miércoles, 26 de marzo de 2008

Maltrato animal


Una juez de Santander ha condenado a un hombre a pagar 1.140 euros, entre multas e indemnizaciones, por haber apaleado a un perro con una azada hasta dejarlo moribundo, y todo porque el can se había peleado con su mascota.

Los hechos sucedieron en la tarde del 16 de marzo de 2005 en Arenas de Iguña, cuando el acusado, José D.A., circulaba en su coche por un camino rural, seguido por su propio perro.

Cuando su mascota se enzarzó en una pelea con un perro lobero de mayor tamaño, el procesado se bajó del coche, cogió una azada y propinó varios golpes al otro animal, que salió huyendo.

Pero José D.A. no se dio por satisfecho. Persiguió al perro lobero sin parar de golpearle y lo sacó del lugar donde se había refugiado (debajo de un coche) para continuar con la paliza. Mientras tanto, los ciudadanos que presenciaban la escena le recriminaban su actitud.

Uno de los golpes con la azada provocó al perro un corte de 12 centímetros en un costado, que le afectó a un pulmón. A pesar de que sus dueños lo llevaron rápidamente a un veterinario de urgencia, el animal ya estaba moribundo y fue necesario sacrificarlo.

El Ministerio Fiscal y los dueños del perro imputaban al procesado de un delito de malos tratos a animales domésticos y pedían para él penas de entre seis y nueve meses de prisión.

“No hubo ensañamiento”

La juez Almudena Congil reconoce que José D.A. incurrió en un caso de “maltrato reiterado, injustificado y cruel” al perro, al golpearle “con un objeto cortante de gran contundencia, como es una azada”, incluso cuando el animal ya huía tras los primeros palos.

Sin embargo, entiende que no hubo ensañamiento en su conducta y que, por ese motivo, no se le puede condenar por un delito de malos tratos a los animales, sino sólo por una falta.

Porque, a su juicio, “no ha quedado suficientemente acreditado que el acusado actuara con el ánimo deliberado de aumentar de forma innecesaria el dolor y el sufrimiento del animal”.

La magistrada admite, no obstante, que la pérdida del perro, que tenía tres años, ha causado un “daño moral” a sus propietarios que debe ser resarcido y que ella valora en 600 euros.

La sentencia condena así a José D.A. a pagar una multa de 360 euros y a indemnizar a los propietarios del perro con 780 euros (600 por el daño moral y 180 por el valor material del animal).

¿ Quién es el animal ? Sin comentarios...