jueves, 30 de abril de 2020

Asociación Internacional de los Trabajadores: Todos los días son 1º de Mayo ¡Es hora de organizarse!



Muchos trabajadores de todo el mundo enfrentan nuevos desafíos y dificultades a medida que soportan las diferentes cargas del brote de coronavirus. Algunos han perdido empleos y, con poco o ningún ahorro, enfrentan amenazas reales de falta de vivienda o hambre. Otros aún deben trabajar para sobrevivir, ya que no tienen otra opción y se ponen en riesgo. Sin embargo, todos debemos recordar que millones de personas deben hacer esto, con o sin el coronavirus. El coronavirus solo está propagando la miseria a más personas.

Mientras que algunos conservan sus trabajos y trabajan en casa por computadora, millones de otros todavía están en el campo. Por lo general, se muestra poca consideración por su salud y seguridad. En la AIT, tenemos camaradas que viven en extrema pobreza, recogiendo té en Bangladesh; Tenemos compañeros en diferentes países en profesiones de alto nivel cuyos jefes no quieren asegurarlos o tomar medidas para mejorar la seguridad, que viven en situaciones en las que los jefes obligan a las personas a ir a trabajar enfermas y uno debe elegir entre su salud o pagar el alquiler y comprando comida. Esta es la realidad para millones de trabajadores, no solo en lo que consideramos las partes más pobres del mundo, sino también en las regiones industrializadas ricas. Y es exactamente en contra de este tipo de problemas, que muestran una falta de respeto básica por la vida de los trabajadores, lo que organizamos todos los días.

Durante casi un siglo, la Asociación Internacional de Trabajadores ha organizado y luchado contra la explotación inherente al sistema de capital y trabajo asalariado. Continuamos la tradición de aquellos que nos precedieron y que lucharon por los mismos ideales, como el Mártires de Haymarket, compañeros anarquistas que lucharon por el día de 8 horas y contra la brutalidad librada contra los trabajadores por los patrones, cuya lucha condujo a la introducción del feriado del 1 de mayo: el Día Internacional de los Trabajadores.

¡La lucha que iniciamos hace años se necesita ahora más que nunca! Han pasado años y hemos sido testigos de la dirección innegable del capitalismo mundial. Aquellos con capital han estado cosechando los beneficios de nuestro trabajo y controlan la mayor parte de la riqueza del mundo. La brecha entre ricos y pobres ha crecido en la mayor parte del mundo. Las personas con más riqueza aún explotan los recursos y la mano de obra de las partes más pobres del planeta. Millones de personas se enfrentan a problemas relacionados con la destrucción ecológica que amenazan su propia supervivencia. Todos estos problemas provienen de la misma fuente esencial.

El capitalismo es sus diversas formas depende de la codicia y las filosofías de poder. Está anclado por estados e instrumentos de control público que protegen a las clases propietarias. Frente a esto están las ideas libertarias del movimiento de nuestros trabajadores, que busca crear una sociedad igualitaria donde todos puedan disfrutar de los frutos de su trabajo y tener suficiente tiempo libre para otras actividades y para participar en la autogestión del lugar de trabajo y la sociedad.

En nuestra visión, no hay lugar para las castas de trabajadores que deben hacer todo el trabajo sucio. En cambio, se comparte la responsabilidad del trabajo que es esencial. En nuestra visión, no hay personas sin hogar durmiendo frente a hoteles vacíos o granjas que destruyen alimentos porque no pueden venderlos a restaurantes. Estas vistas son parte de las respuestas enfermas de un sistema que ha hecho todo para la venta y con fines de lucro, no para uso social.

Se debe luchar por esta visión y, a lo largo de los años, las personas han sido desviadas muchas veces. Nos hemos enfrentado a la violencia absoluta del bolchevismo y el fascismo. Los trabajadores de todo el mundo se han distraído con las promesas de la cultura del consumidor o se han ocupado de sobrevivir. Nuestras vidas han sido robadas y están siendo robadas.

Cada año en todo el mundo, millones de trabajadores salen el 1 de mayo. Los trabajadores de la AIT también se pueden encontrar en las calles de muchas ciudades, tratando de resaltar la relevancia del día y, a veces, atacando los lugares de trabajo en los que sus miembros luchan. Este año, algunos camaradas están decididos a regresar a las calles, incluso a pesar de las prohibiciones de manifestaciones (incluso con distanciamiento social). Otros pueden no ser capaces, pero eso no significa que se hayan olvidado. La realidad es que May Day es todos los días. May Day no es solo un día del año cuando mostramos que somos trabajadores y que estamos luchando por algo. Nuestra lucha es visible en las diferentes cosas que hacemos durante todo el año. También puede ser para ti.

Estamos seguros de que este año veremos algunas formas creativas de observancia, con personas decididas a propagar nuestras ideas, para mostrar apoyo y solidaridad con las luchas en curso en todo el mundo. Si estás leyendo esto, probablemente también puedas. Cada artículo compartido difunde los ideales y muestra nuestro desprecio por la situación a la que nos ha llevado el actual sistema social y económico.

Sin embargo, debemos enfatizar que lo que necesitamos para salir de esta situación más fuerte y no más débil es más organización. No la organización de líderes que reúnen a las personas en partidos políticos para posicionarse en una posición de poder o para dividir al mundo en grupos de personas "mejores" y "peores". Ya tenemos suficiente de esto y es algo que distrae a las personas de darse cuenta de sus intereses reales y luchar por el beneficio de todos nosotros. Las cosas pueden empeorar cada vez más en el futuro cercano para muchos millones o incluso miles de millones de personas si no tomamos medidas serias para recuperar el control de nuestras vidas, el planeta y la riqueza que fue creada por nuestro trabajo.

Desde la AIT, enviamos nuestra solidaridad a aquellos que están actualmente en lucha, así como a todos aquellos que están en lucha permanente, nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo que son responsables de hacer que el mundo funcione. Los jefes no son NADA sin nosotros.

Secretaría de la AIT
Varsovia, 29 de abril de 2020

Somos agitador@s. La Federación Anarquista Ibérica ante el 1º de Mayo



A los anarquistas nos ha tocado escribir muchas veces desde situaciones complicadas, puesto que los textos publicados por los libertarios siempre han resultado peligrosos e incomodos para quienes no hacen uno con sus ideas o están en los puestos de poder. 

Escritos hechos en diferentes circunstancias han acompañado su historia: en clandestinidad, en dictaduras, censuras, e incluso en el presidio, pero pocas veces bajo una cuarentena por pandemia, encerrados en casa mientras nuestros enemigos cuidan más que nunca de las calles. Crea nerviosismo esta situación donde falta todo tipo de información y nos sentimos inseguros. Una vez más la clase obrera es la que sufrirá las consecuencias de un virus que no sabemos de dónde viene y por su puesto somos quienes pagaremos la crisis que posteriormente vendrá por culpa de ella o utilizándola como excusa. 

Nos preguntamos constantemente: si toda la vida hemos creído que para el Estado y el capital solo somos simple mano de obra, si hemos entendido que los políticos y los burgueses nunca se han preocupado por nuestro bien ¿por qué confiar ahora en todos estos que nunca han hecho nada por nosotros? Es más, ¿cómo confiar en políticos que muchísimas veces han tomado medidas y han hecho recortes contra nuestra vida y salud? Es un tema que dará mucho que hablar y luchar, y esperamos que el movimiento libertario sepa estar a la altura de todos los acontecimientos que sucederán tras el paso del coronavirus.


Todo cambia, todo evoluciona, en algunos casos a nuestro favor pero en la mayoría de los casos en nuestra contra. Muy calmados en nuestras casas mirando el televisor o Netflix, podemos observar claramente que si no luchamos, el capitalismo y su sistema represor avanza. El coronavirus ha dormido gran parte de la lucha social, bajo la justificación de pandemia han acabado o silenciado gran parte de las protestas de los pensionistas, de los chalecos amarillos de Francia, lar revueltas de Chile, Hong Kong… todo dormido, o en muchos casos desaparecido. Por otra parte otras comunidades y luchas buscan maneras autónomas de hacer frente al virus y seguir luchando. Esto nos llena de ilusión: ver que hay grupos que se autoorganizan y enseñan los dientes al margen de lo que digan o impongan los Estados. No insinuamos que no haya que tomar medidas frente a una crisis de este nivel, pero esperamos que después de la cuarentena lleguemos a entender y ver que solo el pueblo salva al pueblo, que los políticos y las empresas han antepuesto como siempre el negocio a la salud y la vida. Nos hemos contagiado en el trabajo, en los medios de transporte… Si después de esto no vemos quién está a nuestro favor y quién no, ya no sabremos qué decir.

Dejando a un lado el tema de la pandemia, queremos centrarnos en la razón por la que se escribe este texto: El Primero de Mayo.

Este año los sindicatos no nos sacarán de paseo, con diferencia de otros años, nos manifestaremos desde nuestras casas o ventanas para rechazar los asesinatos de aquel 1 de mayo de 1886. Seis compañeros ahorcados, trabajadores conocidos por los demás obreros y obreras, pero también por los burgueses y la policía. No nos olvidamos de la conmemoración del Primero de Mayo ni de seguir con la lucha de todas las maneras posibles: En panfletos, acciones, internet… pero preferiblemente en la calle, y cuanto antes.

Tan lejos y tan presente aquel mayo de 1886; lejos queda aquel año pero siguen siendo presentes y necesarias las ideas de estos viejos compañeros asesinados por defender la justicia social. Muchísimos compañeros asesinadas en defensa de un mundo nuevo que hoy más que nunca debemos conseguir. Nos encontramos frente a una gran necesidad de que el pueblo tome las riendas de la vida, cuando ya de manera descarada los psicópatas del poder juegan con nuestra salud y vida. Es hora de organizarse en los barrios y centros de trabajo, en asambleas. Es la hora de la agitación social.

Hoy los grandes sindicatos financiados por el enemigo (el Estado y la patronal), los políticos y otras organizaciones que lejos de conseguir mejoras para el pueblo llevan años en la labor de empobrecer aún más al pueblo, intentan quedarse con nuestras luchas, nuestra historia y hasta nuestros muertos. Nunca ha sido tan difusa la línea que separa a los enemigos del pueblo de sus aliados, cada vez estudiamos o analizamos menos, no aprendemos de la historia y además nos dejamos guiar por políticos y sindicatos que hacen el juego a la patronal y a los adinerados. La población rechaza a las organizaciones que luchan por ella y apoya a quienes acabarán con sus libertades, ese es el poder de los medios de comunicación y la represión.

No debemos olvidar que la mejor manera para mantener la memoria es continuar con la lucha que ellos y otros muchos empezaron. Somos anarquistas en un mundo que nos quiere dejar en la historia, toca ponerse al frente. Si conmemoramos el Primero de Mayo debemos hacer ver al mundo cuáles son las razones por las que fueron asesinados los compañeros de Chicago. Estos trabajadores fueron asesinados por defender una sociedad basada en la igualdad y en la libertad, por eso los mataron, tal como lo hacen hoy y lo seguirán haciendo con métodos más camuflados como la cárcel, que te convierte en un muerto en vida. Una sociedad o movimiento que al igual que en la memoria histórica se centra en hablar de los muertos y no del porqué los mataron está condenada al fracaso. Ese es el gran logro del sistema, que recordemos sin ideología y que la lucha se muera poco a poco. Si no somos críticos, eso es lo que hace el capitalismo y las patronales: asesinar, manipular la realidad y por supuesto transformar la historia a su beneficio. Como durante la dictadura franquista, se atreven a llamarle “la fiesta del trabajo” al Primero de Mayo.

Los Mártires de Chicago lo luchaban por un trabajo, no luchaban por tener hipoteca y una casa. No luchaban por que la policía les “cuidase las calles”, ni porque los políticos decidiesen por ellos y les mintiesen; luchaban por la revolución social, en la incansable idea de que la clase trabajadora sea dueñas de lo producido y decida qué producir y cómo organizar sus vidas, sin jefes ni explotadores, en comunidad y en solidaridad, es decir, en anarquía. Una idea bella a seguir y que perseguiremos hasta conseguirla. Difundamos la idea y recordemos con ideología.

Tal como dijo August Spies, uno de los asesinados en Chicago, nadie es más agitador que quien condena al pueblo a la miseria. Son los Gobiernos y los grandes empresarios los que explotan y roban al pueblo y hacen que este se levante. Son las situaciones de necesidad las que crean revoluciones, o por lo menos hasta ahora lo han sido. ¿A qué esperamos? Prepárate para lo que viene.

Federación Anarquista Ibérica

Qué conmemoramos el 1º de Mayo




El 1º de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo. En muchos países se realizan grandes desfiles o manifestaciones de organizaciones laborales y de trabajadores independientes, en los que se declaman encendidos discursos cuyo tema principal es la situación laboral de un grupo específico o del país. 

En algunas naciones la celebración oficial del 1º de mayo sirve como “termómetro” para medir la relación entre las organizaciones laborales y el gobierno, según el poder de convocatoria que tenga el Estado. Pero, ¿sabías que esta conmemoración tiene su origen en un episodio de la historia laboral norteamericana?. 

La Jornada laboral de ocho horas La historia de los “mártires de Chicago” comienza en una convención de la Federación de trabajadores de Estados Unidos y Canadá en 1884. En esa convención, la Federación llamó a los trabajadores a luchar por la jornada laboral de 8 horas (que se venía pidiendo desde la década de 1860), para sustituir el día laboral de 10, 12 y hasta 16 horas que prevalecía. La Federación declaró que la jornada de ocho horas entraría a efecto el 1º de mayo de 1886. En los meses previos a esa fecha miles de trabajadores, organizados e independientes, fueron puestos en alerta. 

Las fuerzas represoras policíacas y de la guardia nacional se prepararon para contrarrestar a los trabajadores, recibieron equipo y armas nuevas financiadas por poderosos líderes comerciales, que se oponían a las demandas laborales. Chicago fue el centro principal de la agitación. El primero de mayo de 1886 El primero de mayo de 1886, Albert Parsons, líder de la organización laboral “Caballeros del Trabajo de Chicago”, dirigió una manifestación de 80 mil trabajadores a través de las calles de Chicago, solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias. 

En los siguientes días se unieron a esta demanda 350 mil trabajadores de toda la Unión Americana, que iniciaron una huelga nacional que afectó más de mil fábricas. La unión de los trabajadores causó mucha alarma entre los industriales y en la prensa, pues vieron en las manifestaciones el inicio de una “revolución”. Los anarquistas y otros radicales políticos creían que la petición de reducción de jornada era una medida moderada y en un principio no quisieron involucrarse, pero el nivel de convocatoria que logró Albert Parsons convenció a los anarquistas de integrarse al movimiento. 

El 3 de mayo August Spies, director de un periódico laborista, habló ante 6 mil trabajadores. El grupo de huelgistas se dirigió después a una fábrica cercana, la planta McCormick, a manifestarse. Pronto llegó la policía, abrió fuego y mató por lo menos a un huelgista, hiriendo a muchos más. La masacre de Haymarket.

Los anarquistas convocaron a una reunión masiva en la noche del 4 de mayo de 1886 en el mercado de la ciudad (Haymarket), con el propósito de protestar por la brutal acción policiaca del día anterior. Spies, Parsons y Samuel Fielden fueron los oradores en Haymarket, ante una reunión de 2500 trabajadores. Cuando la manifestación estaba terminando y empezaba a llover, llegaron al lugar cerca de 200 policías. 

Mientras la policía pedía que se dispersara la reunión, alguien lanzó una bomba que estalló y mató a un policía. Se armó el alboroto y en la confusión la policía comenzó a disparar, causando la muerte de siete policías y cuatro trabajadores, además de muchos heridos. Nunca se supo quién lanzó la bomba, pero este incidente se tomó como pretexto para perseguir anarquistas y organizaciones laborales a lo largo del país. La policía saqueó hogares de trabajadores y arrestó a muchos de ellos. 

Los mártires de Chicago El 21 de junio de 1886, ocho líderes laborales (Parsons, Spies, Fielden, Schwab, Fischer, Lingg, Engle y Nebee) fueron acusados de conspiración para asesinato por la explosión de la bomba que mató al policía. El juicio, que condenó a siete de ellos a morir ahorcados y a uno a 15 años de cárcel, estuvo plagado de mentiras e incluso el fiscal llegó a pedir al jurado: “Castigue a estos hombres, haga un ejemplo de ellos, cuélguelos y salve nuestras instituciones”. 

El 11 de noviembre de 1886 fueron ahorcados Parsons, Spies, Fischer y Engel. Louise Lingg, anarquista, se suicidó en prisión y Fielden, Nebee y Schwab lograron conmutar la pena de muerte por cadena perpetua. Más de 200 mil personas asistieron a la procesión funeraria de los líderes muertos. El caso de Haymarket provocó un escándalo internacional. 

El gobernador Oglesby recibió cientos de miles de cartas pidiéndole clemencia para los condenados, pero todo fue inútil: los condenados fueron ejecutados. La verdadera causa de su muerte no fue la explosión de la bomba, sino su capacidad para organizar a la clase obrera en demanda de mejoras laborales, con lo cual amenazaban los intereses de industriales y conservadores dentro del gobierno. 

La barra de abogados de Chicago condenó el juicio y siete años después el Gobernador de Illinois, John Peter Altgeld, declaró la inocencia de los ocho acusados y liberó a los tres sobrevivientes. Se construyó un monumento para depositar los restos de los hombres juzgados y honrar su memoria. Más tarde los restos de otros líderes laborales, como Emma Goldman, Bill Hayward y Joe Hill, fueron depositados en el Monumento Haymarket en Chicago. 

En 1889, durante el Primer Congreso de la Segunda Internacional Socialista, celebrado en París, se decidió que el 1º de mayo conmemoraría en adelante la solidaridad laboral. Desde entonces la mayoría de los países del mundo, especialmente aquellos de pasado o presente socialista, celebran ese día a sus trabajadores. 

Paradójica y significativamente, el 1º de mayo no se celebra en Estados Unidos ni en Canadá como Día del Trabajo, sino como Día de la Ley (Law Day). En esos países se otorgó a los trabajadores el primer lunes de septiembre, un día sin significado histórico, para celebrar su día (Labor Day). 

La jornada laboral de ocho horas en Estados Unidos tuvo que esperar hasta 1935 para ser aprobada, durante la presidencia de Franklin D. Rooselvet.

CNT-AIT, Albacete; Conversatorio por videoconferencia: “La Revuelta Social en Chile, Levantamiento Social en Latinoamérica ”




El próximo día 1 de Mayo de 2020 a las 17:00h, el Sindicato de Oficios Varios de Albacete de la CNT-AIT organizaremos una segunda charla programada con el compañero Daniel Minchekewün. La Mesa Redonda o Conversatorio por videoconferencia tratará sobre el tema:

“La Revuelta Social en Chile, Levantamiento Social en Latinoamérica ”

Esta Videoconferencia se organiza en el marco de todo un conjunto de actos que la CNT-AIT había organizado con los compañeros de Puerto Real, y que se iba a realizar en Chiclana, Alicante, Elda, Albacete, Cartagena y Granada, en solidaridad con la revuelta social en la región de Chile ante el alto costo de la vida, las bajas pensiones, los precios elevados de fármacos, tratamientos de salud y alta tarifa del transporte público, y la reorganización de los movimientos sociales y revolucionarios.

Finalmente, y pese a que la gira se suspendió casi nada más empezar, por la declaración del estado de alarma, relanzamos la gira por medio de videoconferencias.

Desde el Sindicato de Oficios Varios de Albacete ante este 1º de Mayo inusual queremos con este actos darle a esta fecha conmemorativa un enfoque reivindicativo y de lucha. Por eso pedimos y animamos a todas las personas interesadas en participar en esta mesa redonda, que nos escriban a nuestro correo electrónico: albacete@cntait.org

El medio utilizado para el conversatorio sera Jitsi, el cual se transmitirá por streaming por el canal de YouTube de Daniel Minchekewün, “Escupamos La Historia”.

La charla la organizaremos desde Albacete, crearemos dos salas de videoconferencias, en una de ella se desarrollara la mesa redonda compuesta por unos 25 participantes como máximo y la otra sala servirá para trasladar o recoger preguntas y sugerencias de los oyentes del streaming.

El streaming o directo se vera por YouTube desde el canal Escupamos la Historia del compañero Daniel.

El ponente sera el compañero chileno Daniel Minchekewün que era una introducción explicando los motivos por lo cuales se ha podido producir esta revuelta en Chile, a partir de esta introducción con las preguntas que surjan desarrollaremos este conflicto. Intentaremos que participen compañeros/as de otros países latinoamericanos para desarrollar la conflictividad social en este continente que se esta dando estos últimos meses.

El 1º de Mayo de 2020 por la mañana se mandara y publicara el enlace del streaming por YouTube y el enlace de la sala para recoger las sugerencias de los oyentes del directo.

¡Salud y Anarquía!

lunes, 27 de abril de 2020

Con o sin confinamiento, las Casas de Apuestas nos tendrán frente a ellos



Como es bien sabido ya, el número de salas de apuestas ha crecido de manera desmesurada en los últimos años. ¿Qué ha sido de ellas en estos tiempos de confinamiento? ¿habrá conseguido el COVID19 que no vuelvan a abrir?

La situación producida por el COVID-19 ha demostrado lo necesario de implementar políticas y medidas a diferentes niveles para superar esta emergencia social, como el sanitario, el empleo, la vivienda, etc. En lo referente al sector de las apuestas online, las organizaciones y movimientos sociales se debe exigir que el Gobierno no se quede atrás ni obviar los potenciales peligros de la publicidad online en tiempos de cuarentena. Cuando el Consejo de Ministros y Ministras aprobó una serie de medidas especiales en relación a la prohibición de los bonos y limitación de la publicidad del juego online al horario de madrugada. Esta medida resulta insuficiente ya que estas decisiones junto a la prohibición total de la publicidad deben extenderse más allá del estado de alarma.

Dado el parón de toda actividad productiva no esencial y el fin de toda actividad deportiva,las casas de apuestas están aprovechando esta cuarentena, para sacar tajada por la vía online.

Así se ha visto en la publicitación de cuotas para el torneo del FIFA 20 que disputaban jugadores de 1ª División, la adaptación de su publicidad y sus bonos para apuestas más atractivas, promociones agresivas de otros tipos de juego de casino, etc. También existe el peligro de un repunte de la monetización de video juegos, fácilmente accesible para una población más que joven.

A su vez, echan en falta medidas dirigidas a la protección de los trabajadores del sector del juego, sobre todo teniendo en cuenta que los beneficios de la patronal aumentan cada año de forma considerable y podrían hacerse cargo de la totalidad del sueldo del trabajador. Resulta paradójico que, pese a seguir teniendo ingresos vía online acumulando una gran cantidad de beneficios, hagan ERTES cuando podrían asumir el coste total de la plantilla.

Por otra parte cabe la posibilidad de que los problemas de ludopatía se agraven durante la cuarentena: Por ello se debe exigir al Gobierno central y autonómicos, junto con las medidas excepcionales contra el juego online, todos los recursos públicos necesarios para que estas personas no vean afectado su tratamiento.

El juego es un grave problema de salud pública y durante el confinamiento éste no va a desaparecer, sino que puede tornarse más peligroso al reducirse a las cuatro paredes de los hogares. Por ello, es necesario plantar cara desde todos los frentes contra aquellos que especulan con nuestras vidas, aprovechando cualquier emergencia social para seguir sacando rédito económico a toda costa. Con o sin confinamiento, nos tendrán frente a ellos

Fuente: Plataforma contra las Casas de Apuestas de Zaragoza

Comunicado de CNT-AIT ante el 1º de mayo de 2020



EL PEOR VIRUS: EL CAPITALISMO; LA VACUNA: ORGANIZACIÓN Y LUCHA

Comunicado de CNT-AIT ante el 1º de mayo de 2020

“El Estado nos protege”,” los empresarios son los que crean la riqueza”, ‘’protejamos el Estado del bienestar’’, ‘’tenemos que remar en la misma dirección’’.

Desde los medios de propaganda del Poder y los poderes económicos y políticos escuchamos consignas como estas una y otra vez, alentando a una unidad interclasista de toda la sociedad, buscando un consenso ciudadano que legitime su sistema y sus crisis. Sin embargo, las crisis cíclicas del sistema capitalista en general, y la crisis del COVID-19 en particular, demuestran que la clase obrera es la que saca adelante la sociedad -servicios sanitarios, transportes, cuidados, producción y distribución de alimentos...-,y que es la que crea la riqueza con su esfuerzo tanto físico como intelectual, y que a pesar de eso, los medios de producción y los bienes de consumo no están al servicio de la humanidad, sino que son utilizados por la burguesía para enriquecerse, de forma miserable y egoista, protegidos y legitimados por el Estado.

El capitalismo es a las trabajadoras y al planeta lo que un virus para el organismo, un sistema basado en la explotación de una clase social sobre la otra, en la division sexual del trabajo y los -aun invisibles cuidados. Es un virus que genera violencia, desigualdad, guerras, migraciones y desastres naturales. Un virus que cuando no nos mata nos debilita y nos empuja a una vida precaria y de miseria. Es evidente que no podemos esperar nada de la clase política, ya que su función es vendernos falsas soluciones y servir a la clase dominante, legitimando de esta manera las desigualdades sociales.

La crisis sanitaria que estamos viviendo a nivel mundial dará paso a una crisis económica de una magnitud enorme y cuyas consecuencias, recaerán una vez más, y como no puede ser de otra manera, en la clase obrera: precarización del empleo, desahucios, millones de personas desempleadas, mujeres compaginando trabajo domestico no remunerado con trabajo precario... Además, el Estado de Alarma dará paso a una normalidad más controlada y a un rearme autoritario del Estado, que aprovechará para recortar en derechos y libertades. ¿Nos suena, verdad? Paro, represión, desahucios, torturas, cárcel, control social, etc.

Pero no todo está perdido; ante el eje Estado-Capital tenemos la única vacuna posible: la organización y la lucha.

En un momento de absoluta desmovilización y de desorganización generalizada, es necesario que tomemos consciencia de la capacidad y fuerza que tenemos para transformar la sociedad, buscando un modelo donde la justicia social, el trabajo cooperativo y el reparto del bienestar y la riqueza triunfen ante la competitividad, el individualismo y la opresión que fomenta la burguesía capitalista. Hay que organizarse y organizarse de verdad, sin medias tintas, y como se decía antes, ir a por el todo. Desde abajo, sin concesiones y articulando organizaciones fuertes, que no queden en movimientos ambiguos y fácilmente manipulables por el poder. El anarcosindicalismo debe de ser un muro de contención ante la que se nos viene, pero debemos de ir más allá, no podemos ni debemos quedarnos en contener las contradicciones, no seamos los servicios sociales del sistema. Debemos de construir una alternativa real que consiga movilizar en la calle y que busque frentes colectivos de lucha. El anarcosindicalismo, en definitiva, debe ser una alternativa revolucionaria.

Hagamos memoria, recordemos como lucharon compañeras y compañeros antaño y como las grandes conquistas de la clase trabajadora han sido alcanzadas históricamente mediante la organización y la contundencia, dejemos los acomodos de creernos clase media y luchemos por salir de esta realidad que nos aliena, tomemos consciencia de que es desde el pensamiento y la acción colectiva, antiautoritaria y de clase, desde donde hay que cambiar radicalmente nuestra realidad.

Por todo ello, este 1º de Mayo hacemos un llamamiento a la clase trabajadora para que salga de ese confinamiento ideológico y cultural en el que se encuentra sumida, y tome consciencia de que solo una clase obrera organizada y consciente podra plantar cara a la tirania.

O damos muerte al capitalismo o este da muerte a la humanidad.

Volveremos a las calles.

Confederación Nacional del Trabajo (CNT)
Asociación Internacional de l@s Trabajador@s (AIT)

viernes, 24 de abril de 2020

¿Pueden los obispos poner peros a la renta básica? La Iglesia sí vive acomodada al "subsidio permanente" del Estado



La Conferencia Episcopal afirma que una renta básica «permanente» llevaría a muchos a vivir «de manera subsidiada» y a desincentivar la búsqueda de recursos propios La institución católica, que paga sueldos de curas y obispos con dinero público, incumple la autofinanciación recogida en el acuerdo España-Vaticano de 1979.

"Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha". Pocas frases describen mejor a la Iglesia, tan dada al disimulo, a nadar y guardar la ropa, a la zona de grises, a la selección cuidadosa de cada palabra, a la diplomacia de seda. Así fue –o quiso ser– la respuesta de monseñor Argüello sobre la renta mínima. Un sí, pero no.

Pero a Luis Argüello, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), es decir, portavoz de la jerarquía católica, le salió una respuesta problemática [ver en este vídeo, a partir del minuto 47]. Problemática, sobre todo, para su propia institución. Porque al alertar sobre los riesgos de desincentivar la búsqueda de recursos propios que implicaría la medida si se aplicara con carácter "permanente", hizo lo que parecía de la A a la Z una descripción de la dependencia del Estado que aqueja a la Iglesia. Y condujo a una pregunta: ¿tiene la institución de la cruz autoridad para advertir del riesgo de vivir "de manera subsidiada"?

A tenor del funcionamiento de su economía, no.

Vayamos a las palabras de Argüello. "La necesidad perentoria de una renta básica en este momento no debería ser una coartada para una especie de subsidio permanente que retirase del horizonte de las personas el poder ejercer un trabajo y desarrollar sus capacidades", dijo. Se diría que estaba hablando del diseño de la financiación pública de la Iglesia que hicieron el Estado español y el Vaticano en la Transición, supuestamente provisional, pero que ha terminado enquistándose. "Una permanencia de grupos amplios de ciudadanos que vivan de manera subsidiada no sería un horizonte deseable a largo plazo", añadió Argüello. Y es una frase que trae a la memoria cómo la Iglesia ha enterrado la prometida autofinanciación.

A pesar de lo que han señalado las críticas más aceradas, la respuesta de Argüello no fue una reducción al absurdo de la medida de la renta mínima, acariciada por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos pero también por el papa Francisco. No despachó la cuestión con estereotipos binarios –más allá de que sea muy discutible la idea de que los perceptores de una renta básica "permanente" vayan a acostumbrarse a vivir "de manera subsidiada" y a perder el incentivo de una búsqueda de empleo–. Argüello, en una minuciosa respuesta que recorrió el asunto desde las familias que viven de la economía informal hasta "el capitalismo internacional que implementa las máquinas y descarta a las personas", se mostró a favor de un "salario universal o renta básica" aquí y ahora, pero en contra de un carácter "permanente".

Ironías de la vida: esa era la idea, la de una ayuda puntual que no debía eternizarse, que subyacía al acuerdo de España con la Santa Sede de 1976-1979. Pero la Iglesia, con el pasar da las décadas, se ha acostumbrado al ingreso público.

El punto 5 del artículo II

La clave está en el punto 5 del artículo II del pacto económico, que dice así: "La Iglesia católica declara su propósito de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades". Dicho propósito se ha quedado en eso: en un propósito. Mientras tanto, la Iglesia disfruta de todo un largo catálogo de privilegios económico-fiscales, educativos y simbólicos salidos de dichos acuerdos. Sin cumplir su parte.

Hasta 2017, último año del que hay datos oficiales, la Iglesia ha recibido vía asignación tributaria, más las entregas presupuestarias para suplirla o compensarla, más de 5.500 millones de euros, según los datos facilitados a infoLibre por el Ministerio de Hacienda y los ofrecidos por la CEE en sus memorias. ¿Autofinanciación? Ni está ni se la espera.

Se trata de una financiación pública. Mediada por la equis, pero pública. Y a la que aportan por lo tanto a creyentes y no creyentes. Hay que tener en cuenta que las equis no implican una aportación extra de los que la marcan, sino una detracción del total recaudado. Es decir, dinero público, que aportan cristianos, ateos, agnósticos, musulmanes... Imposible hablar de autofinanciación, como sí podría hacerse si hubiera un modelo como el impuesto religioso alemán, el Kirchensteuer, que implica un recargo individual en los impuestos sobre la renta y los rendimientos de trabajo, y que sí es un dinero que el contribuyente pone de más para financiar a su iglesia.

Cifras récord

Desde la reforma acordada en 2006 por la Iglesia católica y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero –que adoptó la forma de un Intercambio de Notas entre la Nunciatura Apostólica y el Ministerio de Exteriores–, la cantidad asignada anualmente por el Estado a la Iglesia ha venido superando los 250 millones de euros, con los que se financia el funcionamiento de las diócesis y los sueldos de curas y obispos. Hoy, la asignación está en cifras récord. La Iglesia diocesana –es decir, las 70 diócesis, el cuerpo central de la Iglesia, excluyendo todo esa miríada de miles y miles de entidades que constituyen la Iglesia en sentido amplio– ingresó en 2019, con dinero público recaudado por la declaración de la renta del ejercicio de 2018, 284,4 millones, un incremento del 6,19% con respecto al año anterior, que a su vez también era el récord (268 millones, 16,4 millones menos). La cantidad ha subido ininterrumpidamente desde 2015. A esto se suma que el propio modelo de asignación está en entredicho. El Tribunal de Cuentas ha destapado en un informe preliminar su opacidad y descontrol, como publicó este periódico [ver aquí].

Dicho informe, que no ha sido todavía objeto de aprobación definitiva, recuerda precisamente a la jerarquía católica el talón de Aquiles de su gran tarea pendiente: la anunciada autofinanciación. Así, "sugiere" al Gobierno que "articule los mecanismos internos necesarios" para el "cumplimiento de las obligaciones de las partes derivados del acuerdo de 1979". El Tribunal de Cuentas señala la inacción del Estado para hacer cumplir el compromiso de la Iglesia de valerse por sí misma.

Dependencia económica

Hay artículos académicos que han destacado no sólo la dependencia económica del Estado que implica este modelo, sino cómo la persistencia de este modelo ha amorrado a la institución católica al erario público, desincentivando la búsqueda de su supervivencia por medios propios y la pedagogía entre sus fieles para que sostengan a su iglesia con su dinero. Rafael Martínez, en La financiación de las confesiones religiosas en España (2014), sitúa como contraste con respecto al modelo español el de países fuera de Europa como Estados Unidos, que asienta su fórmula en dos cláusulas: la establishment clause, que prohíbe vincular al Estado con religión alguna, y la free exercise clause, que protege la libertad religiosa. "El motor de este sistema de financiación es el generoso régimen de beneficios fiscales a las donaciones. De este modo se invita al individuo a llevar a cabo donaciones y se logra un mentalización de este [...] y una autosuficiencia financiera", señala. Su conclusión es que el modelo español presenta un notable "atraso" en derecho comparado porque ancla la financiación de la Iglesia en el Estado y evita promover entre los fieles una cultura del pago.

Justamente al contrario de una cultura de pago de sus fieles, uno de los mensajes de la jerarquía católica en sus campañas Xtantos ha sido: "Ni pagas más, ni te devuelven menos". El catedrático de Derecho Alejandro Torres, uno de los más reconocidos investigadores de los intríngulis de la relación entre Iglesia y Estado en España, lo explica con elocuencia: "La Iglesia es el eterno adolescente que no se decide nunca a salir de casa. Precisamente las declaraciones [de Argüello] son perfectamente aplicables a su funcionamiento".

De la dictadura hasta la actualidad

La dependencia del Estado es un fenómeno histórico de la Iglesia en España. Cosa de siglos. Monarquía e Iglesia se fundieron en Trento (1545) en un abrazo de Altar y Trono que nunca se ha deshecho del todo. La Iglesia ha venido garantizando la seguridad de la propiedad y la disciplina social. A cambio, el Estado la ha bañado en poder y riquezas, renovando y blindando un contrato entre el poder político y religioso cuyos efectos –matizados– se prolongan hasta hoy. Es amplio el catálogo de normas que, desde el siglo XVIII e incluyendo el constitucionalismo liberal del XIX; han brindado privilegios a la Iglesia en España. La única interrupción significativa fue la Constitución de la República, abortada por un golpe y una represión que contaron con el apoyo de la jerarquía católica. El franquismo devolvió a la Iglesia corregidos y aumentados todos sus privilegios. Con una ley en 1945 le entregó las aulas, con otra de 1946 le entregó el registro de la propiedad... Y en 1953 devolvió las relaciones entre el Estado y la Iglesia a la Edad Media con un Concordato que nunca ha sido derogado, aunque sí reformado.

Durante la Transición, la Iglesia y el Estado pactaron una revisión de su acuerdo, los conocidos Acuerdos de 1976 y 1979. La institución católica aceptaba, tanto en este pacto como en la Constitución –que contó con el decisivo apoyo de la CEE de Tarancón–, un marco de libertad religiosa, rematado con la ley de 1980 y que en la práctica ha dado lugar a un multiconfesionalismo asimétrico favorable al catolicismo en múltiples órdenes. A cambio, la Iglesia preservaba, traducidos al lenguaje democrático, múltiples privilegios. Y el más delicado era el económico. Porque entonces, como ahora, era el Estado el que pagaba los salarios de los religiosos. Es decir, dinero público, que sale de los impuestos de todos los contribuyentes y termina en pagando servicios de la Iglesia.

Transitoriedad (en teoría)

La fórmula de masivo apoyo económico del Estado franquista a la Iglesia no podía pasar el filtro de la democracia sin modificaciones. Era insostenible seguir igual en un país que se presentaba al mundo con su reluciente democracia aconfesional. El Estado venía de aportar 300.000 millones de pesetas en 33 años a la Iglesia en "construcción de templos, seminarios, centros de caridad y de enseñanza, sostenimiento del culto, etcétera", como desveló Carrero Blanco en 1972 y recoge Joan Castellá-Gassol en su ensayo ¿De dónde viene y a dónde va el dinero de la Iglesia española? (Dirosa, 1975).

La fórmula elegida para continuar financiando a la Iglesia con dinero público fue la transitoriedad. Debía haber tres fases. Una primera, de asignación directa. Otra posterior, vía declaración de la renta. Y una última, de autofinanciación. Esa era la teoría de los acuerdos España-Vaticano. Pero no. "Transcurridos tres ejercicios completos desde la firma de este acuerdo, el Estado podrá asignar a la Iglesia católica un porcentaje del rendimiento de la imposición sobre la renta", dice el acuerdo. Es decir, en teoría tenía que haber tres ejercicios con aportación presupuestaria, antes de pasar a un modelo de asignación vía declaración de la renta. Tas una década de aportaciones presupuestarias directas, la concreción del modelo de financiación vía IRPF no se produjo hasta 1988, desbordando los tres años previstos. El sistema finalmente adoptado consistió en que los contribuyentes que así lo deseen pueden marcar una equis en la "casilla de la Iglesia", lo cual obliga a Hacienda a destinar un porcentaje de la cuota íntegra resultante, que en principio fue de un 0,5239%, a la institución religiosa. El mecanismo se diseñó de forma que el contribuyente que marque la equis no tiene que poner más de su bolsillo. Tampoco se le devuelve menos.

No hay aportación individual. No hay financiación a través de los fieles. El sistema ancló a la Iglesia al dinero público sine die. Esta forma de funcionamiento sólo ha experimentado tres cambios significativos, los tres beneficiosos para la Iglesia. En 1988, a la par que la casilla de la Iglesia, se incorporó otra: la de fines sociales, de la que se benefician numerosas ONG vinculadas a la Iglesia. A continuación se permitieron las dos casillas a la vez, de forma que los contribuyentes no tuvieran que elegir entre Iglesia y ONG. La elección implicaba una disyuntiva entre "fines religiosos" y "fines sociales", contra la que la Iglesia se había pronunciado y que comprometía su discurso de "Iglesia social". La posibilidad de marcar ambas casillas supera esta dicotomía. Hoy si marcas la casilla de la Iglesia, va dinero as las diócesis –y a 13TV–; si marcas la casilla solidaria, va a ONG como Cáritas. La otra modificación sustancial del sistema fue con Zapatero, que elevó el porcentaje de cada equis al 0,7%. La autofinanciación, otra vez, ni está ni se la espera.

Sueldos, subvenciones, conciertos...

Hay que señalar que los entre 250 y 300 millones al año vía IRPF constituyen sólo una pequeña parte de lo que la Iglesia y sus instituciones logran del Estado cada año en forma de sueldos, subvenciones, exenciones y conciertos. Europa Laica cifra el montante total en alrededor de 11.000 millones al año, si bien ahí entra la prestación de múltiples servicios que el Estado tiene delegados en la Iglesia: educativo –la Iglesia es predominante en la enseñanza concertada en España–, sanitario, caritativo... La CEE no ha ofrecido una cifra alternativa.

El Estado abona el salario de los capellanes de hospitales y cárceles y de los profesores de Religión, paga capillas universitarias y restaura patrimonio eclesial, concierta colegios con el Opus, los Salesianos o los Jesuitas y hospitales con la Orden de San Juan de Dios... Además, la Iglesia se beneficia en la práctica de una exención fiscal generalizada, que no sólo abarca a edificios de culto o con finalidad social o educativa, sino también a viviendas, tiendas, aparcamientos... Un estatus que le permite obtener lucro de inmuebles con los que no paga impuestos, en una situación que, en el caso de Italia, ya ha sido declarada contraria al principio de libre competencia por parte de la justicia europea. A esto se suma una consentida opacidad de sus ingresos por entradas a sus templos y un vericueto legal de origen franquista por el que los obispados han realizado miles de inmatriculaciones, incluyendo bienes que han sido objeto de venta posterior.

"La necesidad perentoria de una renta básica en este momento no debería ser una coartada para una especie de subsidio permanente que retirase del horizonte de las personas el poder ejercer un trabajo y desarrollar sus capacidades", dijo Argüello. Esa "renta básica en este momento" podrían ser los acuerdos del 76-79, imprescindibles para que la Iglesia hiciera su propia "transición" desde la consustancialidad con el régimen nacionalcatólico al modelo aconfesional. Pero ha acabado siendo una "coartada" para "poder ejercer un trabajo y desarrollar sus capacidades". Es decir, vivir de sus fieles. Sin el Estado, ¿qué sería de la Iglesia?

Europa Laica

El presidente de Europa Laica, Antonio Gómez Movellán, pone el énfasis en el discurso social de la Iglesia, que no suele apuntar a las causas de la desigualdad, sino sólo a su síntoma, la pobreza, de la que se presenta como bálsamo. No en vano, no ha habido empeño del Vaticano más constante en los últimos tres papados que el de neutralizar la Teología de la Liberación, de raíz marxista, el más elaborado intento del siglo XX de vincular cristianismo con transformación social. "En el tiempo del post-covid esperemos que la solidaridad se imponga a la caridad y el Gobierno no tire el dinero público regalándoselo a esta organizaciones religiosas que en nombre de la caridad, condenan a los pobres a la pobreza y a la humillación. Preferimos una renta mínima que una cola de hambre en el comedor de Cáritas. Preferimos los derechos sociales a la caridad. Pero mucho nos tememos que el negocio de la caridad está de vuelta", señala.

A juicio de Gómez Movellán, las palabras de Argüello demuestran cómo la Iglesia continúa viviendo de la pobreza, no contra la misma. "Todas las iglesias y religiones aspiran a tener influencia entre los más pobres y a ser sus portavoces ante los Estados. Detrás de las religiones y su expansión se encuentran sus organizaciones de caridad, un gran negocio que ya se ha adaptado al tiempo del capitalismo digital", señala Gómez Movellán, para quien "el mismo concepto de caridad es aberrante y contrario a la solidaridad". "En nuestro país, entre 2010 y 2012, estas organizaciones tomaron un papel muy protagonista y las colas de pobres y desempleados ante los comedores de Cáritas o del Banco de Alimentos, organización controlada por el Opus Dei, fueron la imagen de la crisis. Hoy ya estas organizaciones de la Iglesia católica ya están pidiendo dinero en las televisiones y redes sociales", señala.

Fuente: Infolibre

Los partidos políticos se embolsan 14 millones en subvenciones en los tres primeros meses del año



El sindicato anarcosindicalista CNT-AIT siempre ha estado contra las subvenciones a Partidos Políticos, Sindicatos, Patronal, Iglesia Católica o cualquier otra secta religiosa. La CNT-AIT, por decisión propia, se financia íntegramente con la cuota y aportaciones de sus afiliad@s y simpatizantes. La CNT-AIT no mantiene ni tiene liberad@s sindicales. La CNT-AIT no participa en la farsa de las elecciones sindicales, siendo nuestra apuesta la sección sindical y la asamblea de trabajador@s. Creemos en la autogestión y como tal la practicamos.

Los partidos con representación en el Congreso de los Diputados recibirán casi 14 millones de euros en subvenciones para afrontar “los gastos de funcionamiento ordinario” y sufragar su ‘factura’ de seguridad durante el primer trimestre de 2020. Así lo publica este viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE), que detalla las partidas estatales que cada formación recibe para atender su día a día.

Según la resolución del 15 de abril de la Dirección General de Política Interior, las formaciones del arco parlamentario cuentan con una subvención de algo más de 13 millones de euros para sus gastos ordinarios, a los que se suman casi 700.000 para seguridad. De esta manera, por ejemplo, el PSOE ingresa 3.595.757,58 euros para “atender” su “funcionamiento” y otros 184.631,37 para su seguridad.

El PP, por su parte, recibe una subvención este primer trimestre del año de 2.928.615,90 euros, a lo que se suman 150.375,66. En cuanto a Vox, recoge el BOE, percibe 2.018.671,11 euros del Estado más 103.652,73. Esta cifra supera a lo que cobran Podemos y Ciudadanos juntos. Y es que, el subidón de los de Santiago Abascal en las pasadas elecciones generales se nota en sus cuentas.

Los morados tienen una subvención para estos gastos de 899.911,38 y 46.207,77 euros, sin contar a IU, que percibe 316.185,09 y 16.235,16 en concepto de “funcionamiento ordinario” y sufragar su seguridad. Respecto a los naranjas, cuentan con 741.998,07 y 38.099,37 de ayudas estos tres primeros meses del año.

Perdiendo el norte



Con la amenaza del coronavirus, lo que cabría esperar es que se trabajara al unísono para frenar la expansión del virus, por encima de cualquier consideración política, racial o religiosa. Sin embargo, el gobierno de Israel redobla su agresión al pueblo palestino destruyendo clínicas, derribando casas y arrancando olivos.

Los meses de marzo y abril de 2020 serán recordados no sólo por la pandemia sino también por la violencia que ejercen las autoridades israelíes sobre las poblaciones que están decididas a destruir: las palestinas que viven bajo ocupación en los grandes guetos erigidos por Israel, los ciudadanos palestinos de Israel, y los que languidecen en las cárceles israelíes. Además, están las comunidades ultra-ortodoxas, o judíos Haredi, que viven en comunidades aparte, a las que el Estado de Israel desprecia y agrede.

La negligencia y violencia de las autoridades sionistas, junto a la insensibilidad de la sociedad israelí, son síntoma de una sociedad inherentemente racista. Una sociedad que es incapaz de mostrar un mínimo grado de compasión por el sufrimiento ajeno.

Es un hecho que la expansión del coronavirus entre el pueblo palestino representa también un peligro para los judíos de Israel. Sin embargo, las autoridades y sus varias agencias siguen destruyendo clínicas, demoliendo casas, y haciendo redadas en ciudades y barrios en vez de ofrecer la ayuda necesaria para frenar el contagio.

Aparte del COVID-19, otra de las plagas con la que los palestinos tienen que convivir es la de esos grupos de adolescentes judíos que se hacen llamar “Youth Hilltop” (la Juventud de la Cumbre). Aunque el nombre puede sonar simpático, los chicos de este grupo están adoctrinados en la violencia racista, al punto de ser capaces de quemar a una familia entera palestina en su propia casa.

La violencia de estas bandas siempre ha estado bien vista por las autoridades sionistas, incluso cuando a veces se pasan de la raya. De ahí que sus miembros nunca sean castigados, ni siquiera si cometen asesinatos. La pandemia del coronavirus no ha frenado la permisividad del Estado de Israel con estas bandas terroristas, que, de hecho, han incrementado sus ataques a la población palestina.

Según un informe de la ONU, entre el 17 y el 30 de marzo, esta violencia ha aumentado un 78 por ciento. El informe, que fue incluso citado por el medio pro-sionista The Jerusalem Post, referencia “al menos 16 ataques de colonos israelíes” que “resultaron en cinco palestinos heridos y cantidad de daños a sus propiedades”.

La ONU especificaba que estos ataques “incluyen apedrear vehículos, destrozar infraestructuras y agresiones físicas”. En la región de Gush Etzion, donde residen y son adoctrinadas muchas de las bandas de judíos violentos, “se arrancaron unos 100 olivos de propiedad palestina, y en Hebrón dañaron o robaron las cámaras de vigilancia instaladas en una casa y una escuela”.

El Día de los Presos Palestinos, que se conmemoraba este mes de abril, puso en el punto de mira la miserable realidad que se vive en las prisiones israelíes. Aunque las autoridades son remisas a dar información, se sabe que hay casos de coronavirus dentro de ellas. Sobresaturadas, con falta de higiene y atención sanitaria adecuada, las prisiones son potenciales focos de infección masiva.

Addameer, la Asociación de Apoyo a Presos y Derechos Humanos, informó recientemente sobre un prisionero palestino que fue puesto en aislamiento debido a que presentaba síntomas de coronavirus. Sin embargo, las condiciones de una celda de aislamiento no son las mejores para una persona enferma. En el caso del preso Nourredin Sarsour, sólo se supo que estaba infectado cuando fue puesto en libertad.

El medio The Palestine Chronicle informó hace poco de que las autoridades israelíes cerraron un centro donde se hacían pruebas de coronavirus. Fue en Silwan, ciudad palestina de 55.000 habitantes fronteriza a la Ciudad Vieja de Jerusalén. Según Sami Mshasha, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA por sus siglas en inglés), “Israel ha impedido que su organización facilite a los palestinos de la Jerusalén ocupada los servicios sanitarios relativos al coronavirus”.

Mshasha también ha revelado a la agencia de noticias palestina WAFA que las medidas de Israel son “continuación” de las restricciones impuestas a las actividades de la UNRWA en Jerusalén “tras el reconocimiento por parte de EE.UU de Jerusalén como capital de Israel y el traslado de su embajada a esta ciudad desde Tel Aviv”. Además, Palestine Chronicle informa que, según fuentes israelíes, “la razón principal de esta forma de actuar del gobierno israelí es prevenir cualquier actividad de la Autoridad Palestina en Jerusalén”.

No es la primera vez que Israel interfiere cuando las organizaciones palestinas proveen de servicios muy necesarios a los residentes de Jerusalén Este. El problema es que mientras las autoridades de Israel impiden a las organizaciones palestinas proveer estos servcios, Israel tampoco lo hace.

Según el doctor Yousef Jabareen, miembro del Knesset (parlamento israelí) por la lista de Árabes Unidos, las autoridades de Israel han realizado más de 200.000 tests de coronavirus. De ellos, menos del 10 por ciento se han hecho en ciudades habitadas por ciudadanos palestinos en Israel, dejándoles vulnerables y sin información crucial sobre la amplitud del virus en sus comunidades.

También se ha sabido de un fuerte brote de coronavirus en las ciudades de Dayr el-Asad y Al-Ba'ane, al norte de Palestina. Igualmente preocupante es el sistema de apartheid que fuerza a los beduinos palestinos del Naqab a vivir en núcleos abarrotados, en condiciones de extrema pobreza, con falta de agua e infraestructuras y un Estado que no les da recursos para paliar el avance del virus.

Si se mira la definición de delito de genocidio que da la ONU y se compara con los diversos métidos con que Israel mata a los palestinos o simplemente les deja morir, las similitudes saltan a la vista. La cuestión es cuándo se decidirá el mundo a sancionar a Israel por la comisión de estos crímenes contra la humanidad.

Fuente:

https://www.mintpressnews.com/settler-violence-attacks-haredi-jews-coronavirus-laying-israeli-attitudes-bare/266761/

Para leer





"Mujeres Libertarias en Jerez"
El Sindicato de Emancipación Femenina. Pioneras del feminismo en la ciudad
Autores: Aurore E. Van Echelpoel - Francisco J. Cuevas Noa
Calumnia Edicions, Colección Colossus, 12. Mallorca 2020
92 págs. Rústica 18×13 cm

En Abril de 1936 se constituye en Jerez el Sindicato de Emancipación Femenina, adherido a la CNT, con 1.500 mujeres trabajadoras de distintas profesiones que pretenden avanzar en derechos y construir un mundo nuevo en igualdad.

De tendencia anarcofeminista, este Sindicato está presidido por María Luisa Cobo, y en un recorrido fulgurante protagoniza protestas para mejorar las condiciones de las empleadas de hogar, establece clases de alfabetización, se implica en la defensa de inquilinas de alquileres de casas e involucra a numerosas trabajadoras de la localidad, que piden romper con la vieja opresión para crear un mundo nuevo. No lo tuvieron fácil, puesto que muchos de sus compañeros de militancia tampoco entendieron su lucha.

La represión franquista acabó brutalmente con este incipiente movimiento feminista y obrero a la vez, y parece que el olvido tapó cualquier rastro de esa lucha. Pero la Memoria persiste, y las autoras de este texto han podido reconstruir, en parte, su historia.

martes, 21 de abril de 2020

Ya está disponible para descargar el nº 111 de "Todo por Hacer" (Abril 2020)



Todo Por Hacer es una publicación anarquista que se edita mensualmente en Madrid. Se distribuye de forma gratuita en esta ciudad y se puede descargar en www.todoporhacer.org

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Artículos














Recomendaciones






Crisis sanitaria, social, de cuidados, laboral, de vivienda, ecológica, de libertades…

El coronavirus siembra dolor a su paso, no solo por las muertes que provoca, sino porque en unas pocas semanas ha arrasado con centenares de miles de empleos, militarizado el espacio público y despertado el policía interior de nuestras vecinas. Ahora más que nunca se evidencia que las enfermedades se explican por las ciencias naturales, pero también se construyen socialmente.

Nos vemos confinadas a nuestros domicilios. Algunas lo hacemos por solidaridad con la población de riesgo (mal llamadas personas “vulnerables”, cuando la realidad es que han sido “vulnerabilizadas” por el sistema), otras lo hacen por temor a la represión estatal. El caso es que, por razones obvias, por primera vez en más de nueve años no podemos llevar nuestro periódico a imprenta, ni repartirlo en manifestaciones y puntos de distribución habituales.

Pero el paréntesis que se ha abierto en nuestra rutina no significa que no podamos abordar las dimensiones políticas y sociales de la crisis del coronavirus desde una perspectiva crítica. Por ello, os traemos la primera edición puramente digital de Todo por Hacer. En este número exploramos la crisis que vivimos desde diferentes puntos de vista: el crecimiento del poder estatal con la declaración del estado de alarma, las medidas laborales que protegen a las empresas a costa de la clase trabajadora, los recortes en Sanidad que han agravado la situación médica y la culpa que tiene el capitalismo en su expansión, entre otras cuestiones.

Tirada: Online
Contacto: todoporhacer@riseup.net
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¿Cuándo se empieza a cobrar la prestación por ERTE?




Son muchas las dudas que se plantean l@s trabajador@s afectad@s. Los requisitos varían según la comunidad autónoma, si bien, en principio, no hay que hacer gestiones extra con el SEPE, algunas comunidades están estableciendo sus propias reglas.

Los cerca de cuatro millones de trabajador@s afectad@s por un ERTE como consecuencia de la Covid-19 han pasado de la primera reacción de inquietud por las consecuencias, a preguntarse cuánto, cuándo y de qué forma van a poder cobrar la prestación. En este sentido, son las cuestiones sobre el papeleo y el procedimiento a seguir, la cuantía a la que tienen derecho y la compatibilidad con otros ingresos, las que centran ahora sus preocupaciones.

A ello se añade la incertidumbre sobre cuándo van a poder cobrar. La avalancha de expedientes ha desbordado al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), y a much@s trabajador@s no les ha llegado aún la notificación del empleador avisándoles de que su ERTE está aprobado.

¿Hay que estar dado de alta en el desempleo para cobrar la prestación?

En principio, no. Pero dependerá de la comunidad autónoma del/la trabajador/a. Si bien se ha establecido que sea la empresa quien comunique y solicite el desempleo en nombre de l@s trabajador@s, facilitando todos los datos necesarios, hay reglas particulares. Alguna comunidad autónoma, como es el caso de Cataluña, están exigiendo adicionalmente que el/la trabajador/a se encuentra de alta como demandante de empleo si no lo había estado con anterioridad

¿Te tienen que comunicar la aprobación de la prestación?

Por regla general, el SEPE debería comunicar la aprobación o denegación del desempleo. Sin embargo, en este escenario tan excepcional, todo parece indicar que dicha comunicación no se producirá. El hecho de que el decreto ley de medidas urgentes del pasado 17 de marzo exonere a est@s trabajador@s del cumplimiento de los requisitos de cotización mínima para tener derecho al desempleo, relaja esta exigencia.

L@s afectad@s pueden consultar, no obstante, el estado de su prestación a través de la sede electrónica del SEPE. Según calcula el organismo, se reconoce un 90 % de las prestaciones que actualmente tramitan.

Un/a trabajador/a que ha sido incluid@ en un ERTE en marzo, ¿desde cuándo empieza a cobrarlo?

A partir del 3 de mayo. Esta es la fecha aproximada en la que la mayor parte de trabajador@s afectados por un ERTE en marzo y abril ingresarán la prestación. Normalmente, se cobra entre el día 10 y 15 del mes siguiente al que se genera el derecho, sin embargo, la avalancha de expedientes presentados ha provocado una situación excepcional.

Por este motivo, el Ministerio de Trabajo, ha indicado que en el mes de mayo se va a adelantar el pago al día 3, fecha en la que también se abonarán los atrasos. Es decir, lo pendiente del mes de marzo y lo correspondiente al mes de abril.

Hay que tener en cuenta, que el trabajador/a tendrá derecho a cobrar el desempleo desde la fecha de ejecución del ERTE. Esta fecha es la que tiene que comunicar a la plantilla afectada. Por regla general, añade, la fecha de ejecución del ERTE por fuerza mayor está coincidiendo con el inicio del estado de alarma, pero puede variar. En los ERTE convencionales, se ejecutarán en el momento en que la empresa comunique su decisión final tras el período de negociaciones.

En la cuantía de la prestación, ¿se tienen en cuenta los hij@s a cargo?

Si, el SEPE tiene en cuenta si el trabajador/a tiene hij@s a su cargo. De esta forma, el máximo de la cuantía de la prestación por desempleo es de 1.098,09 euros en caso de no tener hij@s, si bien este límite puede aumentar a 1.254,98 euros si se tiene un hij@, o hasta 1.411,83 euros en caso de dos hij@s o más. Por el contrario, la cuantía mínima a cobrar es de 501,98 euros cuando no se tienen hij@s, subiendo a 671,40 euros en caso de haberlos.

¿Qué ocurre con las pagas extra (la de julio, por ejemplo)?

Depende de si se trata de un ERTE de suspensión del contrato o un ERTE de reducción de jornada, en el primer caso no se devengan, por lo que se restaría este tiempo de la próxima extra; y en el segundo se cobraría la parte proporcional que se trabaja.

En caso de no cobrar a tiempo, ¿se pueden pedir intereses?

Solo en caso de que no se reciba el cobro en los tres meses siguientes al del reconocimiento del desempleo. En dicho caso, estaríamos hablando del interés legal del dinero.

¿Hasta cuándo se cobra?

La prestación por desempleo se cobrará hasta que finalice el ERTE por el que el/la trabajador/a se ha visto afectad@. A este respecto, si el empresari@ ha previsto como fecha para su finalización la del levantamiento del estado de alarma (según lo previsto en el decreto ley), lo ideal es que vaya informando a l@s trabajador@s de las prórrogas del mismo.

¿Se puede compatibilizar el cobro de un ERTE con un sueldo?

Si el/la trabajador/a que se encuentra cobrando el desempleo consigue un contrato de trabajo a tiempo parcial, puede elegir entre compatibilizar su cobro o suspenderlo. En la situación actual, esta suspensión no tiene mucho sentido, puesto que su cobro no va a computar a los efectos de agotar paro.

En caso de compatibilización, el/la trabajador/a verá reducido proporcionalmente el importe de la prestación, en relación al tiempo trabajado. Es decir, se resta del importe de la prestación la parte proporcional al tiempo trabajado.

¿En qué circunstancias no se cobra prestación, aun estando incluido en el ERTE?

Todos l@s trabajador@s incluid@s tienen derecho a la prestación. Estarán excluidos aquell@s que ya tenían suspendido el contrato y venían cobrando otro tipo de prestación. Por ejemplo, por incapacidad temporal, maternidad, paternidad, etcétera. En el momento en que finalicen esas prestaciones, pasarán a cobrar el desempleo.

Si la autoridad laboral deniega el ERTE, ¿cuál es la situación del/la trabajador/a?

En caso de que la autoridad laboral deniegue el ERTE, la empresa deberá pagar los salarios que no hubiese abonado al/la trabajador/a, por lo que est@ tendrá derecho a reclamar el sueldo no percibido. El/la trabajador/a deberá seguir trabajando, aunque extremándose las medidas de prevención de riesgos a fin de evitar contagios.