viernes, 6 de marzo de 2009

Crisis


La economía del país ha entrado en recesión. El PIB (Producto Interior Bruto) está en valores negativos. Lo que representa que en España no se crea riqueza.
Los verdaderos creadores de riqueza somos los trabajadores, pero ésta sólo se refleja en la sociedad de manera muy escasa, dado que la mayor parte queda concentrada en pocas manos (banqueros, empresarios, especuladores…). Los trabajadores sólo tenemos eso, nuestro trabajo, y ahora más de tres millones de nosotros no podemos ejercer nuestro derecho a trabajar, supuestamente garantizado en la Constitución y que, en realidad, brilla por su ausencia.
Hemos atravesado más de una década de bonanza económica, y los índices del crecimiento económico aumentaron muchísimo. Fue así durante la etapa del "España va bien" de Aznar y, después, en el tiempo de la "economía de Champions League" de Zapatero. Hasta el punto de que el Estado español pretendía entrar en el grupo de los países más ricos del mundo.

Las empresas y los bancos españoles han ganado mucho dinero. Mientras, las condiciones laborales se han ido deteriorando -ya estuviera el PP o el PSOE en el gobierno-, además de intentar engañarnos con la tan manida "moderación salarial" a la que siempre se refiere la patronal para que, según ellos, la creación de puestos de trabajo sea factible. Durante tantos años de bonanza económica sólo nos han dado precariedad laboral y pobreza salarial. Así, el producto de esta situación ha sido que la única posibilidad de poder disfrutar de necesidades básicas como la vivienda (derecho garantizado en su Constitución) haya sido hipotecarse durante la mayor parte de la vida. Hemos tenido que empeñar nuestra capacidad productiva de 20, 30 o más años para poder disfrutar de nuestro derecho a una vivienda digna. Y lo más grave es que muchos trabajadores no tienen ni esa posibilidad por el aumento desenfrenado de los precios.
Siempre nos han dicho que el esfuerzo productivo de la clase trabajadora se vería reflejado en la sociedad para llegar al "estado del bienestar" donde toda la población podría disfrutar y tener cubiertas todas las necesidades básicas. Pues bien, lo que tenemos es que muchos trabajadores y sus familias pueden perder de golpe todo aquello por lo que tanto han luchado.
Ahora la situación económica ha cambiado, por lo que deben cambiar las condiciones del "mercado laboral" para que los que se lucran del trabajo ajeno sigan obteniendo grandes beneficios. El gobierno de turno ha de adoptar las medidas que beneficien a los capitalistas en detrimento de los trabajadores, esto es: más "flexibilidad" (facilitar y abaratar el despido), más "moderación salarial" (salarios aún más bajos), más precariedad y menos derechos.
Los gobiernos han salido en auxilio de banqueros y empresarios introduciendo liquidez en el mercado… o sea, más dinero para los capitalistas; dinero del Estado que tampoco se reinvertirá en la sociedad. Nos roban por dos veces, de nuestra producción usurpada en un primer momento por empresarios y banqueros y, acto seguido, de la parte usurpada por el Estado que debería invertirse en la sociedad. Se olvidaron del supuesto "estado del bienestar", se quitaron la careta: todo para los amos, nada para los explotados.
La causa de la presente crisis es clara, ya se ha dicho en todos los foros: la avaricia de los capitalistas por querer acaparar más sin control ninguno; el aumento del valor de las cosas por encima del valor real. Las consecuencias de ello las estamos empezando a sufrir con el paro y la falta de movimiento de dinero, de lo que somos los principales damnificados. Si, como dicen, intentando culparnos, la crisis se debe a la falta de consumo por parte de las familias, ¿por qué no han repartido una parte de los cientos de miles de millones de euros dados a los capitalistas entre el pueblo, para que se lo gaste en tapar los agujeros que tanto nos agobian y no nos dejan ser felices? La respuesta es clara: para nosotros sólo quieren el esfuerzo diario y para ellos el beneficio, aunque sea por encima de nuestro cadáver (y, para muestra, ahí está el terrorismo patronal de los "accidentes" laborales).
Es hora de cambiar el curso de los acontecimientos. No podemos permitir que sigan tratándonos de esta manera. Hemos de enfrentarnos a los hechos y oponer resistencia ante sus intenciones. Para ello la clase trabajadora ha de darse cuenta de que nada nos darán si no luchamos por ello, asociándonos todos en una gran organización obrera que nos dé la fuerza que ahora no tenemos.
No podemos confiar en los sindicatos amarillos que cobran del Estado porque nunca irán contra los intereses de quien los mantiene. Necesitamos esa organización de trabajadores mantenida por los propios trabajadores que luche por los intereses de los trabajadores sin condición alguna. Esta gran central sindical obrera está llamada a ser de nuevo la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), único sindicato del país que no se vende al Estado y al Capital y que lucha con todas sus fuerzas para cambiar las condiciones establecidas por los poderosos.
Llamamos a todos los trabajadores y sufridores del día a día a que den un paso adelante y comiencen con la resistencia acudiendo a la manifestación convocada en Madrid por la CNT el sábado 28 de marzo y que dará comienzo a las 6 de la tarde desde Embajadores a Sol para alzar la voz y gritar bien fuerte que no estamos conformes y que queremos cambios que nos beneficien positivamente para conseguir una sociedad más justa e igualitaria… Una sociedad basada en la anarquía.

Grupo Tierra