Desde el Sindicato de Oficios Varios de Albacete de la CNT-AIT queremos informar que damos por finalizado el conflicto que nuestro sindicato mantenía contra el restaurante La Tagliatella y contra la empresa Guindola Manchega SL.
Recordamos que el conflicto consistió fundamentalmente en el incumplimiento por parte de la empresa de un conjunto de condiciones de trabajo y derechos de los trabajadores. La empresa Guindola Manchega SL, propietaria de la franquicia de La Tagliatella en Albacete, impedía a los trabajadores el disfrute y pago de las vacaciones, así como de otros plus, ropa de trabajo, etc. Así como otras situaciones dentro de la empresa a las que había que intentar ponerles freno. En nuestro caso, durante el conflicto denunciamos todas estas cuestiones en los piquetes y en las acciones de solidaridad contra la empresa y exigimos que pagara las cantidades que no estaban pagando a los trabajadores.
Con este fin y tras estos últimos meses de movilización contra el Restaurante La Tagliatella, y una campaña de solidaridad que se extendió a varias ciudades (Barcelona, Madrid, Salamanca, Alicante, Manresa, Granada, Albacete, etc.), y antes de una nueva campaña de acción directa, que debía realizarse antes de la fecha del juicio en el mes de junio, la empresa contactó con el sindicato y propuso llegar a un acuerdo con el pago de las cantidades que adeudaban a nuestro compañero. Ante la propuesta llegamos al acuerdo con ellos.
El anarcosindicalismo y el sindicalismo revolucionario tienen muy claro que en la lucha de clases no puede existir algo así como la paz entre explotadores y explotados, tendremos el resultado y las consecuencias de una victoria o una derrota en ésta lucha, a lo mucho, habrá cese en el conflicto, una pequeña tregua, pero nunca una aparente paz duradera.
Lo único que podemos permitir es un pequeño desahogo, el momento en el que las fuerzas, tanto de las que pertenecen a la clase capitalista, como a las que pertenecen al movimiento revolucionario, descansan por un instante se reorganizan de nuevo y se arman con el fin de hacer frente en otra ocasión, hasta el momento en el que pudiéramos ser definitivamente vencidos o destruir definitivamente la contradicciones de la lucha de clases.
Estamos seguros que la clase trabajadora no puede bajar la guardia, debe asociarse, organizarse, apoyarse y poner en la lucha social el máximo de solidaridad y mutuo apoyo en la contienda, porque en el momento en el que la clase trabajadora adopte una posición de comodidad, la clase capitalista aprovechará para arrebatar todo lo conquistado.
Ha quedado demostrado que la clase trabajadora tiene unas excelentes armas para hacer frente a sus principales enemigos desde la acción directa, y la asociación y la solidaridad obrera son las más importantes.
Que la solidaridad obrera sea escudo y arma contra el capital, el Estado y sus falsos opositores.
Recordamos que el conflicto consistió fundamentalmente en el incumplimiento por parte de la empresa de un conjunto de condiciones de trabajo y derechos de los trabajadores. La empresa Guindola Manchega SL, propietaria de la franquicia de La Tagliatella en Albacete, impedía a los trabajadores el disfrute y pago de las vacaciones, así como de otros plus, ropa de trabajo, etc. Así como otras situaciones dentro de la empresa a las que había que intentar ponerles freno. En nuestro caso, durante el conflicto denunciamos todas estas cuestiones en los piquetes y en las acciones de solidaridad contra la empresa y exigimos que pagara las cantidades que no estaban pagando a los trabajadores.
Con este fin y tras estos últimos meses de movilización contra el Restaurante La Tagliatella, y una campaña de solidaridad que se extendió a varias ciudades (Barcelona, Madrid, Salamanca, Alicante, Manresa, Granada, Albacete, etc.), y antes de una nueva campaña de acción directa, que debía realizarse antes de la fecha del juicio en el mes de junio, la empresa contactó con el sindicato y propuso llegar a un acuerdo con el pago de las cantidades que adeudaban a nuestro compañero. Ante la propuesta llegamos al acuerdo con ellos.
El anarcosindicalismo y el sindicalismo revolucionario tienen muy claro que en la lucha de clases no puede existir algo así como la paz entre explotadores y explotados, tendremos el resultado y las consecuencias de una victoria o una derrota en ésta lucha, a lo mucho, habrá cese en el conflicto, una pequeña tregua, pero nunca una aparente paz duradera.
Lo único que podemos permitir es un pequeño desahogo, el momento en el que las fuerzas, tanto de las que pertenecen a la clase capitalista, como a las que pertenecen al movimiento revolucionario, descansan por un instante se reorganizan de nuevo y se arman con el fin de hacer frente en otra ocasión, hasta el momento en el que pudiéramos ser definitivamente vencidos o destruir definitivamente la contradicciones de la lucha de clases.
Estamos seguros que la clase trabajadora no puede bajar la guardia, debe asociarse, organizarse, apoyarse y poner en la lucha social el máximo de solidaridad y mutuo apoyo en la contienda, porque en el momento en el que la clase trabajadora adopte una posición de comodidad, la clase capitalista aprovechará para arrebatar todo lo conquistado.
Ha quedado demostrado que la clase trabajadora tiene unas excelentes armas para hacer frente a sus principales enemigos desde la acción directa, y la asociación y la solidaridad obrera son las más importantes.
Que la solidaridad obrera sea escudo y arma contra el capital, el Estado y sus falsos opositores.
CNT-AIT, Albacete