jueves, 23 de mayo de 2019

“Vota, sí, vota; pero escucha"



Desde las pasadas elecciones generales del 29 de abril, y a las puertas de las europeas, autonómicas y municipales, de este 26 de mayo, desde El Miliciano, hemos publicado entradas explicando que l@s anarquistas no votamos y lo que significa esa opción. Incidimos siempre en la inutilidad de desalojar del poder a un@s para que se encaramen otr@s, por muy "progres", izquierdistas, populistas y demás que se autoproclamen.

Nuestro llamamiento es pues no solo a la no participación en el proceso electoral sino también a luchar permanente y activamente contra el régimen capitalista y autoritario en el que vivimos, y a hacerlo poniendo en práctica desde abajo en todas las ocasiones que se nospresenten procedimientos de democracia directa y autogestión que den paso a ese otro mundo que no sea de veras este.


VOTA, PERO ESCUCHA
 
Tuve, en vísperas de las pasadas elecciones, tuve la humorada de asomarme al paraíso de cierto teatro donde se celebraba un mitin electoral... Era para mí un espectáculo nuevo en el que tomaban parte antiguos amigos de amplias ideas con gentes nuevas de limitadísimas orientaciones. Salí de allí con la cabeza caliente y los pies fríos. Tuve que soportar una regular jaqueca de providencialismo político y, naturalmente, sufrí las consecuencias. Estoy maravillado. 
 
No pasan los días por las gentes. No hay experiencia bastante fuerte para abrirles los ojos. No hay razón que los aparte de la rutina. Como los creyentes que todo lo fían a la providencia, así los radicales, aunque se llamen socialistas, continúan poniendo sus esperanzas en los concejales y diputados y ministros del respectivo partido. “Nuestros concejales harán esto y lo otro y lo de más allá.” “Nuestros diputados conquistarán tanto y cuanto y tanto más.” “Nuestros ministros decretarán, crearán transformarán cuanto haya que decretar, crear y transformar.” Tal es la enseñanza de ayer, de hoy y de mañana. 
 
Y así el pueblo, a quien se apela a toda hora, sigue aprendiendo que no tiene otra cosa que hacer sino votar y esperar prácticamente a que todo se le de hecho. Y va y vota y espera. Tentado estuve de pedir la palabra y arremeter de frente contra la falsa rutina que así adormecea las gentes. Tentado estuve de gritar al obrero allí presente y en gran mayoría.
 
“Vota, sí, vota; pero escucha. Tu primer deber es salir de aquí y seguidamente actuar por cuenta propia. 
 
Ve y en cada barrio abre una escuela laica, funda un periódico, una biblioteca, organizaun centro de cultura, un sindicato, un círculo obrero, una cooperación, algo de lo mucho que tequeda por hacer. Y verás, cuando esto hayas hecho, como los concejales, los diputados y losministros, aunque no sean tus representantes, los representantes de tus ideas, siguen esta corriente de acción y, por seguirla, promulgan leyes que ni les pides ni necesitas, administran conforme a estas tendencias, aunque tú nada les exijas; gobiernan, en fin, según el ambiente por tí creado, directamente, aunque a tí maldito lo que te importe de lo que ellos hagan. Mientras que ahora, como te cruzas de brazos y duermes sobre los laureles del voto ­providencia, concejales, diputados y ministros, por muy radicales y socialistas que seancontinuarán la rutina de los discursos vacíos, de las leyes necias y de la administración cominera. 
 
Y suspirarás por la instrucción popular, y continuarás tan burro como antes, clamarás por la libertad y tan amarrado como antes a la argolla del salario, seguirás, demandarás equidad, justicia, solidaridad y te darán fárragos y más fárragos de decretos, de leyes, reglamentos, pero ni una pizca de aquello a que tienes derecho y no gozas porque ni sabes ni quieres tomártelo por tu mano.
 
“¿Quieres cultura, libertad, igualdad, justicia? Pues ve y conquístalas, no quieras que otros vengan a dártelas. La fuerza que tú no tengas, siéndolo todo, no la tendrán unos cuantos,pequeña parte de tí mismo. Ese milagro de la política no se ha realizado nunca, no se realizará jamás. Tu emancipación será tu obra misma, o no te emanciparás en todos los siglos de los siglos.
 
Y AHORA VE Y VOTA Y REMACHA TU CADENA.
 
Periódico "Solidaridad Obrera", núm. 4. 
Gijón, 25 de diciembre de 1.909.