"..Estamos todos juntos con toda la sociedad española luchando para salir cuanto antes de la crisis, para volver al crecimiento y volver a la creación de empleo. Y yo estoy muy emocionada porque no me lo esperaba aunque de la Virgen, un capote siempre llega… esta aliada privilegiada y esta embajadora universal de Huelva que es la virgen del Rocío y que nos ha hecho este regalo adicional en nuestra salida de la crisis y en nuestra búsqueda del bienestar todos los días de los onubenses y de los ciudadanos. Y yo creo que esto se merece un: ¡viva la virgen del Rocío!” Huelva, junio 2012.
Y tras su exitoso lema "Sólida", "sana" y "social", así es la recuperación económica en palabras de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, asegurando que España vive una "primavera del empleo" la realidad es ¡46.400 desempleados más!
El dato de los 46.400 desempleados más, que viene acompañado por otro peor: la Seguridad Social perdió 179.485 afiliados, la cifra más alta alcanzada desde 2008. Ahora, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el número de ocupados cotizantes se sitúa en 18.309.844. En cuanto a los parados registrados se refiere, estos alcanzan la cifra de 3.382.324, lo que no es ninguna tontería.
Está información ya es suficientemente preocupante, pero lo es más todavía si a ella le añadimos que la precariedad laboral sigue en ascenso vertiginoso. El paro subió en agosto, la afiliación a la Seguridad Social bajó y el número de contratos registrados en el citado mes creció: se firmaron 1.536.400 contratos, un 5,85% más que hace un año y 392.239 menos respecto a julio. Del total de contratos, 115.382 fueron indefinidos —menos del 8%— y 1.421.018, temporales.
Dentro de los indefinidos, en agosto se rubricaron 69.291 contratos de jornada completa y 34.567 a tiempo parcial, mientras entre los temporales 934.707 eran de jornada completa y 486.311 parcial.
Por supuesto, el Gobierno quita importancia a estos datos. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha expresado que “agosto es el mes de tránsito en el que se extinguen ciertas actividades marcadas por el calendario estival, mientras aún no se ha reanudado la actividad en sectores que tradicionalmente sufren un parón en verano —construcción, industria— y que se espera tengan un comportamiento muy positivo”.