La dimisión de Pedro Custodio al frente de la ejecutiva provincial de UGT, ha terminado por descabezar a la "organización sindical" (?) en la provincia. Todos los miembros de la dirección gaditana presentaron ayer su renuncia. Custodio y diez integrantes de la ejecutiva provincial del "sindicato socialista" optaron por darse el piro.
Esta renuncia en masa, o por cojones, provocó una reunión en la sede de la avda. de Andalucía, en la que una gestora provisional se hizo cargo de la dirección del "sindicato" colaboracionista en la provincia hasta que se establezca una nueva ejecutiva.
La dimisión de Pedro Custodio, presentada el jueves, tendría como desencadenante «la influencia en la vida personal y familiar» de polémicas "asociadas" al cargo.
Estos "sindicalistas" destaparon gastos a cuenta de UGT de teléfonos móviles a opíparas cenas de difícil justificación. Aunque la comisión de garantías confederal resolvió que no había pruebas suficientes para sancionar a Custodio, sus conclusiones dejaban en "mal lugar" al secretario provincial.
El escrito definitivo recomendaba austeridad en "determinados gastos" y suponía, darle un toque de atención, pero sin consecuencias prácticas. La resolución incluía mensajes como: «A esta comisión le preocupa enormemente que el dinero de la organización pueda ser malgastado en otras cuestiones que no sean directamente "sindicales", ( a saber a que llamaran "cuestiones sindicales" ). Hay ciertos gastos en UGT-Cádiz de difícil respuesta desde el ámbito estrictamente "sindical", que deberían haber sido controlados, investigados y suprimidos por los órganos responsables».
Ese revés fue lo que hizo reventar la situación de tensión interna que se respira en UGT-Cádiz. Entonces, Antonio Pavón, antiguo colaborador de Custodio, perdió el congreso para dirigir la UGT provincial por un estrecho margen de votos. Desde aquel "fatídico día", el cruce de acusaciones, internas o públicas, y el juego sucio, no ha cesado entre ambos sectores.
Esta renuncia en masa, o por cojones, provocó una reunión en la sede de la avda. de Andalucía, en la que una gestora provisional se hizo cargo de la dirección del "sindicato" colaboracionista en la provincia hasta que se establezca una nueva ejecutiva.
La dimisión de Pedro Custodio, presentada el jueves, tendría como desencadenante «la influencia en la vida personal y familiar» de polémicas "asociadas" al cargo.
Estos "sindicalistas" destaparon gastos a cuenta de UGT de teléfonos móviles a opíparas cenas de difícil justificación. Aunque la comisión de garantías confederal resolvió que no había pruebas suficientes para sancionar a Custodio, sus conclusiones dejaban en "mal lugar" al secretario provincial.
El escrito definitivo recomendaba austeridad en "determinados gastos" y suponía, darle un toque de atención, pero sin consecuencias prácticas. La resolución incluía mensajes como: «A esta comisión le preocupa enormemente que el dinero de la organización pueda ser malgastado en otras cuestiones que no sean directamente "sindicales", ( a saber a que llamaran "cuestiones sindicales" ). Hay ciertos gastos en UGT-Cádiz de difícil respuesta desde el ámbito estrictamente "sindical", que deberían haber sido controlados, investigados y suprimidos por los órganos responsables».
Ese revés fue lo que hizo reventar la situación de tensión interna que se respira en UGT-Cádiz. Entonces, Antonio Pavón, antiguo colaborador de Custodio, perdió el congreso para dirigir la UGT provincial por un estrecho margen de votos. Desde aquel "fatídico día", el cruce de acusaciones, internas o públicas, y el juego sucio, no ha cesado entre ambos sectores.