“Para algunos de nosotros es como si ya hubiésemos muerto, entonces, ¿qué tenemos a perder?”. Así se presentan los presos en Estados Unidos en una declaración firmada por Jailhouse Lawyers Speak que están planeado hacer la mayor huelga de la historia del país. Piensan en hacer 19 días de protestas pacíficas en toda la nación, organizadas en gran parte por los propios reclusos.
Las primeras afectaciones en las cárceles serían en las cocinas, donde las estufas permanecerán apagadas y los desayunos no se cocinarán. Después la ropa se quedará sin lavar y el césped no se cortará. La huelga que están ideando podría tener el riesgo de una trascendental represalia penal.
Las primeras afectaciones serían en las cocinas y en la limpieza
Fundamentalmente, es un problema de derechos humanos. Los prisioneros entienden que están siendo tratados como animales. Las cárceles en Estados Unidos son una zona de guerra. Todos los días se daña a los reclusos a causa de las condiciones de confinamiento.
Los presos han elaborado una lista de 10 demandas nacionales. En ella incluyen mejores condiciones en las cárceles, un fin a la cadena perpetua sin sentencias de libertad condicional, mayor financiación para servicios de rehabilitación y el fin de la privación del derecho a voto de unos 6 millones de estadounidenses que tienen delitos graves que les prohibe votar.
Exigen mejores condiciones en las cárceles
Una de las demandas que ponen más énfasis es que se ponga fin al trabajo impuesto a cambio de salarios miserables y que los presos llaman una forma moderna de esclavitud. Más de 800.000 reclusos trabajan diáriamente, en algunas localidades de manera obligatoria, en tareas de limpieza y cocina. La remuneración llega al punto de ser de 4 céntimos la hora en estados como el de Louisiana.
Los presos han elaborado una lista de 10 demandas nacionales. En ella incluyen mejores condiciones en las cárceles, un fin a la cadena perpetua sin sentencias de libertad condicional, mayor financiación para servicios de rehabilitación y el fin de la privación del derecho a voto de unos 6 millones de estadounidenses que tienen delitos graves que les prohibe votar.
Exigen mejores condiciones en las cárceles
Una de las demandas que ponen más énfasis es que se ponga fin al trabajo impuesto a cambio de salarios miserables y que los presos llaman una forma moderna de esclavitud. Más de 800.000 reclusos trabajan diáriamente, en algunas localidades de manera obligatoria, en tareas de limpieza y cocina. La remuneración llega al punto de ser de 4 céntimos la hora en estados como el de Louisiana.