viernes, 16 de septiembre de 2011

Crónica de una muerte anunciada

La factoría de Astilleros de Sevilla está apuntando su cierre ante la falta de actividad "de presente y futuro", según han indicado fuentes del sector y fuentes de los trabajadores, quienes se han encerrado de forma indefinida y anuncian movilizaciones ante lo que ellos consideran "una falta de cumplimiento por parte de la Junta de Andalucía".

Fuentes del sector han indicado que la situación de la factoría es "tremenda" toda vez que "no hay armadores, ni hay proyecto de presente ni de futuro". "A la problemática económica de la empresa se han sumado las muchas incertidumbres en el sector", han agregado las fuentes.

Así las cosas el consejero de Empleo, Manuel Recio, ha reconocido este viernes "dificultades" para encontrar una solución y ha manifestado que la administración está "expectante" ante las negociaciones entre la empresa y los trabajadores. Al mismo tiempo, el presidente, José Antonio Griñán, ha garantizado este viernes "el mayor apoyo" para los trabajadores y sus familias en caso de que finalmente cierren estas instalaciones.

Recio ha afirmado que la Junta está "trabajando desde hace tiempo" en la búsqueda de una solución "que tiene que ser de iniciativa privada" y que cuente con un "plan de viabilidad".

"Parece ser hay dificultades del armador que en principio iba a comprar algunas de las unidades en construcción", ha explicado el consejero de Empleo.

En este sentido que ha reiterado que la Junta está "expectante" ante como "evolucionan esas negociaciones" y ha asegurado que "en función de esa evolución se irá informando".

Por su parte, representantes de UGT y CCOO ha afirmado que la Junta les ha comunicado el cierre inminente del Astillero de Sevilla. En declaraciones a los periodistas ante las puertas de la factoría naval sevillana, el presidente del comité de empresa en funciones, Joaquín Martínez, ha informado de que este jueves por la tarde la Junta convocó a los sindicatos para anunciarles el cierre de Astilleros de Sevilla ante la imposibilidad de encontrar financiación para acometer la carga de trabajo pendiente.

El cierre del Astillero de Sevilla, que está en concurso de acreedores desde hace casi un año, supondrá el despido de unos ochenta trabajadores fijos y otros veinte de las empresas auxiliares, que desde mayo, cuando concluyó un ERE de suspensión temporal de empleo, se incorporaron a labores de mantenimiento.

Los trabajadores de la atarazana sevillana -sin actividad desde hace unos dos años- han decidido este viernes en asamblea iniciar un encierro indefinido y el próximo lunes anunciarán un calendario de movilizaciones para intentar evitar el cierre de la industria naval.

Astilleros de Sevilla pasó a manos de una empresa privada en 2006 y en 2009 ante los problemas derivados de una elevada deuda, la Junta asumió el control y nombró a un administrador único para gestionar la empresa con el objetivo de intentar buscar financiación o un inversor para mantener la actividad.

Los sindicatos han exigido a la Junta una reunión al máximo nivel con el consejero de Economía, Innovación y Empresa, Antonio Avila, porque la Junta "no se puede lavar las manos" después de tener a los trabajadores "dos años engañados" con "reuniones y buenas palabras".

Los encargados de comunicar esa decisión este jueves a los sindicatos fueron los viceconsejeros de Economía, Luis Nieto, y de Empleo, Justo Mañas, lo que ha llevado a los sindicatos a criticar que los consejeros no hayan "dado la cara y hayan mandado a los segundos de a bordo".

El responsable del comité de empresa ha denunciado que los trabajadores se sienten "engañados y decepcionados" con la Junta porque han estado año y medio en la "incertidumbre y martirizados" para que el astillero finalmente se cierre.

"Para ellos es irreversible pero para nosotros no porque seguiremos peleando", ha advertido Joaquín Martínez.

El responsable de la federación del metal de UGT-Sevilla, Juan Antonio Caravaca, ha censurado la "inutilidad tremenda" de los dos viceconsejeros y ha denunciado los incumplimientos de la Junta para reactivar la factoría tras lo acuerdos a los que llegaron el pasado mes de abril con los representantes sindicales.

Aunque los barcos que estaban pendientes de construir han sido anulados por los armadores, Caravaca ha sostenido que eso no es un problema porque son barcos que se pueden vender en el mercado.

Ha insistido en que el problema es conseguir financiación (unos 170 millones para los tres barcos en cartera), pero ha aclarado que no piden que la Junta "ponga dinero a fondo perdido" sino que después lo recuperaría.