Pepita, una joven cordobesa de origen rural, va a Madrid en la posguerra
para estar cerca de su hermana Hortensia que está embarazada y en
prisión. Pepita conoce a Paulino, un valenciano de familia burguesa, que
lucha junto a su cuñado Felipe en la sierra de Madrid. A pesar de la
dificultad de su relación, se enamoran apasionadamente. Hortensia es
juzgada y condenada a muerte. La ejecución no se llevará a cabo hasta
que después del parto. Pepita intenta por todos los medios y en todas
las instancias que condonen la ejecución. Va todos los días a la prisión
con el objetivo de que le entreguen el futuro hijo de Hortensia,
suplicando que no lo den en adopción o lo internen en un orfanato. Fiel imagen de la represión del régimen franquista.