lunes, 7 de septiembre de 2015

Perdiendo el norte



Cuatro Policías Nacionales entran en una sala de cine y detienen la proyección de una película para cambiar de butacas a una familia..

17.25 horas, "Cines Yelmo" en Jerez de la Frontera (Cádiz). Una película con apenas 13 espectadores perdidos entre 500 butacas. De repente se congela la imagen, se encienden las luces y entran cuatro policías nacionales. Es lo más parecido a un golpe de Estado. La Policía se dirige a un hombre que está sentado junto a tres chicos, y lo normal es pensar en alguna de las opciones que con rapidez se vienen a la mente: peligroso terrorista yihaidista, pedófilo, asunto de drogas... nada de eso. La persona en cuestión se había sentado en un lugar que no le correspondía. Un delito demasiado grave como para llamar a los Guardias de Seguridad más cercanos y abundantes. Era un tema de Estado que había que cortar de raíz. Una manera contundente de enseñar a los tres niños que hay que sentarse en el lugar correcto, aunque el cine esté semi-vacío.

La persona afectada resultó ser un abogado y ha interpuesto la pertinente denuncia. La reflexión que nos queda es lo bien que va todo, la tranquilidad y el sosiego de una sociedad que utiliza a la Policía Nacional para casos de esta índole. ¡Qué país, Mariano...qué país!