vacío, desde una altura considerable mientras trabajaba en el interior de un barco, llamado "Hammonia Palatium", de bandera liberiana atracado en los astilleros de Cernaval, del puerto de Campamento, en San Roque (Cádiz), Se trata del primer accidente laboral mortal que se registra en lo que llevamos de año en el Campo de Gibraltar... curiosamente, el buque, que estaba siendo objeto de reparaciones, tenía prevista su salida para ese día y cuando sucedieron los tristes acontecimientos no había ningún empleado del astillero en el centro de trabajo.
En el 2018, según el Ministerio de Trabajo, 652 trabajador@s murieron por accidentes laborales, aumentando la cifra un 5,5 % respecto al 2017. Así mismo, hubo nada más y nada menos que 602.316 accidentes laborales que supusieron la baja. 652 muert@s y más de 600.000 accidentes laborales. Se dice pronto. De la evidente relación de estas cifras con el paro, la precariedad, la reforma laboral no se sabe, no se contesta.
Otro dato: más de la mitad de los accidentes de tráfico en España tienen lugar en los trayectos de ida o vuelta al trabajo ('in itinere'). Fueron 50.475 de los 102.233 acaecidos en 2017 (últimas cifras oficiales disponibles). Ese año, 120 trabajador@s se dejaron la vida por el camino. Suelen ser recorridos rutinarios de corta y media distancia, pero a los que acompañan variables de riesgo (falta de sueño, fatiga, estrés, distracciones, conducción nocturna...)
