CUBA
Pese al temperamento revolucionario y libertario del pueblo cubano, al movimiento obrero fue poco floreciente y definido, por lo que seria necesario estudiar las causas. Es Cuba una de las republicas mas afortunadas por su excelente clima, posición geográfica, fertilidad de su suelo y subsuelo. No obstante su población obrera vive en la mayor desdicha, azotada por regimenes dictatoriales que se suceden los unos a los otros, impuestos siempre desde el extranjero. Habría de hallarse el origen de tales sinsabores en la dependencia económica total que la Isla ha sufrido por parte de los Estados Unidos, como consecuencia del proceso que siguió la lucha por la Independencia del dominio español.
La acción por la Independencia se despertó tardíamente si se tiene en cuenta la época en que resulto triunfante en los otros países de América. En los últimos 50 años de dominio español se libro una guerra sin perdón entre la población y las fuerzas españolas que hubieron de concentrar considerables esfuerzos para poder mantenerse en ésta pequeña Isla de apenas 115.000 kilómetros cuadrados. Los crímenes imputables al Imperio español provocaron tales protestas que dieron pretexto a la intervención de los Estados Unidos, ansiosos por su parte de ensanchar su campo de acción. La campaña de Cuba valió para estos últimos el aporte de las Filipinas y de Puerto Rico (en detrimento de España) además de la predominancia paternalista sobre Cuba misma. Los cubanos hubieron de emplear las armas contra sus «benefactores aliados» para en 1909 obtener una cierta independencia. Hasta 1925 se gozo de una cierta libertad cívica que permitió el desarrollo del movimiento obrero. La «era de Machado» abre el proceso de dictaduras que desemboca en Batista, «liberador» primero y dictador después, con el beneplácito estadounidense. El presente «castrista» es la consecuencia de cuarenta años de oprobio y de una lucha encarada en el afán de obtener una independencia efectiva.
Las publicaciones anarquistas aparecen en Cuba con anterioridad a 1890 y constituyen prueba tangible de la existencia de un movimiento formal, ya que «El Productor» se publico en primera serie de 167 números, a partir de 1887. La segunda serie comienza en 1889 (siempre en La Habana) y llegaba a su numero 78 el 10 de agosto de 1890. (Cit. Max Nettlau. Contribución a la Bibliografía Anarquista. Certamen de «La Protesta». Buenos Aires, 1927). Cita Nettlau una serie de títulos de publicaciones de aquella época, aparecidos tanto en La Habana como en otras localidades del país. Vale decir que el movimiento anarquista se organiza en Cuba bajo la impulsión directa de militantes españoles, con anterioridad a la independencia de la dominación española. Antes de la aparición de «Et Productor», definidamente anarquista y que sigue la trayectoria del periódico del mismo titulo que se publicaba entonces en Barcelona, se registra (como fecha probable a partir de 1880) un periódico sindical titulado «El Obrero», en tanto que en Santa Clara, aparece «Acracia». En los años 10 de este siglo se publicó el semanario «Tierra» en La Habana, de signo anarquista.
De 1890 a 1914 se afirma y revigoriza el movimiento obrero determinado por los anarquistas, apareciendo mas de veinte títulos en localidades como Guanahacoa, Puerto Príncipe, Regla, Santa Clara y, naturalmente, en La Habana. Dice M. Nettlau que «se encuentran algunos detalles sobre el movimiento cubano en la necrología de Enrique Roig y San Martín, reimpresa en «La Idea Libre», Madrid, 22 de febrero 1896». Y por otra parte, en cuanto a los problemas de la independencia de Cuba se discutió en periódicos como «El Despertar», de New York; «El Esclavo», de Tampa y, en un suplemento de «El Proletario», de Key West, Florida, apareció un trabajo titulado: «Opinión de los mas preeminentes anarquistas sobre la cuestión de Cuba»
Todos estos antecedentes acreditan el hecho de que nació en Cuba el movimiento obrero organizado bajo la inspiración directa de hombres bregados en las luchas sociales y participantes de la Internacional. No hemos de olvidar la influencia liberal de hombres como José Martí, explotado que fue y es por todos los políticos de turno. Pero la orientación de las luchas sociales tuvo un carácter definido siempre enfrentado con la invasión americana económico-paternalista y con los gobiernos de fuera que se sucedían sin discontinuidad. A la persistencia dictatorial de estos gobiernos -guiados y amparados por los intereses plutocráticos estadounidenses- se debe la orientación que fue adquiriendo la lucha social en Cuba. Los grupos patrióticos nacionalistas se unían a las entidades políticos avanzadas y a los grupos sindicales libertarios formando frente común contra las dictaduras. La amalgama y los roces producidos restaban fuerza finalista a las organizaciones sindicales, por otra parte sometidas a largos periodos de clandestinidad, sujetos los militantes a persecuciones y encarcelamientos, amordazada la prensa, etc...
Durante mas de un decenio quedaron como puntales libertarios el Sindicato Gastronómico, uno de los mas importantes del país, cañeros y portuarios. Pero la representación genuina la constituía la Asociación Libertaria de Cuba. La influencia de estos organismos poseía fundamental importancia hasta el extremo de que la Confederación Obrera y otros grupos sindicales no adhirió jamás al gobierno de turno, como ocurrió en la Argentina de Perón y sucede mas o menos a través del mundo.
Los libertarios se hallaron en primera fila en la lucha contra Machado y contra Batista. Contribuyeron con el «Movimiento del 19 de Julio» en las acciones de Sierra Maestra y en toda la acción guerrillera. Camilo Cienfuegos, pro-libertario, se hallaba entre los 12 sobrevivientes de Sierra Maestra. Murió en un accidente de avión, no se sabe exactamente cómo. Los libertarios no aceptaron la situación creada por el «castrismo», situación que fue degenerando en una entrega decidida al control moscovita.
Perseguidos por el nuevo régimen, sin organizaciones propias, los libertarios escogieron la clandestinidad, el exilio, la oposición. Fusilados o encarcelados suman decenas y decenas... Pero la vieja influencia libertaria se halla latente en los espíritus. Renacerá. Y volverán a restablecerse los órganos representativos de aquella AIT que se hayó al origen de las actividades sociales que se desarrollaron en Cuba en fondo y trascendencia.
Pese al temperamento revolucionario y libertario del pueblo cubano, al movimiento obrero fue poco floreciente y definido, por lo que seria necesario estudiar las causas. Es Cuba una de las republicas mas afortunadas por su excelente clima, posición geográfica, fertilidad de su suelo y subsuelo. No obstante su población obrera vive en la mayor desdicha, azotada por regimenes dictatoriales que se suceden los unos a los otros, impuestos siempre desde el extranjero. Habría de hallarse el origen de tales sinsabores en la dependencia económica total que la Isla ha sufrido por parte de los Estados Unidos, como consecuencia del proceso que siguió la lucha por la Independencia del dominio español.
La acción por la Independencia se despertó tardíamente si se tiene en cuenta la época en que resulto triunfante en los otros países de América. En los últimos 50 años de dominio español se libro una guerra sin perdón entre la población y las fuerzas españolas que hubieron de concentrar considerables esfuerzos para poder mantenerse en ésta pequeña Isla de apenas 115.000 kilómetros cuadrados. Los crímenes imputables al Imperio español provocaron tales protestas que dieron pretexto a la intervención de los Estados Unidos, ansiosos por su parte de ensanchar su campo de acción. La campaña de Cuba valió para estos últimos el aporte de las Filipinas y de Puerto Rico (en detrimento de España) además de la predominancia paternalista sobre Cuba misma. Los cubanos hubieron de emplear las armas contra sus «benefactores aliados» para en 1909 obtener una cierta independencia. Hasta 1925 se gozo de una cierta libertad cívica que permitió el desarrollo del movimiento obrero. La «era de Machado» abre el proceso de dictaduras que desemboca en Batista, «liberador» primero y dictador después, con el beneplácito estadounidense. El presente «castrista» es la consecuencia de cuarenta años de oprobio y de una lucha encarada en el afán de obtener una independencia efectiva.
Las publicaciones anarquistas aparecen en Cuba con anterioridad a 1890 y constituyen prueba tangible de la existencia de un movimiento formal, ya que «El Productor» se publico en primera serie de 167 números, a partir de 1887. La segunda serie comienza en 1889 (siempre en La Habana) y llegaba a su numero 78 el 10 de agosto de 1890. (Cit. Max Nettlau. Contribución a la Bibliografía Anarquista. Certamen de «La Protesta». Buenos Aires, 1927). Cita Nettlau una serie de títulos de publicaciones de aquella época, aparecidos tanto en La Habana como en otras localidades del país. Vale decir que el movimiento anarquista se organiza en Cuba bajo la impulsión directa de militantes españoles, con anterioridad a la independencia de la dominación española. Antes de la aparición de «Et Productor», definidamente anarquista y que sigue la trayectoria del periódico del mismo titulo que se publicaba entonces en Barcelona, se registra (como fecha probable a partir de 1880) un periódico sindical titulado «El Obrero», en tanto que en Santa Clara, aparece «Acracia». En los años 10 de este siglo se publicó el semanario «Tierra» en La Habana, de signo anarquista.
De 1890 a 1914 se afirma y revigoriza el movimiento obrero determinado por los anarquistas, apareciendo mas de veinte títulos en localidades como Guanahacoa, Puerto Príncipe, Regla, Santa Clara y, naturalmente, en La Habana. Dice M. Nettlau que «se encuentran algunos detalles sobre el movimiento cubano en la necrología de Enrique Roig y San Martín, reimpresa en «La Idea Libre», Madrid, 22 de febrero 1896». Y por otra parte, en cuanto a los problemas de la independencia de Cuba se discutió en periódicos como «El Despertar», de New York; «El Esclavo», de Tampa y, en un suplemento de «El Proletario», de Key West, Florida, apareció un trabajo titulado: «Opinión de los mas preeminentes anarquistas sobre la cuestión de Cuba»
Todos estos antecedentes acreditan el hecho de que nació en Cuba el movimiento obrero organizado bajo la inspiración directa de hombres bregados en las luchas sociales y participantes de la Internacional. No hemos de olvidar la influencia liberal de hombres como José Martí, explotado que fue y es por todos los políticos de turno. Pero la orientación de las luchas sociales tuvo un carácter definido siempre enfrentado con la invasión americana económico-paternalista y con los gobiernos de fuera que se sucedían sin discontinuidad. A la persistencia dictatorial de estos gobiernos -guiados y amparados por los intereses plutocráticos estadounidenses- se debe la orientación que fue adquiriendo la lucha social en Cuba. Los grupos patrióticos nacionalistas se unían a las entidades políticos avanzadas y a los grupos sindicales libertarios formando frente común contra las dictaduras. La amalgama y los roces producidos restaban fuerza finalista a las organizaciones sindicales, por otra parte sometidas a largos periodos de clandestinidad, sujetos los militantes a persecuciones y encarcelamientos, amordazada la prensa, etc...
Durante mas de un decenio quedaron como puntales libertarios el Sindicato Gastronómico, uno de los mas importantes del país, cañeros y portuarios. Pero la representación genuina la constituía la Asociación Libertaria de Cuba. La influencia de estos organismos poseía fundamental importancia hasta el extremo de que la Confederación Obrera y otros grupos sindicales no adhirió jamás al gobierno de turno, como ocurrió en la Argentina de Perón y sucede mas o menos a través del mundo.
Los libertarios se hallaron en primera fila en la lucha contra Machado y contra Batista. Contribuyeron con el «Movimiento del 19 de Julio» en las acciones de Sierra Maestra y en toda la acción guerrillera. Camilo Cienfuegos, pro-libertario, se hallaba entre los 12 sobrevivientes de Sierra Maestra. Murió en un accidente de avión, no se sabe exactamente cómo. Los libertarios no aceptaron la situación creada por el «castrismo», situación que fue degenerando en una entrega decidida al control moscovita.
Perseguidos por el nuevo régimen, sin organizaciones propias, los libertarios escogieron la clandestinidad, el exilio, la oposición. Fusilados o encarcelados suman decenas y decenas... Pero la vieja influencia libertaria se halla latente en los espíritus. Renacerá. Y volverán a restablecerse los órganos representativos de aquella AIT que se hayó al origen de las actividades sociales que se desarrollaron en Cuba en fondo y trascendencia.