Autor: Aleix Hinsberger.
Editor: oficinas de Propaganda de la CNT-FAI.
Año: 1936-39.
Un mundo nuevo se construye, los
trabajadores ponen en práctica la revolución social y lo dicen sobre
las paredes de la España roja y negra. Encontramos esos temas del
nacimiento de un mundo nuevo, de la armonía, de la sociedad nueva, desde
la Comuna de París. Desde el fin del siglo XIX, esos temas son muy
presentes en los carteles de Luce, Grandjouan, Steinlen, en las pinturas
de Seurat, y en las ilustraciones de los periódicos libertarios de todo
los países. Sale el sol sobre los transportes socializados, detrás de
una barricada defendida por la CNT-AIT-FAI o para anunciar el Congreso
de la Industria de la Construcción.
Un mundo nuevo nace en los carteles: un hombre y una mujer desnudos simbolizan el renacimiento, la pureza del comunismo libertario. Las palomas de la paz son rojinegras, se habla del "futuro por construir", de trabajo. Las palabras "socialización" y "humanidad" (nueva) son a menudo empleadas.
A la ciudad como al campo, los trabajadores son orgullosos de lo que han cumplido en condiciones particularmente difíciles: el esfuerzo de guerra, pero también los varios intentos de los que, en el bando antifascista no desean ver desarrollarse las colectivizaciones autogestionarias. Nuestra obra: industria socializada; "¡Campesino! La revolución aparte de darte la tierra, te dará máquinas para trabajarla" o como en este cartel "En el que sabe la grandeza de nuestro mañana, no cabe el pesimismo".
Gráficamente, el tractor y las chimeneas de las fábricas, son los símbolos de los progresos realizados a favor de las colectivizaciones. Hoy, estos objetos son más bien símbolos del productivismo destructor del planeta.
Un mundo nuevo nace en los carteles: un hombre y una mujer desnudos simbolizan el renacimiento, la pureza del comunismo libertario. Las palomas de la paz son rojinegras, se habla del "futuro por construir", de trabajo. Las palabras "socialización" y "humanidad" (nueva) son a menudo empleadas.
A la ciudad como al campo, los trabajadores son orgullosos de lo que han cumplido en condiciones particularmente difíciles: el esfuerzo de guerra, pero también los varios intentos de los que, en el bando antifascista no desean ver desarrollarse las colectivizaciones autogestionarias. Nuestra obra: industria socializada; "¡Campesino! La revolución aparte de darte la tierra, te dará máquinas para trabajarla" o como en este cartel "En el que sabe la grandeza de nuestro mañana, no cabe el pesimismo".
Gráficamente, el tractor y las chimeneas de las fábricas, son los símbolos de los progresos realizados a favor de las colectivizaciones. Hoy, estos objetos son más bien símbolos del productivismo destructor del planeta.