Los indignantes discursos de los líderillos de la Iglesia católica: "los ateos son similares a los yihadistas""

José Ignacio Munilla, el ultraconservador obispo de Donostia —San Sebastián— ha vuelto a publicar sus sesudas opiniones repletas de sandeces que, sin duda y lamentablemente, muchas personas se las creen. Se trata de su última carta pastoral en la que, por si había alguna duda, deja bien clara su postura derechista y rancia.

El señor Munilla dice que los ateos son similares a los yihadistas. “A propósito de los atentados en Catalunya, como ha sucedido cada vez que el terrorismo yihadista ha actuado dentro de las fronteras europeas, se ha reabierto el debate sobre el influjo de la fe religiosa en la paz mundial. He seguido con interés las diversas reflexiones que se han publicado, y aunque no creo que la mía vaya a resultar novedosa, pretendo, al menos, ser pedagógico en mi exposición”, comienza su descarga el obispo en su carta titulada “Yihadismo no, relativismo tampoco”, que, al parecer, ya ha llegado —¡qué horror!— a todas las iglesias de Gipuzkoa.

Munilla dice que en las redes sociales se han producido “ataques habituales a todo tipo de fe religiosa por parte del ateísmo más agresivo, quien considera que la fe en una verdad suprema es la raíz de todo fundamentalismo y el germen de la violencia mundial”.  

 

Y arremete hasta con el mismísimo John Lennon: 

 

“Este ateísmo radical sostiene que el mundo sería más pacífico sin religiones, tal y como expresaba la conocida canción Imagine, de John Lennon, —recuerda—: “Imagina un mundo sin motivos para matar o morir, sin religión alguna. Imagina a todas las gentes viviendo sus vidas en paz”. Y añade de hipócrita manera que “mientras él cantaba esa canción, el ateísmo estaba siendo la bandera más utilizada en el siglo XX para justificar el exterminio de millones de personas en el mundo entero”.

Casi nada. Eso lo dice un individuo que pertenece a una iglesia y religión que, como todo el mundo la sabe, ésta sí que exterminó a millones de personas de la manera más cruenta posible. En el mismo majadero estilo, la pastoral continúa con sus despropósitos...