Es de dominio común que los actuales Comités de empresa son el instrumento actual del capitalismo que repiten los 'comités pa-ritarios' de Primo de Rivera ( decreto-ley de noviembre de 1926 ) y los 'jurados mixtos' de los republicano-socialistas ( ley de abril de 1932 ). Dice Gómez Casas refiriéndose a los primeros: ' Aquel decreto ley suponía un verdadero jarro de agua fría a cuantos de buena fe se habían mostrado durante todo aquel tiempo partidarios de conquistar la legalidad. Ahora se hacía evidente que el precio a pagar por la legalización era la negación misma de los principios y esencias de la CNT, encarnados en la máxima de la acción directa y de todo rechazo de neutralización de poder, o de integración en el mismo. Estaba muy claro que para muchos militantes anarcosindicalistas y anarquistas, o ambas cosas a la vez, la imposibilidad de 'adaptarse al medio sin hipotecar la esencia de los principios fundamentales de la CNT'... Peiró respondió...' que El Sindicato incurra en esa legalidad no sólo no es posible sin caer en el reformismo, sino que ni siquiera va a serlo sin caer en la indignidad...', y que 'Pestaña se había destapado lo suficiente ya para poner en guardia a los que sabemos que la CNT es contenido y no continente'.
J. Gómez Casas