martes, 28 de agosto de 2018

Irán: el país donde se puede ser más feliz con menos... menos para los hijos de la clase dirigente.

 
La frugalidad es una filosofía de vida que defiende la idea de que se puede ser más feliz con menos. En el lado contrario de la balanza estaría el estilo de vida que promueve la sociedad de consumo,  en la acumulación de bienes materiales.  La frugalidad, fomenta el ahorro, el consumo responsable y la vida sencilla, y rechaza la deuda, el gasto innecesario y el despilfarro. Integrar la frugalidad en tu vida significa eliminar todo gasto superfluo y consumir tan solo aquello que necesitas o que te hace feliz... la frugalidad es la realidad extremadamente dura para el pueblo iraní, pero beneficiosa para los hijos de la clase dirigente.

El ex gobernador del Banco Central de Irán, Mahmud Bahmani –vinculado al ex presidente Mahmud Ahmadineyad–, ha emprendido una campaña contra la corrupción revelando que 5 000 hijos de personalidades viven en el extranjero y acumulan en sus cuentas bancarias personales un monto de dinero superior a toda la reserva monetaria del Banco Central nacional (148 000 millones de dólares).

Bahmani señaló además que sólo 300 de esos hijos de personalidades están registrados como estudiantes y se preguntó por qué todos los demás se encuentran en el exterior.

Luego de esas revelaciones ha aparecido en las redes sociales iraníes el hastag ¿Dónde está su hijo?, que apunta a numerosos responsables del gobierno del presidente Hassan Rohani.

El escándalo ha seguido agravándose con la difusión de imágenes de la boda, celebrada con pompa principesca, entre el embajador de Irán en Dinamarca y una diseñadora, en las que se muestra un nivel de vida suntuoso, lejos de la frugalidad que predican el actual gobierno y la clase clerical.

El hecho es que el acuerdo conocido como 5+1 (JCPOA), firmado con la administración Obama por el gobierno del presidente Rohani, enriqueció a los dirigentes vinculados al jeque-presidente mientras que el nivel de vida de los iraníes seguía empeorando.

Ese empeoramiento se acentuó desde que el presidente Trump sacó a Estados Unidos del JCPOA. Desde entonces, la moneda iraní ha perdido el 60% de su valor frente al dólar y el desempleo creció en un 40%, realidad extremadamente dura para el pueblo iraní pero beneficiosa para los hijos de la clase dirigente.