Los enfermos comienzan a sentir en sus propias carnes los recortes que
la Junta de Andalucía está llevando a cabo en materia de sanidad. Ayer
fueron numerosos los pacientes oncológicos que se quejaron a este medio
de la larga espera que tuvieron que soportar para recibir su tratamiento
de quimioterapia debido a que una de las máquinas que los prepara debe
compartir su tarea con el servicio que presta a otras áreas del
hospital, como urología o cardiología. Normalmente estos enfermos
esperan unas cuatro horas para ser atendidos, pero el martes estuvieron
hasta diez horas en el Puerta del Mar.
Carmen Montemuiño, que desde
hace cuatro años recibe tratamiento para superar un cáncer de mama,
explicaba vía telefónica que "todo se debe a la saturación que están
sufriendo por los recortes".
Rápidamente se apresuró a
destacar el magnífico trato recibido por el personal, "que no tiene nada
que ver con esta situación que vivimos". En su caso Carmen estuvo desde
las ocho y media de la mañana hasta las cuatro de la tarde, "cuando
habitualmente a las dos de la tarde ya estoy fuera".
Destacó
igualmente las adecuadas instalaciones del hospital de día
oncohematológico, pero avisó que "en verano la situación puede ir a
peor" y pidió a los políticos "que se den una vueltecita por allí para
que vean como sus recortes afectan ya a los enfermos".
Por su
parte Valentín, marido de una señora que lucha contra un cáncer hepático
y que reside en San Fernando, resaltó la gran tardanza que se produjo
el martes "en la preparación de los tratamientos. Antes venían por
dosis, pero ahora hay que prepararlo y tardan mucho, se hace
interminable la espera, porque este día estuvimos por ejemplo cinco
horas en una silla aguardando a recibir la quimioterapia". Destacó que
lo que salva la situación es "el trato del personal, que es
extraordinario, y eso que ayer hasta notamos cierto nerviosismo, con
muchas conversaciones airadas entre el personal de enfermería y sus
jefes". Dijo Valentín que confía que los recortes no se noten en esta
área, "porque este tipo de enfermos no pueden estar tantas horas
esperando para recibir su tratamiento, es inhumano".
Por
último, Lourdes, cuya madre también sufrió la larga espera, aseguró que
"siempre nos han atendido estupendamente, por eso no entendíamos la
situación, que suponemos que se deberá a los recortes. Nos dijeron que
la máquina que hace los tratamientos había estado parada una hora y
hasta el personal estaba indignado. Son personas estupendas que también
tenían una gran impotencia porque estamos hablando de un tema muy serio.
Mi madre por ejemplo puede salir por su propio pie después de las
sesiones, pero hay otras personas a las que les sienta mal y no pueden
hacerlo. Eso sí, mi madre salió del Puerta del Mar con un ataque de
nervios. Y ahora con el verano aún puede ser peor", dijo.