domingo, 29 de agosto de 2010

El precio de la fé



Para ayudar a costear el viaje que hará el Papa Benedicto XVI, entre el 16 y el 19 de este mes a Gran Bretaña, se pedirá una ‘contribución’ a los fieles que quieran saludarlo y estar más cerca del pontífice. Para participar de una vigilia de oración deberá abonarse unos 16 euros, sin embargo si la gente desea estar en la ceremonia de beatificación del cardenal John Henry Newman, la entrada costará 40. Una nueva forma de costear los viajes oficiales de la autoridad máxima de la Iglesia Católica.


Ya comenzaron las polémicas por el viaje que Benedicto XVI hará del 16 al 19 del mes próximo al Reino Unido, la primera visita de Estado que hace el Santo Padre a tierra anglicana. ¿El motivo? Por primera vez en la historia de los viajes pontificios, los fieles deberán pagar entrada para ver al Papa.

Serán 20 libras esterlinas (unos 32 euros ) para participar en la misa que oficiará en Glasgow, Escocia, donde será recibido por la reina Isabel (ese evento prevé la actuación de la famosa Susan Boyle, estrella del programa de TV Britain´s Got Talent ).

Diez libras esterlinas (unos 16 euros ) costará participar de la vigilia de oración en el Hyde Park del 18 del mes próximo, que incluye la exhibición de The Priests, un exitosísimo trío de curas irlandeses que ganó el disco de platino. Y habrá que abonar 25 libras (unos 40 euros ) para estar al día siguiente en Birmingham durante la ceremonia de beatificación del cardenal John Henry Newman, el evento central del viaje.

Con la entrada, de todos modos, el participante también recibirá el kit del peregrino, que contiene un pase, un CD con información sobre el viaje de Benedicto XVI, material sanitario y de seguridad, y un libro de oraciones.

"Nadie paga nunca para ver al Papa", explicó hace unos días el padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa del Vaticano, al intentar aplacar la tormenta mediática que se desató en todo el mundo por el tema del ticket para ver al Papa. No se trata de pagar una "entrada" en sentido estricto, sino de "una contribución para los gastos generales" del viaje, detalló Lombardi. "De todos modos, quien no pueda permitírselo podrá no pagar", agregó.
Lo cierto es que el viaje de Benedicto XVI al Reino Unido costará una cifra exorbitante: según la prensa británica, algo así como 23 millones de libras esterlinas (36 millones de euros), dos tercios de las cuales estarán a cargo de los contribuyentes.

Más allá de la "contribución" para pagar los gastos, fuentes informadas explicaron que, en verdad, la cuestión de las entradas se debe a las estrictas medidas de seguridad que se han puesto a punto para la visita. El gran temor, de hecho, son las eventuales protestas de grupos gay, en desacuerdo con el rechazo de la Iglesia al matrimonio homosexual, así como al ingreso en los seminarios de los sacerdotes con esas tendencias; o de grupos de víctimas de sacerdotes pedófilos, otro tema aún candente.

No hay que olvidar que desde hace ya algunos meses dos famosos intelectuales ingleses ateos, Richard Dawkins y Christopher Hitchens, junto con Jeffrey Robinson, uno de los abogados más prestigiosos del mundo en derechos humanos, hasta pidieron el arresto del Papa por su presunto encubrimiento de sacerdotes en el escándalo por abusos de niños por parte del clero.
Justamente para prevenir el terrible escenario de un intento de captura del Papa -como ocurrió con Pinochet en octubre de 1998-, el 22 de julio pasado el gobierno británico dictaminó por decreto que ningún juez puede ordenar la captura de un jefe de Estado extranjero sin su aprobación.