'Mussolini era demasiado bueno...'
He aquí las declaraciones con las que el honorable senador Marcello Del’Utri, uno de los más leales lugartenientes de Silvio Berlusconi, se acaba de descolgar:
«Mussolini perdió la guerra porque era demasiado bueno. No era para nada un dictador despiadado y sanguinario como podía ser Stalin. Leyendo sus diarios, día tras días durante cinco años, del 35 al 39, es decir, en la vigilia de la decisión de entrar en un conflicto mundial ya iniciado, le puedo asegurar que encuentro a Mussolini un hombre extraordinario y de gran cultura. Un gran escritor, a la altura de Montanelli, cuyos diarios parecen las crónicas de un enviado especial, con frases breves y adjetivaciones eficaces como raramente he leído», sostiene Dell’Utri en la entrevista que ha concedido a una web televisiva.
«No fue culpa de Mussolini si el fascismo se convirtió en un regimen horrendo. Hay testimonios escritos del Duce en los que critica a sus hombres que han traicionado el fascismo, construyendo uno a su medida basado en el chantaje y la violencia. Su fascismo (el de Mussolini) era de naturaleza socialista».
Y, por si no fuera suficiente, añade: «No tengo miedo a ser impopular con estas revelaciones, busco solo la verdad. Yo no tengo ninguna intención de hacer apología del ni del fascismo ni de Mussolini. He descubierto en los diarios de Mussolini la figura de un gran hombre. Cometió errores y ha sido condenado por la historia. Pero de esos escritos surge una figura distinta de aquella que han proyectado los historiadores vencedores. No era un payaso, no era un ignorante y mucho memos una persona sanguinaria. Era un buen hombre. Mussolini era una gran persona que cometió errrores».
En 2004 el Tribunal de Palermo le condenó nueve años de cárcel por concurso externo en asociación mafiosa. «La pluralidad de actividades llevadas a cabo por Dell’Utri, han constituido una concreta, voluntaria, consciente, específica y preciosa ayuda al mantenimiento, consolidación y reforzamiento de Cosa Nostra», decía la sentencia.
Antes, en 1999, ya fue condenado con sentencia firme a dos años y tres meses de reclusión por fraude fiscal y facturas falsas. Y ahí le tienen, sentado en la Cámara Alta italiana y defendiendo las virtudes de Mussolini.
He aquí las declaraciones con las que el honorable senador Marcello Del’Utri, uno de los más leales lugartenientes de Silvio Berlusconi, se acaba de descolgar:
«Mussolini perdió la guerra porque era demasiado bueno. No era para nada un dictador despiadado y sanguinario como podía ser Stalin. Leyendo sus diarios, día tras días durante cinco años, del 35 al 39, es decir, en la vigilia de la decisión de entrar en un conflicto mundial ya iniciado, le puedo asegurar que encuentro a Mussolini un hombre extraordinario y de gran cultura. Un gran escritor, a la altura de Montanelli, cuyos diarios parecen las crónicas de un enviado especial, con frases breves y adjetivaciones eficaces como raramente he leído», sostiene Dell’Utri en la entrevista que ha concedido a una web televisiva.
«No fue culpa de Mussolini si el fascismo se convirtió en un regimen horrendo. Hay testimonios escritos del Duce en los que critica a sus hombres que han traicionado el fascismo, construyendo uno a su medida basado en el chantaje y la violencia. Su fascismo (el de Mussolini) era de naturaleza socialista».
Y, por si no fuera suficiente, añade: «No tengo miedo a ser impopular con estas revelaciones, busco solo la verdad. Yo no tengo ninguna intención de hacer apología del ni del fascismo ni de Mussolini. He descubierto en los diarios de Mussolini la figura de un gran hombre. Cometió errores y ha sido condenado por la historia. Pero de esos escritos surge una figura distinta de aquella que han proyectado los historiadores vencedores. No era un payaso, no era un ignorante y mucho memos una persona sanguinaria. Era un buen hombre. Mussolini era una gran persona que cometió errrores».
En 2004 el Tribunal de Palermo le condenó nueve años de cárcel por concurso externo en asociación mafiosa. «La pluralidad de actividades llevadas a cabo por Dell’Utri, han constituido una concreta, voluntaria, consciente, específica y preciosa ayuda al mantenimiento, consolidación y reforzamiento de Cosa Nostra», decía la sentencia.
Antes, en 1999, ya fue condenado con sentencia firme a dos años y tres meses de reclusión por fraude fiscal y facturas falsas. Y ahí le tienen, sentado en la Cámara Alta italiana y defendiendo las virtudes de Mussolini.