sábado, 6 de abril de 2013

Andalucía...¿Imparable?


Nota de "El Miliciano": Estos son los tristes datos que imperan en las tierras del cortijo y el hambre, - con un paro que alcanza a 1.126.452 trabajadores- , parcela del viejo terrateniente explotador, “apostólico, católico y romano”, cínico y avaro; en los campos del puñetero señorito andaluz, hipócrita, presuntuoso, egoísta y cruel; En el feudo del político de pandereta y chirigota, al dilapidador de la Hacienda pública, en el terreno de  los "sindicalistas" amarillos cómplices del poder, conseguidores de puestos, expertos en la exaltación del compadreo, de la chapuza, y mangoneo del dinero público y de las  las subvenciones,... 

No solo es una de las comunidades con mayor tasa de pobreza –un 31,68% de la población vive con menos de 7.500 euros al año (para una familia de cuatro miembros el umbral de pobreza se sitúa en 15.768 euros)- sino que la situación de esa parte de los andaluces considerados oficialmente pobres es más aguda que la de los habitantes del resto del país englobados en este colectivo. 

Los pobres andaluces están a mil euros anuales de llegar al umbral de la pobreza cuando la media nacional es que la distancia sea de 600 euros.

El 48% de los hogares andaluces no pueden afrontar gastos imprevistos, el 16,83% llega a fin de mes “no con dificultad sino con mucha dificultad y un 23,45% tiene problemas de goteras, humedades o podredumbre en su casa.

Otras privaciones más graves, como la imposibilidad de comer carne o pescado al menos una vez cada dos días o retrasos en el pago de la hipoteca o alquiler son reconocidas por el 6% y el 8% de los andaluces.

La crisis ha afectado a la pobreza monetaria pero también a la calidad de vida pero mientras la primera es más fácil de remontar “con nada que mejore el empleo”, las privaciones en la forma de vivir conllevan un proceso “que empieza con la falta de ingresos, la segunda fase es el empeoramiento de las condiciones de vida y el siguiente paso es la exclusión social”.

Los datos sobre el número de pobres y la intensidad de su pobreza por grupos de edad, resulta que los colectivos más afectados son los niños y los jóvenes.

Respecto a la situación de los mayores de 65 años, un colectivo tradicionalmente más empobrecido, ha empeorado ya que en su caso las prestaciones como mucho se han congelado por lo que no es que hayan mejorado, sino que los demás hemos empeorado nuestra situación.

Las diferentes rentas y subsidios ofrecidos por las administraciones públicas y los servicios sociales están muy lejos de esos mil euros anuales que separan a los pobres andaluces del umbral a partir del cual dejan de ser oficialmente considerados como tales.