miércoles, 23 de enero de 2013

Humor amarillo



El descrédito que día a día van cogiendo y donde la clase obrera no se siente representada, da a individuos como este a sentar cátedra, sin caer en la cuenta de que son los verdaderos culpables de haber permitido que esto fuese a más.
Difícilmente nos pueden representar cuando están subyugados al gobierno de turno por las subvenciones y, donde todos sabemos "menos ellos" que muchas de las convocatorias son meras pantomimas para justificarse ante la clase obrera y así querer dejar constancia de la necesidad de su existencia, cuando los verdaderos valores del sindicalismo que ellos creen predicar los perdieron hace muchos años.
Subvención más subvención. Cobrarte por realizar gestiones. Cobrar por representatividad en la banca y otras instituciones a todas luces ilógico. Desvirtuar los cursos de formación convirtiendo esto en un negocio de amiguetes, corrupción y así un sin fin de etc., etc.

El líder de CC.OO en Asturias pone en el mismo saco a la "extrema izquierda" y la "extrema derecha"

Antonio Pino, secretario general de la amarilla CC.OO en Asturias, se mostró muy preocupado por las consecuencias que puede generar en la sociedad estos «fenómenos de corrupción», ya que pueden influir en el «desafecto de los ciudadanos con la clase política y sindical». Y advirtió sobre las consecuencias de «cómo se cuentan las cosas», porque «si bien pueden ser verdad, la forma en que se cuentan está envenenando la situación».

Pero lo peor, a entender de Pino, es que «este proceso de desafecto de la política y "sindicatos", aunque haya cosas que sean criticables, que hagamos mal y que tenemos que corregir, acaba abriendo la puerta a organizaciones y movimientos muy peligrosos, bien sean por la extrema izquierda o derecha». Y puso un ejemplo práctico: «Miren a Grecia, es un ejemplo real de lo que puede ocurrir».