viernes, 30 de septiembre de 2011

Anarquismo y software libre


¿Es el Software Libre un movimiento anarquista? ¿Son tan importantes las libertades que aporta a sus usuarias y usuarios o lo es más la comunidad que se genera? ¿Qué papel juega la economía capitalista en estas comunidades? ¿y la anarquista? Estas son algunas de las preguntas que trataremos de responder en este breve artículo. Para ello revisaremos textos fundacionales, revisionistas, así como la historia de algunas comunidades de Software Libre paradigmáticas.

¿Qué es Anarquismo?

El anarquismo es un pensamiento político que, buscando la máxima libertad para los individuos y las comunidades, se opone a los dos grandes pilares en los que se sustenta la sociedad capitalista: la autoridad y la propiedad privada. Para ello, ve en el asamblearismo, el federalismo, la ayuda mutua, la autogestión y la acción directa el modo de organización y acción necesaria para construir la sociedad anarquista.

¿Qué es el Software Libre?

Según GNU Software Libre es cualquier programa informático que cumpla con las siguientes libertades:

  • La libertad de ejecutar el programa, para cualquier propósito (libertad 0).
  • La libertad de estudiar cómo trabaja el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
  • La libertad de redistribuir copias para que pueda ayudar al prójimo (libertad 2).
  • La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (la 3ª libertad). Si lo hace, puede dar a toda la comunidad una oportunidad de beneficiarse de sus cambios. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.

Un lector avispado estará pensando teniendo estas libertades ¿el software se convierte en una propiedad colectiva?. La respuesta es sí, pero con algún matiz. Sí, porque tu puedes compartir el software con tu comunidad libremente con el código original o modificado. Sin embargo, no pienses que por ser software libre tienes la obligación de redistribuir el código que se modifica tan solo ofreces esa libertad a tus usuarias/usuarios. Tampoco pienses que el software no tiene un propietario, lo tiene y éste tiene la capacidad de modificar la licencia y es quien se va a personar en un juicio en caso de que alguien incumpla la licencia con la que se protegen estas libertades.

En la práctica en las comunidades de Software Libre se practica la ayuda mutua resolviendo dudas de usuarios/as o desarrolladores/as o resolviendo errores encontrados por otros/as. Si bien no hay asambleas físicas, las listas de correo funcionan como espacios de decisión y acción bastante horizontales. También hay autogestión pues es quien tiene el problema quien tiene que mover el culo para resolverlos.

Pero como ya he dicho ésto es lo que en la práctica ocurre, pero el que tenga la etiqueta de Software Libre no garantiza a priori la existencia de éstas prácticas ácratas. Y, de hecho, cada vez más aparecen empresas capitalistas que se acercan al Software Libre con poco interés en crear estas comunidades de ayuda mutua.

La Primera Comunidad que Comparte el Software. La Comuna Emacs

Bien vayamos a dónde empezó todo, a los laboratorios de Inteligencia Artificial del MIT en los 70. En esos tiempos la computación era un bien escaso del que disfrutaban investigadores como Richard Stallman. Stallman vivió aquellos años enganchado a la programación, programar era algo divertido en lo que pasaba días y noches y a nadie se le ocurría no compartir el software. Vivía desarrollando un editor de texto llamado “Emacs” junto a otros brillantes programadores.

Richard Matthew Stallman es un programador estadounidense y fundador del movimiento por el software libre en el mundo. Es principalmente conocido por el establecimiento de un marco de referencia moral, político y legal para el movimiento del software libre, como una alternativa al desarrollo y distribución del software no libre o privativo. Es también inventor del concepto de copyleft (aunque no del término), un método para licenciar software de tal forma que su uso y modificación permanezcan siempre libres y queden en la comunidad.

Sin embargo, esa comunidad sufrió un doble ataque por parte de la naciente industria del software privativo. En primer lugar, las nuevas máquinas que se creaban impedían la cooperación y, por otro lado, la mayoría de los hackers del laboratorio fueron contratados por “Symbolic”, una empresa que acabaría sacando una versión privativa de Emacs.

De esta manera, con la idea de hacer sobrevivir esa comunidad originaria, Stallman inventó el concepto de Software Libre, unas licencias de software que garantizaban esas libertades, un proyecto voluntarista (GNU) al que cualquiera podía adherirse y una fundación para financiar todo esto (FSF).

Así, si bien el software libre no viene del anarcosindicalismo puro y duro, sí viene de una cultura libertaria basada en la ayuda mutua y la propiedad colectiva.

Open Source, Linux y el Bazar

Bien, Richard Stallman y sus colaboradores desarrollarían un montón de código del nuevo sistema operativo libre que había en sus corazones. Pero había una pieza que no estaba terminada del todo: el kernel del sistema. Ellos estaban desarrollando GNU Hurd, un kernel distribuido muy potente. Mientras tanto, Linus Torvalds un joven estudiante finlandés a quién le estaban enseñando sistemas operativos decidió aplicar los conocimientos de la academia para desarrollar linux, un kernel con la licencia GPL de GNU (Linus no quería que su software fuera de GNU, pero le interesaba las posibilidades para la cooperación con otros que le otorgaba la licencia). Con ese software tan sencillo y académico mucha gente empezó a colaborar con él y el código se extendió y extendió. En GNU se dieron cuenta que utilizando Linux su sistema estaría acabado por lo que decidieron añadirlo y bautizar el sistema operativo como GNU/Linux.

El desarrollo de GNU/Linux es uno de los ejemplos más prominentes de software libre; todo su código fuente puede ser utilizado, modificado y redistribuido libremente por cualquiera bajo los términos de la GPL (Licencia Pública General de GNU, en inglés: General Public License) y otra serie de licencias libres.

Fue en esos años cuando apareció Eric S. Raymond, un hacker de GNU y la FSF crítico con como se estaban haciendo las cosas allí y maravillado con el éxito y el modu operandi de Linux. Entre otros textos, escribió “La Catedral y el Bazar” un artículo que quién lo lee entiende que promulga la descentralización, el valor del desarrollo en comunidad… pero que en realidad fué escrito para criticar el modo de hacer las cosas de GNU. No contento con eso fué uno de principales impulsores de la Open Source Initiative. Esta organización, ya menos activa en la actualidad, trató de sustituir el nombre de “Software Libre” por “Código Abierto”, o como se diría en inglés, “Free Software” por “Open Source”. Si bien el motivo era que “free” en inglés significa tanto libre como gratis y “open” podía definir un poco mejor el término en la práctica, esto sirvió para que las empresas no tuvieran que referirse al software libre en los términos éticos de libertad y pudieran hablar en términos de eficacia o eficiencia.

Desde un punto de vista anarquista y moral, lo interesante del Movimiento por el Software Libre son las libertades que pueden transmitirse a la sociedad, más allá de la eficacia técnica o monetaria de las herramientas. Con la moda del “Open Source” han surgido compras millonarias, suculentos contratos, software libre mezclado con software privativo, burbujas especulativas y una serie de intereses que hace que las empresas u organizaciones que apuestan por el Software Libre no lo hagan por una apuesta ética de un mundo libre, sino por la lógica de ganar pasta ya. Lo cierto es que empresas multimillonarias como Facebook, Google, o Machintosh se aprovechan en su arquitectura de productos de mucho software libre para hacer aplicaciones privativas.

¿Queda algo de los principios anarquistas dentro de esas empresas capitalistas que generan desigualdades económicas tan profundas? El Software Libre licenciado con licencias copyleft hace que lo que es Software Libre lo siga siendo participen empresas capitalistas o no en su producción, o dicho de otra manera, lo que es propiedad colectiva no se descolectiviza. Obviamente, las trabajadoras y trabajadores de empresas capitalistas contratados para desarrollar Software Libre, sufren la lógica de las jerarquías empresariales, presiones para trabajar, horas extras y la represión si se organizan para defender sus derechos laborales. Sin embargo, en caso de despido o cambio voluntario de trabajo, el trabajador puede utilizar los conocimientos adquiridos y su práctica profesional con menos impedimentos que si desarrollara o usara software privativo. De este modo, desarrollando software libre para una empresa adquieres “algunos” derechos laborales, pero hay que seguir teniendo en cuenta que uno no deja de estar sometido a un contrato laboral, un régimen de semiesclavitud, y por lo tanto hay que tener en cuenta cuestiones como el salario, presencia de actividad sindical, jornada laboral, convenio, etc.

Piratear Software

Si usas Software Privativo lo cómodo es seguir usándolo, pirateando el software. La copia de software debería ser un derecho universal, por tanto, no es inmoral a pesar de ser ilegal. Pero cuando tienes una copia pirata de tu software favorito privativo sigues sin tener las libertades de modificar el software y adaptarlo a tus necesidades. Si no sabes programar tal vez pienses que esas libertades no son para tí, pero tal vez tengas un amigo que sabe programar y te puede hacer el favor o a lo mejor te apetece contratar a alguien que programe por tí, de la misma manera que pagas a un fontanero para que te arregle la tubería.

Aún así, sigues pensando que lo más “anarquista” que puedes hacer por la libertad de copia (la que me interesa) es piratear software de esa gran compañía de software que obtiene pingües beneficios y así tendrá alguna pérdida (jeje). Antes de hacerlo considera lo siguiente: gran parte del software privativo mantiene su posición de monopolio por el hábito de las personas a usar ese software, que en muchas ocasiones no es ni siquiera mejor técnicamente que las opciones libres. Pero como todo el mundo lo usa, esto crea un efecto multiplicador que hace que se siga usando. Esto es lo que se conoce como el efecto qwerty. Al usar software libre estás luchando contra esa inercia social, mientras que usando software pirata estás sin quererlo alimentando a la bestia.

Hacer militancia con Software Libre

Si crees en la sociedad anarquista y se te da bien programar u otras áreas de la informática, usar o desarrollar Software Libre en tu tiempo libre es una opción, pero te recomendamos que lo hagas siguiendo las necesidades informáticas de tu sindicato o el grupo anarquista al que pertenezcas. Si esas necesidades no son de tu interés también puede echar un vistazo a la lista de proyectos de alta prioridad de la FSF que son los proyectos considerados críticos por esta fundación para que el Software Libre prevalezca en la sociedad.

Quiero instalar Software Libre

Si quieres puedes instalar Software Libre en un sistema operativo privativo, pero ya que te pones da el paso completo. Si quieres una distribución GNU/Linux con solo Software Libre echa un vistazo a http://www.gnu.org/distros/free-distros.html, donde hay una recopilación de las distribuciones que cumplen esta propiedad. La distribución GNU/Linux más usada y con diferencia es Ubuntu, desarrollada por una empresa llamada Canonical. Lo que hizo Canonical fué contratar a un montón de desarrolladores de un proyecto voluntarista llamado Debian y a golpe de regalar CDs y hacer una interfaz gráfica más amigable, convirtió a Ubuntu en la distribución más usada. Debian y Ubuntu tienen Software Libre y Software No Libre, pero diferencian claramente qué es Software Libre y qué no lo es.

Si lo tuyo son los teléfonos móviles, Android es un sistema operativo para móviles que basado en software libre mete software privativo. Puedes considerar instalar Replicant o al menos usar Fdroid para descargar software libre para ese sistema.

El proyecto Debian nació como una apuesta por separar en sus versiones el software libre del software no libre. El modelo de desarrollo del proyecto es ajeno a motivos empresariales o comerciales, siendo llevado adelante por los propios usuarios, aunque cuenta con el apoyo de varias empresas en forma de infraestructuras.

Desde la CNT AIT no podemos más que animar a todos los usuarios a que den el salto al software libre. Si bien muy pocos trabajadores somos informáticos, esto nos atañe a todos puesto que la inmensa mayoría empleamos practicamente a diario software informático. En un mundo en el que las nuevas tecnologías adquieren cada vez más relevancia no podemos dejar de lado esta lucha.

¡Salud, comunidad y libertad!