Más allá del impacto que tienen los cursos para desempleados en el volumen de paro registrado -y del debate político que genera-, la formación ocupacional presenta otros problemas. En Galicia, aproximadamente la mitad de los cursos que se ofrecen tratan sobre cuestiones que tienen un difícil encaje en el mercado de trabajo, es decir, muy poca salida laboral.
Esa es una de las principales conclusiones a las que ha llegado Alberto Vaquero, profesor de la Universidad de Vigo, que se ha dedicado en los últimos años a investigar la formación en Galicia. En un informe elaborado por él se explica que el 50% de los cursos para desempleados se encuentran demasiado concentrados en tres familias formativas: administración y gestión, informática y comunicaciones y, sorprendentemente, transporte y mantenimiento de vehículos. Esto coloca en una posición muy residual a los cursos que tratan sobre servicios a la comunidad, hostelería, turismo, sanidad y energía, que constituyen algunos de los ejemplos que la Informe Delors de la Comisión Europea cita como nuevos yacimientos de empleo.
«Se debería potenciar más este tipo de formación que, por otra parte, se orienta a sectores productivos intensivos en capital humano y con grandes expectativas de desarrollo», explica Alberto Vaquero. Y agrega: «Muchos de los cursos que se imparten en administración o gestión suelen ser de cuestiones como llevar libros de contabilidad o manejar el Word; eso casi todo el mundo lo conoce, aporta poco valor a la formación y, además, el mercado está saturado de personas con conocimientos básicos en contabilidad, gestión y ofimática».
res problemas básicos
El informe señala tres problemas básicos en el modelo de formación ocupacional en Galicia; primero, hay cursos donde ya está saturado el mercado; segundo, la formación que se ofrece no guarda relación con la demanda de las empresas; y por último, a la Administración gallega le falta un informe exhaustivo -otras comunidades ya lo han hecho-en el que se precisen las necesidades del mercado de trabajo...
Pero de estos programas de "adiestramiento" de trabajadore/as , es de donde mangan y tiran de las subvenciones los "sindicatos" mayoritarios, y aunque no valgan tiran de la chequera.