Hace un año, Coca-cola emprendia una de esas campañas de lavado de cara tan típicas en estos tiempos que corren. La empresa lanzó unos anuncios en Australia con el titular "Madre, A Desmentir Mitos", protagonizado por la actriz australiana Kerry Armstrong, y con afirmaciones del tipo "la Coca-Cola es segura para los niños". El anuncio intentaba terminar con "mitos" como que la coca-cola no engorda o que no daña los dientes: "Ahora que he descubierto qué es mito y qué no, es bueno saber que nuestra familia puede seguir disfrutando una denuestras bebidas favoritas... Mis niños ahora me llaman ’Mamá, la desmiente-mitos’", decía la actriz en el anuncio. Pero la ACCC, Comisión de Competencia y del Consumidor de Australia ha conseguido que la empresa tenga que rectificar la publicidad justamente por aquello que intentaba desmitificar: porque la coca-cola no es muy saludable que digamos. Debido a la popularidad del anuncio, la revista médica ’The Lancet’ también ha tratado este asunto, analizando las estrategias que utiliza normalmente el sector de la alimentación: "Las medias verdades, la utilización de famosos para protagonizar las campañas y la relación de un producto con propiedades saludables son algunas de las técnicas más empleadas por las empresas de alimentación para promocionarse. Unas estrategias muy similares a las que empleaba la industria del tabaco", señalaba en un editorial la revista.