martes, 28 de agosto de 2018

SOV de Albacete, CNT-AIT: Terrorismo patronal y represión sindical contra la solidaridad obrera (conflicto Granja de Ves)


Terrorismo patronal y represión sindical contra la solidaridad obrera

Tras la demostración de fuerza de la clase obrera el pasado 25, hoy, lunes 27, la empresa ha decidido que debía castigar a los trabajadores no sumisos que protestan contra la precariedad, abusos y malos tratos del patrón. Un trabajador que se solidarizo y asistió al piquete a las puertas de la empresa antes de su turno de trabajo ha sido despedido, sin motivos por parte de la empresa, ningún argumento, excepto el haber apoyado a una compañera.

Sin lugar a dudas, como ya sabíamos, nos enfrentamos a unos caciques que no toleran la dignidad para aquellos que deben trabajar para comer, y prefieren verlos míseros y muertos de hambre antes que darles la razón, y por tales abusos y amoralidad, desde el SOV de Albacete de la CNT-AIT y con la solidaridad, junto al odio de clase creciente por todo el pueblo y alrededores, se dará una respuesta a tal abuso patronal.

Este hecho solo reafirma la guerra de clases, y la imposibilidad de esperar que los jefes se preocupen por el bienestar de los obreros, pues solo les interesa que sean obedientes y sumisos, pero los trabajadores no son maquinas, no obedecerán ciegamente, y lógicamente defenderán sus intereses. Esta vez, los intereses de la clase obrera son la readmisión inmediata e incondicional de la delegada sindical, y de todos los trabajadores que sean despedidos en el proceso de lucha, así como indemnizaciones por ello, y la aplicación de las medidas de la tabla reivindicativa. Para tal objetivo solo podemos aplicar aquello que más miedo les infunde a los explotadores amorales como Ignacio Sanchiz, el sindicalismo revolucionario. Nuestras mejor arma, la solidaridad, no puede ser resquebrajada ni comprada, ni controlada, y por eso mismo será la que coloque de rodillas a este tipo de sanguijuelas, sin más opción que tener que ceder ante los obreros, o afrontar las consecuencias de la guerra de clases, pues los obreros ya las han asumido.

Por otro lado somos conscientes de que aún quedan trabajadores atemorizados a la lucha, y que estos quedan rezagados en la protesta, pero el miedo no le valdrá a Ignacio Sanchiz cuando los piquetes rodeen sus empresas y sus trabajadores empiecen a unirse a la lucha sindical. Sin duda alguna, es una guerra que va a perder y que le costara muchos beneficios a él, pero no a los obreros.


LOS EXPLOTADORES NO TENDRÁN PAZ