Desde el Sindicato de Oficios Varios de Albacete de la CNT-AIT iniciamos un nuevo conflicto en el sector de la hostelería contra un establecimiento hostelero de nuestra capital. Uno de esos nidos de explotación laboral donde la precariedad laboral, los impagos y los malos tratos forman parte del menú de la empresa. Aquellos ingredientes que ignoras, pero que consumas lo que consumas, vas a pagar por ellos. Éste es el caso de una de nuestras compañeras y la Cervecería y Tapería El Manjar, pero como éste establecimiento hay muchísimos en Albacete.
Nuestra compañera comenzó a trabajar en el mes de julio de éste año y dejó de trabajar la segunda semana de diciembre harta ya de impagos reiterados y malos tratos que hacían irrespirable un ambiente de trabajo estresante e inaguantable. Aún a pesar de que nuestra compañera comenzó a trabajar en el mes julio, y trabajó durante los meses de agosto, septiembre, octubre, noviembre y unos días del mes de diciembre, ésta no cobró hasta el mes de noviembre las nóminas de julio, agosto y una parte de la nómina del mes de septiembre, dejándole la empresa a deber el resto; una cantidad que asciende a más de 4.300 euros.
La reiterada situación de impagos se mezclaba con malos tratos, ausencia de ropa de trabajo, errores en las nóminas -donde no se incluían bolsa de vacaciones, plus de nocturnidad- donde no se paga el finiquito, las vacaciones, o la indemnización por finalización del contrato, así como contratos en fraude de ley. Es más, nuestra compañera no firmó su contrato hasta el mes de noviembre, después de que la trabajadora insistió innumerables veces de ésto a la empresa.
Por ello, cansada de la situación decide marchar voluntariamente de la empresa por el reiterado impago continuado a la que se le sometía y las situaciones de malos tratos que el jefe de la empresa creaba en la cocina.
La reiterada situación de impagos se mezclaba con malos tratos, ausencia de ropa de trabajo, errores en las nóminas -donde no se incluían bolsa de vacaciones, plus de nocturnidad- donde no se paga el finiquito, las vacaciones, o la indemnización por finalización del contrato, así como contratos en fraude de ley. Es más, nuestra compañera no firmó su contrato hasta el mes de noviembre, después de que la trabajadora insistió innumerables veces de ésto a la empresa.
Por ello, cansada de la situación decide marchar voluntariamente de la empresa por el reiterado impago continuado a la que se le sometía y las situaciones de malos tratos que el jefe de la empresa creaba en la cocina.
Con éste fin, nuestra compañera se decidió a perder el miedo e iniciamos un conflicto sindical contra la empresa hasta el definitivo pago de las deudas de éste antro de explotación a nuestra compañera. Por ello, nuestro sindicato organizó un piquete informativo en la puerta de El Manjar el pasado sábado 29 de diciembre por la mañana. Una docena de compañeros y compañeras anarco-sindicalistas se concentraron en la puerta denunciando la situación de impagos y los malos tratos. No nos hizo falta demasiado tiempo para confirmar lo que nuestra compañera nos había contado sobre el propietario de éste establecimiento. Nada más comenzar el piquete amenazó a varios compañeros con agresiones físicas y con insultos, provocando un enfrentamiento que terminó con la policía en la puerta de la empresa, identificando al conjunto de los compañeros y compañeras que se encontraban en el piquete.
Frente a las excusas de no pagar a nuestra compañera, nuestro sindicato acordó extender durante todo el día la jornada de boicot durante los servicios de comida y cena. Nuestras acciones de boicot surtieron efectos y durante todo el día el restaurante prácticamente quedó vacío con solo unas pocas mesas.
Durante la noche, de nuevo -después de un piquete contra el Restaurante Pizzería La Tagliatella- nuestro sindicato volvió a concentrarse frente a El Manjar con unos quince compañeros y compañeras anarcosindicalistas junto a un pequeño grupo de trabajadores que se habían unido a nosotros en el piquete anterior.
No tardó mucho en asomar el jefe, prepotente y provocador, lanzando insultos contra las compañeras y contra la trabajadora, y junto a él, la llegada de un coche de policía secreta, terminó de favorecer el ambiente de lucha, difusión y boicot del conflicto.
Tras ésto, la policía exigió nuestra identificación, con prepotencia, provocación y prácticamente sin argumentos. Al poco tiempo, dos coches de policía nacional llegaron al piquete e identificaron a los compañeros y compañeras del sindicato.
Algunos de los policías difundieron el rumor entre los compañeros de que el conjunto de los militantes acabaríamos en Comisaría, y que se nos denunciaría uno a uno, pues viendo la fuerza de la acción, no podían recurrir a nada mejor que el miedo para frenar a los trabajadores.
Junto a la empresa, los piquetes del patrón defendieron el orden público capitalista intentando permitir que los accesos al restaurante se respetaran. Durante dos horas, el piquete continuó hasta que se terminaron los panfletos, y finalizamos el piquete, advirtiendo tanto al empresario como a sus fieles servidores que las acciones solo acabarían una vez se produjera el pago efectivo de la deuda, y que no nos lograrán frenar con amenazas, ni coacciones, vengan de donde vengan.
¡La lucha es el único camino!