viernes, 9 de septiembre de 2011

Líster


Líster, como buen estalinista, fue férreo defensor de acabar con el anarquismo durante la guerra civil española. Uno de los episodios más trágicos fue el fusilamiento de anarquistas y trotkistas de Castilla, cuando estos instauraron colectividades (cosa que había prohibido el comité comunista).

“Hubo que crear un Tribunal en Mora de Toledo y tomar algunas medidas muy serias. Luego me acusaron de que si yo había fusilado y tal y cual; y yo he respondido que sí, que yo he fusilado, y que estoy dispuesto a hacerlo cuantas veces haga falta. Porque yo no hago la guerra para proteger a los bandidos ni para explotar a los campesinos; yo hago la guerra para que el pueblo tenga la libertad”:

Además de esto, Líster era conocido dentro de los anarquistas españoles como un comunista antianarquista, quien prefería poner en trinchera a los libertarios y en la retaguardia a los republicanos. Durante la batalla del Jarama, en febrero de 1937, A Líster le dieron bajo su mando en su división a una brigada anarquista, una Internacional y otras comunistas. La brigada anarquista venía de la división 14 de Mera y estaba en proceso de reorganización. Pero por presiones mayores la brigada fue cedida para la batalla.

Durante la batalla Líster utilizó a los anarquistas y a los internacionales como auténtica carne de cañón. Un texto de la lista GCE dice:

Comentar aquí, que en los combates del Pingarrón de finales de febrero, se produjo la famosa "masacre" del Batallón Abraham Lincoln, enviados de refresco al frente el 15 de febrero, y que sin experiencia alguna en combate encabezaron el asalto al Pingarrón (tras los británicos de la "British") siendo mandados por Robert Merriman, y perdiendo, entre muertos y heridos a 200 hombres de un total de 450, lo que obligó a fusionarlo con el batallón Washington tras la batalla.

Los anarquistas

Líster finalmente habría de pasar a la historia, cuando invadió Aragón (la comunidad anarquista más importante durante la revolución) con sus tropas estalinistas:

El trabajo real fue hecho por las fuerzas militares bajo la dirección del estalinista

"Bajo el régimen del extinguido Consejo de Aragón, ni los ciudadanos, ni la propiedad, podían contar con la mínima garantía... El gobierno encontró en Aragón arsenales gigantescos de armas y miles de bombas, cientos de ametralladoras de último modelo, cañones y tanques reservados allí, no para luchar contra el fascismo en el frente de batalla, sino propiedad privada de los que quieran hacer de Aragón un bastión desde el que luchar contra el gobierno de la república... No hay un campesino que no haya sido obligado a entrar en las colectividades. Los que se resistían sufrieron en su cuerpo y su pequeña propiedad las sanciones del terror. Miles de campesinos han emigrado de la región, prefiriendo dejar el campo a sufrir los viles métodos de tortura del Consejo... El campo fue confiscado, y anillos, medallones, e incluso los cacharros de barro de cocina fueron confiscados. Los animales fueron confiscados, el grano e incluso los alimentos cocinados y el vino para el consumo doméstico... En el Consejo Municipal se instalaron conocidos fascistas y jefes falangistas. Blandiendo carnets sindicales, oficiaban de alcaldes y concejales, de agentes del orden público de Aragón, bandidos de origen ejercían una profesión y un gobierno de bandidaje." [2]

Enrique Líster.

Uno de los héroes prefabricados de los estalinistas (CNT publicó su fotografía con el título "Héroe de muchas batallas. Lo sabemos porque el Partido Comunista nos lo ha dicho" -la ironía era el único camino de pasar la censura-), Líster, marchó con sus tropas hasta el fondo de Aragón. Los consejos municipales elegidos directamente por la población fueron disueltos por la fuerza. Las colectividades fueron divididas y sus dirigentes encarcelados. Lo mismo que con los prisioneros del POUM en Cataluña, ni siquiera el gobernador general supo a dónde fueron a parar los miembros del Comité Regional de la CNT arrestados por la banda de Líster. Habían obtenido salvoconductos del gobernador general, pero ni eso les salvó. Joaquín Ascaso, presidente del Consejo de Aragón, fue encarcelado acusado de... ¡robar joyas! La censura del gobierno prohibió a la prensa de la CNT publicar la noticia del encarcelamiento de Ascaso, se negó a revelar el lugar del encarcelamiento y desde su asqueroso punto de vista reaccionario tenían razón. Porque Ascaso era carne y hueso de las masas, como el difunto Durruti lo había sido, y las masas habrían derribado las cárceles con sus propias manos.

Baste decir que la prensa oficial de la CNT -no demasiado ansiosa de levantar a las masas- comparó el asalto a Aragón con el sometimiento de Asturias por López Ochoa en octubre de 1934.

Para justificar la violación de Aragón, la prensa estalinista publicó cuentos fantásticos; Frente Rojo escribía:

... de la XVII, "malos combatientes" y "propensos al rápido repliegue" según informes de la época y sólo válidos para tareas defensivas y de retaguardia, perdieron en 1.100 bajas en el mismo ataque, siendo dirigidos por el comandante Eusebio Sanz.

Si tenéis oportunidad de ver el escenario de la batalla, y las medidas defensivas que tenían los sublevados en dicha cota, os daréis realmente cuenta de lo insensato del asalto, tal y como se llevó, y de la verdadera masacre que allí debió de tener lugar.