viernes, 29 de noviembre de 2019

Indignante y vergonzoso: ningún directivo de Navantia fue al entierro del último trabajador fallecido en accidente mortal en la factoría gaditana



Haciendo gala de su infame catadura moral ningún directivo de Navantia fue al entierro del último trabajador fallecido en accidente mortal en la factoría gaditana.

Un trabajador fallecía, en concreto Juan José Giraldo Fornell, y otros tres compañeros resultaron heridos en un accidente en el Arsenal de La Carraca, en Cádiz, el pasado jueves 21 de noviembre, en las instalaciones de La Armada donde estaban acometiendo diferentes obras para dar cabida a miembros de la Marina de la dictadura de Arabia Saudí que participarán en la construcción de las corbetas por parte de la empresa pública Navantia. 

Así mismo, el comité de empresa de Navantia San Fernando ha pedido la dimisión de Susana de Sarriá presidenta de Navantia; Gonzalo Mateo Guerrero, director de operaciones y negocios; Fernando Ramírez, director de Recursos Humanos; Javier Herrador, director del astillero Bahía de Cádiz; Vicente Vegazo, jefe de Recursos Humanos de la Bahía y Charo Castañeda, responsable corporativa de Prevención por la actitud mostrada tras el accidente mortal de un trabajador en el arsenal de la Carraca.

El comité trasladó sus condolencias y más sincero pésame a su familia y allegados, como también a sus compañeros de la empresa Fructuoso Pascual e Hijos.

El comité convocó un pleno extraordinario urgente con el objetivo de conocer la máxima información y de inmediato convocar asamblea general para informar de los hechos acaecidos y proponer el decretar tres días de luto en señal de duelo por el fallecimiento del compañero Juan José. “Cuál fue nuestra sorpresa, cuando la Dirección propone un simbólico minuto de silencio, argumentando el no poder permitirnos parar la producción del programa de las corbetas de Arabia Saudí”, dice el comité.

Los representantes de los trabajadores hicieron caso omiso de los planteamientos de la Dirección decretando tres días de luto en dicha asamblea. Dicha indignación llego a niveles “insospechados” ante el agravio comparativo con la situación vivida en el mes de octubre cuando otro trabajador perdía la vida en un bloque de las corbetas.

Tras terminar la Asamblea el personal esperaba en sus paradas los autobuses de vuelta a casa, hecho que no se produjo “por la desfachatez de la Dirección de no autorizarlos, esgrimiendo el argumento de no darnos la razón en la decisión de la asamblea para no autorizarlos. “Pero lo más triste y penoso fue el sepelio, donde no había ni un solo miembro de la Dirección, Recursos Humanos, Prevención y Mantenimiento y Servicios”, quedando “meridianamente claro que les importó muy poco la muerte del compañero Juan José, y es verdaderamente así, puesto que primaron la producción al fallecimiento del compañero”

Desde el comité de empresa consideran “intolerable y despreciable” la actitud de Navantia en las personas antes citadas, por lo que exige la dimisión de dichos responsables, dando paso a nuevos nombramientos “a los que de verdad les importe la vida de las personas”

El comité de empresa ha anunciado un calendario de protestas hasta conseguir que se sienten a dialogar y resolver todos los temas pendientes comprometidos, a la vez que se pongan las medidas correctoras para no volver a vivir situaciones similares.