Los zoológicos de Madrid, Guillena (Sevilla) y Castellar de la Frontera son «los peores» en el trato que se da en estos espacios a los animales, según la organización Igualdad Animal, que ha denunciado a ocho zoológicos españoles en las consejerías competentes en materia de fauna de la Comunidad de Madrid, la Junta de Andalucía, la Comunidad Valenciana y la Generalitat de Cataluña.
En rueda de prensa, la portavoz de Igualdad Animal, Sharon Núñez, ha señalado que estas denuncias administrativas interpuestas este martes revelan que hay indicios de venta ilegal de animales salvajes en el zoo de Guillena y que implicarían al de Madrid; de maltrato a los animales, de falta de atención veterinaria a los mismos, y de que los ejemplares viven hacinados y sufren una situación de estrés físico y psicológico.
Núñez ha explicado que Igualdad Animal ha recopilado estos datos a lo largo de un año en visitas a los zoos de Madrid, Barcelona, Biopark y Rio Safari Park, en la Comunidad Valenciana, así como a los zoológicos andaluces de Guillena-Las Pajanosas (Sevilla), Córdoba, Castellar y el zoobotánico de Jerez de la Frontera. En total han inspeccionado 226 recintos de animales salvajes terrestres que albergaban 271 individuos de 155 especies diferentes.
Además, ha añadido que una activista de la organización se infiltró en el zoológico de Sevilla desde el 15 de junio al 21 de agosto, un periodo en el que realizó diversas grabaciones con cámara oculta en las que presuntamente uno de los responsables del parque reconoce que se venden animales entre zoos y señalando que una pareja de tigres puede costar unos 60.000 euros.
Concretamente, ha puesto de ejemplo que en el zoo de Jerez hay un mandril que se quita las plumas de los brazos por estrés, igual que varios loros y papagayos que han perdido prácticamente su plumaje; las lesiones por contacto de una cebra que no ha recibido tratamiento veterinario en el Zoo de Madrid, donde también apunta a que los delfines sufren laceraciones en su pico, al igual que en el de Barcelona, donde han encontrado un buitre expuesto con un ala rota y una fractura visible al público.
«En todos los visitados los animales tienen daños en sus patas porque el tipo de suelo que pisan no es como el sustrato de su hábitat natural», ha agregado la portavoz que ha subrayado que también «son evidentes» los problemas en las dentaduras y los problemas nutricionales.
Igualmente, expone la falta de higiene que provoca graves problemas de salud a los animales cautivos, algo que observó en los zoológicos de Castellar y de Madrid, donde hay acumulación excesiva de escombros, incluyendo comida, heces y basura.
Por otro lado, ha criticado la actitud de los visitantes a los zoos, pues, en su opinión, la función educativa de estos, a veces acaba con personas lanzando piedras a los animales, dando golpes a los cristales y jaulas donde están las fieras, produciéndoles estrés.
Sobre el zoo de la localidad sevillana, donde se infiltró la activista, Igualdad Animal afirma tener indicios de que se podría estar realizando ventas ilegales de animales, según reconocería un responsable del zoológico a cámara oculta. Asimismo, la activista recogió imágenes donde se agrede a un león que es «utilizado repetidamente» en televisión y en cine o de la «negación de acceso veterinario a una leona (Chata) porque 'vale dinero'» y teniendo que sacrificarla finalmente.
Por ello, en sus denuncias solicitan las sanciones económicas que sean pertinentes así como el «cierre definitivo» de estos zoológicos. Sin embargo, para Núñez, es «casi más importante» realizar esta «denuncia ante la sociedad para exigir que los animales dejen de ser expuestos».
Finalmente, Igualdad Animal ha anunciado que iniciarán una campaña de sensibilización a nivel nacional en la que «se opone a mantener animales en cautividad para el entretenimiento o bajo un aparente mensaje educativo o por fines conservacionistas» y en la que insta a la población a no visitar zoológicos ni ninguna instalación que explote animales para el beneficio humano.
En rueda de prensa, la portavoz de Igualdad Animal, Sharon Núñez, ha señalado que estas denuncias administrativas interpuestas este martes revelan que hay indicios de venta ilegal de animales salvajes en el zoo de Guillena y que implicarían al de Madrid; de maltrato a los animales, de falta de atención veterinaria a los mismos, y de que los ejemplares viven hacinados y sufren una situación de estrés físico y psicológico.
Núñez ha explicado que Igualdad Animal ha recopilado estos datos a lo largo de un año en visitas a los zoos de Madrid, Barcelona, Biopark y Rio Safari Park, en la Comunidad Valenciana, así como a los zoológicos andaluces de Guillena-Las Pajanosas (Sevilla), Córdoba, Castellar y el zoobotánico de Jerez de la Frontera. En total han inspeccionado 226 recintos de animales salvajes terrestres que albergaban 271 individuos de 155 especies diferentes.
Además, ha añadido que una activista de la organización se infiltró en el zoológico de Sevilla desde el 15 de junio al 21 de agosto, un periodo en el que realizó diversas grabaciones con cámara oculta en las que presuntamente uno de los responsables del parque reconoce que se venden animales entre zoos y señalando que una pareja de tigres puede costar unos 60.000 euros.
Concretamente, ha puesto de ejemplo que en el zoo de Jerez hay un mandril que se quita las plumas de los brazos por estrés, igual que varios loros y papagayos que han perdido prácticamente su plumaje; las lesiones por contacto de una cebra que no ha recibido tratamiento veterinario en el Zoo de Madrid, donde también apunta a que los delfines sufren laceraciones en su pico, al igual que en el de Barcelona, donde han encontrado un buitre expuesto con un ala rota y una fractura visible al público.
«En todos los visitados los animales tienen daños en sus patas porque el tipo de suelo que pisan no es como el sustrato de su hábitat natural», ha agregado la portavoz que ha subrayado que también «son evidentes» los problemas en las dentaduras y los problemas nutricionales.
Igualmente, expone la falta de higiene que provoca graves problemas de salud a los animales cautivos, algo que observó en los zoológicos de Castellar y de Madrid, donde hay acumulación excesiva de escombros, incluyendo comida, heces y basura.
Por otro lado, ha criticado la actitud de los visitantes a los zoos, pues, en su opinión, la función educativa de estos, a veces acaba con personas lanzando piedras a los animales, dando golpes a los cristales y jaulas donde están las fieras, produciéndoles estrés.
Sobre el zoo de la localidad sevillana, donde se infiltró la activista, Igualdad Animal afirma tener indicios de que se podría estar realizando ventas ilegales de animales, según reconocería un responsable del zoológico a cámara oculta. Asimismo, la activista recogió imágenes donde se agrede a un león que es «utilizado repetidamente» en televisión y en cine o de la «negación de acceso veterinario a una leona (Chata) porque 'vale dinero'» y teniendo que sacrificarla finalmente.
Por ello, en sus denuncias solicitan las sanciones económicas que sean pertinentes así como el «cierre definitivo» de estos zoológicos. Sin embargo, para Núñez, es «casi más importante» realizar esta «denuncia ante la sociedad para exigir que los animales dejen de ser expuestos».
Finalmente, Igualdad Animal ha anunciado que iniciarán una campaña de sensibilización a nivel nacional en la que «se opone a mantener animales en cautividad para el entretenimiento o bajo un aparente mensaje educativo o por fines conservacionistas» y en la que insta a la población a no visitar zoológicos ni ninguna instalación que explote animales para el beneficio humano.