Nueve équidos muertos, más de 60 intervenciones por maltrato animal y tres mulos incautados por no ser aptos para trabajar por su avanzada edad. Es el saldo que deja este año la romería del Rocío, celebrada entre el 14 y el 24 de mayo, según los datos recopilados por la organización El Refugio del Burrito, encargada, junto al Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), de velar por el bienestar animal durante la celebración.
Son cifras que reflejan el sufrimiento animal que aún persiste en esta fiesta andaluza. En El Rocío, según las mismas fuentes, participan normalmente unos 20.000 equinos y 200 bueyes.
Uno de los caballos muertos este año era un ejemplar de edad muy avanzada (al menos más de 26 años) que cayó de repente mientras tiraba de un carro. En esta Romería se utilizan más de 2.000 caballos, burros y bueyes. Sólo entre 2007 y 2018 han muerto cerca de 200 caballos.
Mención aparte merecen los caballos de alquiler, arrendados por personas sin experiencia y que en ocasiones ha provocado las peores imágenes de maltrato posible. Es el caso de dos condenados por abandonar a un caballo que habían alquilado al que dejaron atado a un árbol sin agua ni comida y que, al final, acabo muriendo. Es inaceptable el trato que reciben los animales en festejos populares y es el deber de las autoridades competentes y el de todos el velar por el bienestar animal y por la conservación del medio ambiente del espacio protegido en el que se celebran, como es el caso de la Romería de El Rocío.
