jueves, 4 de abril de 2019

Estado español: cuando vivir es un lujo


Los hogares españoles tienen serias dificultades para afrontar los gastos de una vida cotidiana. Muchos de estos hogares no pueden afrontar los gastos vitales básicos como alojamiento, suministros, gastos sanitarios, determinados alimentos… se ha convertido en una misión casi imposible. De hecho, 3 de cada 4 españoles tienen dificultades para llegar a fin de mes. 

Qué nos dice el Índice OCU de solvencia familiar

El índice de solvencia familiar es un indicador elaborado por OCU y otras organizaciones de consumidores europeas, que refleja la capacidad de los hogares españoles para afrontar económicamente los gastos de la vida cotidiana, sus necesidades, en 37 aspectos del hogar, la salud, la educación, la alimentación, la movilidad y el ocio.

El índice OCU de solvencia familiar pondera distintos factores de los diferentes ámbitos, en función del peso que tienen en el conjunto de la economía familiar (no es lo mismo la importancia que las familias dan al pago de la hipoteca, que la que le dan a las actividades deportivas), y la percepción subjetiva de los encuestados de cómo influye cada gasto en la calidad de vida global de la familia (no es lo mismo no poder costear unas gafas, o pagar la electricidad, que no poder salir al teatro). El resultado es un dato fiable, objetivo e independiente, que revela a las claras la situación real de las familias españolas y lo difícil que es para millones de consumidores españoles llegar a fin de mes.

El índice de solvencia familiar resume en una cifra la capacidad para afrontar los diferentes gastos del hogar, ponderados en función de la importancia que cada uno de ellos tiene en el conjunto de la economía familiar y cómo afecta realmente a la calidad de vida. El índice de solvencia familiar medio en España se sitúa en 46,2 (sobre 100). Por debajo de un índice de solvencia de 32,5 podemos hablar de pobreza, mientras que están en una situación más acomodada los hogares a partir de un índice de 53,5.
 
 
 
 
Cuando vivir es un lujo 
 
8 de cada 10 hogares españoles no puede nunca ahorrar nada.
Casi la mitad de los hogares (46%) no puede salir de vacaciones, o le es muy difícil. Para un 33% es imposible hacer siquiera una salida de un par de días.
Un 30% no puede ir al dentista. Un 19% no puede afrontar gastos como gafas o audífonos.
Las actividades de ocio son un lujo para muchos usuarios: un 31% no puede ir a cine, teatro o conciertos, el 24% dice no poder ir a bares o restaurantes y un 21% no compra libros, vídeos o música por motivos económicos.
Mantener el coche se ha convertido en algo prohibitivo para un 26% de los hogares.
Pagar los suministros (gas, electricidad, agua) es muy difícil para un 17% de los españoles.
La hipoteca es un gasto que difícilmente pueden afrontar el 14% de los hogares.
Para un 9% de las familias es muy difícil comprar carne o pescado.

En resumen casi el 10% de las de familias españolas vive en lo que podríamos denominar una situación de pobreza, pues tienen muy difícil o imposible hacer frente a cualquier tipo de gasto cotidiano. Un 25% de los encuestados están en situación acomodada, pero solo un 6% reconoce vivir holgadamente y poder ahorrar sin esfuerzos.

 
 
 
 
Un país de contrastes
 
Quienes tienen mayor riesgo de pobreza son:
Las familias monoparentales con hijos a cargo: la media de este grupo es la que tiene un índice de solvencia más bajo, apenas 34.
También las familias de 3 o más personas con uno de los cónyuges (o ambos) en situación de desempleo, índice de solvencia 39,9
Las parejas jóvenes sin hijos, índice de solvencia 40,9
Las familias de 6 o más miembros, índice de solvencia 42
Las personas con una situación más desahogada son, en general, los mayores de 50 años, especialmente los jubilados sin hijos (índice 55,10), o los profesionales solteros.

Por regiones también hay diferencias:

Navarra, Extremadura, Cantabria, Castilla y León y País Vasco es donde el índice de solvencia es más elevado, mientras que en la cola están Canarias, Andalucía y Baleares.

Ser pobre pasa factura a la salud

Y a la educación y al ocio… Los gastos de vivienda y de suministros son prioritarios para los españoles, es lo último a lo que estamos dispuestos a renunciar, seguido de los gastos en salud y alimentación. 

Según los encuestados también consideran los gastos educativos entre los más necesarios, mientras que los gastos motivados por ocio y tiempo libre es de lo primero que podemos prescindir: ver un espectáculo, comprar un libro, salir a tomar algo… o irnos de vacaciones. 

Previsiones pesimistas 
 
Los españoles no creemos que mejore la situación en ninguno de los 6 ámbitos, y el porcentaje de usuarios que creen que les será muy difícil afrontar los gastos aumenta en casi todos, significativamente en los gastos relacionados con alojamiento y suministros, movilidad y educación. Algo que debería dar mucho que pensar.