Esta es la breve biografía del militante anarquista italiano Gino Bibbi, que utilizó sus conocimientos de ingeniería para desarrollar las armas para combatir a los fascistas en la Guerra Civil española.
Gino Bibbi, nació en febrero de 1899. Provenía de una familia de "buena reputación" de la aldea de Avenza, cerca de Carrara, y su padre regentaba una gran empresa de carpintería.
Fué uno de los cientos de jóvenes que desde el principio gravitaron hacia el movimiento anarquista, involucrados con la actividad antifascista, que distribuian folletos montados en sus motos. En una de estas acciones, fue arrastrado fuera de su moto y apaleado y como represalia, su moto y el aserradero de su padre fueron quemados.
En sus años de estudiante de ingeniería en Milán, se ve involucrado en el suministro a su primo Gino Lucetti, también de Avenza, de una bomba que se iba a utilizar para llevar a cabo un fallido atentado sobre Benito Mussolini.
Después de varios períodos de confinamiento por los fascistas, a principios de 1923, logra huir a Francia y luego se traslada a España en el año 1931. Trabajó estrechamente con la CNT y la FAI. Es en esta etapa de su vida, cuando comienza a tomar lecciones de vuelo para preparar un ataque aéreo sobre Mussolini.
Participó con un grupo dentro de la Federación Anarquista Italiana que planificó la fuga y liberación de la cárcel del anarquista Errico Malatesta. Se esperaba hacer la huida en un vehículo de alta velocidad en cuyo motor estaba trabajando Gino. Lamentablemente, como resultado de la infiltración, los planes llegaron a oídos de la policía italiana, y Malatesta fue trasladado a Roma. Este traslado puede que influyera y adelantase su muerte en 1932.
Poco a poco se unieron a ellos, otros compañeros italianos que huían de Italia, muchos naturales de Carrara, entre ellos su hermana María, así como Camilo Berneri y Barbieri, ambos asesinados por los estalinistas en mayo de 1937.
Durante la Revolución Española, se le asignaron muchas misiones detrás de las líneas franquistas, la adquisición de armas, sabotaje, y la realización en el frente de vuelos de reconocimiento. Colaboró con García Oliver, en la organización de las milicias para la lucha contra el fascismo, haciendo uso de sus conocimientos de ingeniería para diseñar un potente motor en una especie de misil guiado. Las primeras pruebas de lanzamiento llegaron a alcanzar un rango de 20 kilómetros, siendo la Columna Durruti quien utiliza por primera vez, "misiles" para bombardear las líneas franquistas (en la foto que adjuntamos se pude ver a Gino probando uno de estos ingenios).
Las columnas confederales, en particular, la Columna de Hierro, llevaron a cabo expropiaciones de tiendas y talleres de joyería en Valencia con el fin de reunir fondos para la compra de armas y materias primas.
Gino llevó a cabo la tarea de la compra de estas armas. En enero de 1937, al tiempo que participaba en estas operaciones, fue acosado por la policía secreta del estalinista italiano Togliatti, que más tarde ordenó las muertes de Berneri y Barbieri. Fue encarcelado en Valencia con otros anarquistas como Umberto Tommasini y Fontana, acusado de blanqueo de capital. Desarrolló en presidio un odio ardiente por el Partido Comunista y por gestiones de García Oliver, consigue salir de la cárcel.
Con el colapso republicano, huyó cruzando la frontera francesa y fue internado en el campo de concentración de Gurs. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, consigue escapar y pasa a trabajar en la clandestinidad. Posteriormente se traslada de nuevo a Italia, involucrandose con la partidas guerrilleras llegando a ser uno de los partisanos anarquistas que liberaron Carrara de los fascistas.
Sus relaciones con el movimiento organizado terminó cuando se traslada a América del Sur, en el período de la postguerra. Regresó a Carrara, en los años 50, situándose a la cabeza de un grupo que pedía tácticas electoralistas dentro de la Federación Anarquista Italiana, siendo esta opción firmemente rechazada por la mayoría. Distanciado del movimiento organizado, comenzó a denominarse a sí mismo como un "anarquista individualista" en los años 60.
Murió a la edad de los cien años, el 8 de agosto de 1999. Fué incinerado con un pañuelo rojo y negro atado alrededor de su cuello y sus cenizas fueron enterradas en la "esquina anarquista" del cementerio de Carrara.
Gino Bibbi, nació en febrero de 1899. Provenía de una familia de "buena reputación" de la aldea de Avenza, cerca de Carrara, y su padre regentaba una gran empresa de carpintería.
Fué uno de los cientos de jóvenes que desde el principio gravitaron hacia el movimiento anarquista, involucrados con la actividad antifascista, que distribuian folletos montados en sus motos. En una de estas acciones, fue arrastrado fuera de su moto y apaleado y como represalia, su moto y el aserradero de su padre fueron quemados.
En sus años de estudiante de ingeniería en Milán, se ve involucrado en el suministro a su primo Gino Lucetti, también de Avenza, de una bomba que se iba a utilizar para llevar a cabo un fallido atentado sobre Benito Mussolini.
Después de varios períodos de confinamiento por los fascistas, a principios de 1923, logra huir a Francia y luego se traslada a España en el año 1931. Trabajó estrechamente con la CNT y la FAI. Es en esta etapa de su vida, cuando comienza a tomar lecciones de vuelo para preparar un ataque aéreo sobre Mussolini.
Participó con un grupo dentro de la Federación Anarquista Italiana que planificó la fuga y liberación de la cárcel del anarquista Errico Malatesta. Se esperaba hacer la huida en un vehículo de alta velocidad en cuyo motor estaba trabajando Gino. Lamentablemente, como resultado de la infiltración, los planes llegaron a oídos de la policía italiana, y Malatesta fue trasladado a Roma. Este traslado puede que influyera y adelantase su muerte en 1932.
Poco a poco se unieron a ellos, otros compañeros italianos que huían de Italia, muchos naturales de Carrara, entre ellos su hermana María, así como Camilo Berneri y Barbieri, ambos asesinados por los estalinistas en mayo de 1937.
Durante la Revolución Española, se le asignaron muchas misiones detrás de las líneas franquistas, la adquisición de armas, sabotaje, y la realización en el frente de vuelos de reconocimiento. Colaboró con García Oliver, en la organización de las milicias para la lucha contra el fascismo, haciendo uso de sus conocimientos de ingeniería para diseñar un potente motor en una especie de misil guiado. Las primeras pruebas de lanzamiento llegaron a alcanzar un rango de 20 kilómetros, siendo la Columna Durruti quien utiliza por primera vez, "misiles" para bombardear las líneas franquistas (en la foto que adjuntamos se pude ver a Gino probando uno de estos ingenios).
Las columnas confederales, en particular, la Columna de Hierro, llevaron a cabo expropiaciones de tiendas y talleres de joyería en Valencia con el fin de reunir fondos para la compra de armas y materias primas.
Gino llevó a cabo la tarea de la compra de estas armas. En enero de 1937, al tiempo que participaba en estas operaciones, fue acosado por la policía secreta del estalinista italiano Togliatti, que más tarde ordenó las muertes de Berneri y Barbieri. Fue encarcelado en Valencia con otros anarquistas como Umberto Tommasini y Fontana, acusado de blanqueo de capital. Desarrolló en presidio un odio ardiente por el Partido Comunista y por gestiones de García Oliver, consigue salir de la cárcel.
Con el colapso republicano, huyó cruzando la frontera francesa y fue internado en el campo de concentración de Gurs. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, consigue escapar y pasa a trabajar en la clandestinidad. Posteriormente se traslada de nuevo a Italia, involucrandose con la partidas guerrilleras llegando a ser uno de los partisanos anarquistas que liberaron Carrara de los fascistas.
Sus relaciones con el movimiento organizado terminó cuando se traslada a América del Sur, en el período de la postguerra. Regresó a Carrara, en los años 50, situándose a la cabeza de un grupo que pedía tácticas electoralistas dentro de la Federación Anarquista Italiana, siendo esta opción firmemente rechazada por la mayoría. Distanciado del movimiento organizado, comenzó a denominarse a sí mismo como un "anarquista individualista" en los años 60.
Murió a la edad de los cien años, el 8 de agosto de 1999. Fué incinerado con un pañuelo rojo y negro atado alrededor de su cuello y sus cenizas fueron enterradas en la "esquina anarquista" del cementerio de Carrara.
