Rusia acaba de colocar en el centro de Moscú, un monumento que recuerda al inventor del arma que se calcula es utilizada para matar a unas 250.000 personas al año en todo el mundo. La estatua del inventor del rifle de asalto AK-47, Mijaíl Kalashnikov, acaba de ser inaugurada con una polémica ceremonia que fundió la pompa militar con el ritual religioso, ¡faltaría más!.
A un lado, la guardia de honor del Ministerio de Defensa ruso estuvo presente durante toda la ceremonia, en la que también se entonaron canciones militares. La inauguración no estuvo exenta de polémica. Un manifestante fue detenido por la policía mientras intentaba desplegar una pancarta que decía: "Un creador de armas es un creador de la muerte", resumiendo las objeciones de muchos moscovitas.
La estatua de Kalashnikov en una de las calles más concurridas de la ciudad reafirma la imagen de Rusia como un país militarista y neoimperialista que se siente rodeado de enemigos. Una segunda escultura detrás del monumento Kalashnikov representa al Arcángel Miguel matando a un dragón con una lanza. Salavat Shcherbakov, el artista responsable de ambas obras, explicó que la lanza simboliza un AK-47.