Su verdadero nombre era Josefa Carpena Amat, pero siempre fue conocida como Pepita. Nació en Barcelona el 19 de diciembre de 1919.
Su padre fue militante del sindicato anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Ella misma se convirtió en miembro activo de la CNT a los 14 años de edad, en el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos. Se incorporó a la Federación de Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), donde se apagará su sed de lectura, con obras de Balzac, Zola y Rousseau, así como por clásicos de los anarquistas Anselmo Lorenzo y Mijaíl Bakunin.
Durante la Revolución Española, en julio de 1936, Pepita recuerda su deseo de unirse a la Columna Durruti contando una edad de 16 años, pero el compañero Buenaventura Durruti, que la recibió en persona, le aconsejó diciéndole que sería más útil en la retaguardia.
En abril, se crea la organización de mujeres anarquistas o Mujeres Libres. Pepita contacta con la profesora Pilar Grangel, quien le invita a participar comenzando a defender criterios de la igualdad real con los hombres en la lucha. Esta tarea la iba intercalando con su trabajo en una fábrica de fabricación de granadas para el frente, y con su labor en la Secretaría de Propaganda del Comité Regional de Mujeres Libres. En este periodo, organiza numerosos debates y charlas señalando el ansia de libertad en el trabajo, entre las mujeres y los cambios en sus perspectivas en una sociedad profundamente machista.
"Ellas querían terminar con las tradiciones machistas. Incluso aquellas que no tenían el hábito de la lucha y las ideas bien definidas y sabían lo que querían ".
Se ve obligada a abandonar España tras la victoria fascista en 1939, junto con decenas de miles de refugiados, y se instala en Marsella donde conoce al anarquista ruso Voline, moviendose en un estado de semiclandestinidad. "Yo estaba maravillada al poder conocer a Voline, este veterano de la revolución rusa ..."
Con el fin de la guerra, participa activamente en la reconstrucción de la CNT y de la FIJL en el exilio, y se opone firmemente a los reformistas dentro de la CNT. Uno de sus amigos íntimos, Raúl Carballeira, regresa a España para llevar a cabo trabajos clandestinos, es descubierto y acribillado a balazos por disparos de la policía franquista en los Jardines de Montjuich en Barcelona en 1945.
A partir de abril de 1992 a junio de 1993, Pepita se dedica a escribir sus memorias en castellano. Hizo la traducción al francés de la primera edición denominada "Toute une vie: memories", publicado en el año 2000. También contribuyó a dos obras colectivas: una de estas "Mujeres Libres; Luchadoras Libertarias", también fue traducida al francés.
Participó en las actividades del Centro Internacional de Investigación del Anarquismo (CIRA) de Marsella en 1979. De hecho, fue coordinadora del CIRA-Marsella de 1988 a 1999.
Pepita se encargaba de acoger a la gente a la biblioteca y de los archivos en lengua española participando en muchas de sus conferencias y debates, que contribuyeron al boletín del CIRA en muchas ocasiones y escribió numerosos artículos para la prensa anarquista francesa y española: Cenit, CNT, el Syndicaliste, Ideas, Orto, y Solidaridad Obrera. Intervino en el debate sobre Feminismo y postfeminismo en la Exposición Internacional y en los días de debate que se celebraron en Barcelona, cuyas deliberaciones aparecieron como libro en el año 1994.
Pepita aparece en varios documentales sobre los anarquistas como de "Toda una vida" y "Autre Futur" y también actuó sobre el escenario en varias ocasiones.
Pepita muere el día 5 de junio en Marsella y es incinerada en Aix-en-Provence el 8 de junio de 2005.
Su padre fue militante del sindicato anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Ella misma se convirtió en miembro activo de la CNT a los 14 años de edad, en el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos. Se incorporó a la Federación de Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), donde se apagará su sed de lectura, con obras de Balzac, Zola y Rousseau, así como por clásicos de los anarquistas Anselmo Lorenzo y Mijaíl Bakunin.
Durante la Revolución Española, en julio de 1936, Pepita recuerda su deseo de unirse a la Columna Durruti contando una edad de 16 años, pero el compañero Buenaventura Durruti, que la recibió en persona, le aconsejó diciéndole que sería más útil en la retaguardia.
En abril, se crea la organización de mujeres anarquistas o Mujeres Libres. Pepita contacta con la profesora Pilar Grangel, quien le invita a participar comenzando a defender criterios de la igualdad real con los hombres en la lucha. Esta tarea la iba intercalando con su trabajo en una fábrica de fabricación de granadas para el frente, y con su labor en la Secretaría de Propaganda del Comité Regional de Mujeres Libres. En este periodo, organiza numerosos debates y charlas señalando el ansia de libertad en el trabajo, entre las mujeres y los cambios en sus perspectivas en una sociedad profundamente machista.
"Ellas querían terminar con las tradiciones machistas. Incluso aquellas que no tenían el hábito de la lucha y las ideas bien definidas y sabían lo que querían ".
Se ve obligada a abandonar España tras la victoria fascista en 1939, junto con decenas de miles de refugiados, y se instala en Marsella donde conoce al anarquista ruso Voline, moviendose en un estado de semiclandestinidad. "Yo estaba maravillada al poder conocer a Voline, este veterano de la revolución rusa ..."
Con el fin de la guerra, participa activamente en la reconstrucción de la CNT y de la FIJL en el exilio, y se opone firmemente a los reformistas dentro de la CNT. Uno de sus amigos íntimos, Raúl Carballeira, regresa a España para llevar a cabo trabajos clandestinos, es descubierto y acribillado a balazos por disparos de la policía franquista en los Jardines de Montjuich en Barcelona en 1945.
A partir de abril de 1992 a junio de 1993, Pepita se dedica a escribir sus memorias en castellano. Hizo la traducción al francés de la primera edición denominada "Toute une vie: memories", publicado en el año 2000. También contribuyó a dos obras colectivas: una de estas "Mujeres Libres; Luchadoras Libertarias", también fue traducida al francés.
Participó en las actividades del Centro Internacional de Investigación del Anarquismo (CIRA) de Marsella en 1979. De hecho, fue coordinadora del CIRA-Marsella de 1988 a 1999.
Pepita se encargaba de acoger a la gente a la biblioteca y de los archivos en lengua española participando en muchas de sus conferencias y debates, que contribuyeron al boletín del CIRA en muchas ocasiones y escribió numerosos artículos para la prensa anarquista francesa y española: Cenit, CNT, el Syndicaliste, Ideas, Orto, y Solidaridad Obrera. Intervino en el debate sobre Feminismo y postfeminismo en la Exposición Internacional y en los días de debate que se celebraron en Barcelona, cuyas deliberaciones aparecieron como libro en el año 1994.
Pepita aparece en varios documentales sobre los anarquistas como de "Toda una vida" y "Autre Futur" y también actuó sobre el escenario en varias ocasiones.
Pepita muere el día 5 de junio en Marsella y es incinerada en Aix-en-Provence el 8 de junio de 2005.