lunes, 18 de enero de 2021

Memoria de un testigo anarcosindicalista ante los intentos de liquidación de la CNT-AIT



Un CeNeTista

Desde hace algún tiempo, como colaborador del periódico anarco-sindicalista Fragua Social –órgano de expresión de la Confederación Regional de Levante de la CNT-AIT- he leído muy atentamente la Revista de Ideas Ácratas Orto, y me he tenido a bien de escribir y colaborar, así como para escribir en la misma dirección de los artículos que fueron publicados con los títulos: En defensa del anarcosindicalismo y La liquidación de la CNT, con los que me encuentro estrechamente de acuerdo.

Sin embargo, frente a esta historia de liquidación existe una historia al margen de todos estos atropellos que es protagonizada por la CNT-AIT, que nunca fue destruida ni se apartó de sus principios, tácticas y finalidades y de la que hoy contaremos su historia.

Como es bien sabido, desde hace más diez años, muchos sindicatos de la CNT han sido expulsados o se han declarado públicamente en defensa de la CNT-AIT, por el hecho mismo de que la CNT-CIT ha decidido vulnerar voluntariamente no solamente sus propios acuerdos de Congreso, sino sus principios y su acción revolucionaria.

En este sentido, fueron expulsados o se desfederaron de la CNT muchos sindicatos, entre ellos, los sindicatos de Motril, Cádiz, Chiclana de la Frontera, Sevilla, Camas, Velez de Benaudalla, Huelva, Albacete, Alcoi, Sagunto, La Plana, La Marina Alta, Elda, Gandía, Tarragona, Telecomunicaciones y Servicios Informáticos de Madrid, Vigo, Pontevedra, Ponteareas, Vilagarcía de Arousa, Lugo, A Corunha, Torrelavega, Granada, y recientemente la Federación Local de Madrid con los sindicatos de Oficios Varios, Enseñanza e Intervención Social y Metal, Minería y Químicas y Puerto Real.

De todos estos sindicatos anarcosindicalistas desfederados, algunos sindicatos, en el año 2015, iniciaron el camino de la reestructuración de la CNT-AIT, como resultado de los ataques que los Comités de la CNT, tanto a nivel Confederal como a nivel regional, ocupados por elementos reformistas, habían dirigido contra el anarquismo y el anarcosindicalismo dentro de la Organización.

Sin embargo, con la expulsión de la mayoría de los sindicatos de la Regional de Levante de la CNT-AIT surgió la convocatoria de una Conferencia Nacional de Sindicatos de la CNT-AIT en Madrid los días 25 y 26 de junio de 2016, en la que participaron la inmensa mayoría de sindicatos de la Regional de Levante de la CNT-AIT. La conclusión más importante que se alcanzó en esta Conferencia fue la de constituir una Organización heredera directa de los principios, tácticas y finalidades de la CNT-AIT entre aquellos sindicatos que hubieran sido expulsados de la CNT de manera totalmente fraudulenta, situación a la que se añadía la deriva totalmente reformista, autoritaria, verticalista y profesionalizada de la CNT, hoy CIT. Una Organización CNT-AIT que tuviera como principal finalidad la de reestructurar la CNT-AIT destruida por todos estos elementos reformistas y defender el anarcosindicalismo y la AIT en la península ibérica, capaz de presentar batalla a los intentos de disolver el elemento federativo y solidario que nos hacía fuertes contra todos estos ataques continuos y reiterados.

Del desarrollo de estas conclusiones surgió la convocatoria de un Congreso Confederal de la CNT-AIT en Benissa que se celebró los días 4, 5 y 6 de noviembre de 2016, donde se ratificaron los Principios, Tácticas y Finalidades de la CNT y de la AIT, y se convocó un nuevo Congreso Confederal que se celebraría en Villalonga, donde se reestructuraría la Organización y se solicitaría la adhesión a la AIT.

Los días 2 al 4 de diciembre de 2016 se celebró el XXVI Congreso de la AIT en Varsovia (Polonia), donde entre otros muchos acuerdos se discutió y se acordó dar de baja a la CNT, la FAU y la USI por impago de cuotas. Durante este Congreso se encontraron presentes dos delegaciones de la CNT y una delegación de la CNT-AIT, las dos primeras formadas por la delegación directa de la CNT, formada por Genis Ferrero, y una delegación, en calidad de observadores, formada por militantes de la Federación Local de Madrid y de Granada. Por otra parte, la delegación de la CNT-AIT estuvo formada por militantes de la Regional de Levante, mandatados por el Congreso de Benissa.

Sin embargo, había muchos motivos al margen de sus compromisos económicos con la Internacional para expulsar a la CNT, la FAU y la USI, ya que habían impulsado una Conferencia Internacional en Barakaldo con la intención de impulsar una escisión dentro de la internacional que finalmente se ha venido a llamar Confederación Internacional de Trabajadores, y que no es nada más y nada menos que el resultado de toda una serie de traiciones, que han culminado con el intento de liquidar la organización internacional y a sus secciones.

El Congreso Confederal de la CNT-AIT en Villalonga se celebró los días 13 al 16 de abril de 2017, y los resultados de sus sesiones fueron la aprobación y ratificación de los Principios, Tácticas y Finalidades de la CNT, solicitud de adhesión y ratificación de la pertenencia a la AIT, aprobación de unos Estatutos y una Normativa Orgánica, y la petición de adhesión a la AIT.

Pocos meses después, se celebró el Congreso Extraordinario de la AIT en Belgrado (Serbia) del 3 al 5 de noviembre de 2017. Congreso en el que estuvo representada la CNT-AIT con una delegación directa, y en el que se acordó su adhesión a la AIT y se reconoció a ésta como legítima y heredera histórica de la CNT-AIT. De esta forma, el Congreso Confederal de la CNT-AIT, el Pleno de Regionales y Sindicatos de la CNT-AIT celebrado en Albacete, y el Congreso de la AIT en Belgrado (Serbia) culminaron el proceso de reestructuración de la CNT-AIT, y en el que se puede decir que finalmente las aguas volvieron a sus verdaderos cauces.

En ese contexto de reestructuración, la CIT en España se encuentra inmersa en un proceso de liquidación, mientras que la CNT-AIT sigue creciendo con la adhesión de cada vez más sindicatos a su federación y la creación de más núcleos confederales.

No obstante, pese a que la CIT esperaba la eliminación y desaparición de los sindicatos a los que expulsaba, la CNT-AIT les convertía en sindicatos de oposición dispuestos a plantar batalla. Esta situación hizo que en 2018, el Secretariado Permanente del Comité Confederal la CNT-CIT en España, Enrique Hoz, a espaldas de toda su organización, mandatara a un abogado de Sevilla con el fin de demandar a siete sindicatos de la CNT-AIT ante los Juzgados de lo Social de Albacete, Castellón, Alicante, Denia, Valencia y Cádiz. Los sindicatos demandados fueron: Albacete, Alcoy, La Marina Alta, La Plana, Sagunto, Gandía y Cádiz.

Por suerte, el abogado de la CIT, Vicente González Escribano, un profesional de dudosas competencias, no consiguió que ninguna de estas siete demandas prosperara en ningún Juzgado de lo Social. Lo que le obligó a presentar desistimientos frente a todos los procedimientos iniciados.

Dos años después de estos ataques, y con una CNT-AIT, que lejos de desaparecer, está creciendo con nuevas incorporaciones, como las adhesiones de los sindicatos de Vega Baixa, Cartagena, Murcia, los cuatro sindicatos de la CNT-AIT Catalunya, organizados en la CNT-AIT, se vuelven a repetir, pero, esta vez, frente a la Audiencia Nacional. A mediados de este año 2020, la CIT ha demandado de nuevo a varios sindicatos de la CNT-AIT, por el uso de las siglas de la CNT. La deriva reformista y autoritaria de la CIT tiene su culminación en la persecución judicial, de la CNT-AIT, ante el antiguo Tribunal de Orden Público del Franquismo, que desde que se constituyó se encargó de perseguir a militantes anarquistas y antifranquistas.

La colaboración y el trabajo sucio que la CIT le está haciendo al Estado y al capitalismo está servido. Estos nuevos ataques hacen resonar la hora de que la militancia anarcosindicalista sepa estar a la altura de las circunstancias, defender el anarcosindicalismo en la península ibérica y desenmascarar a sus falsos representantes, pero sobre todo demostrar que la destrucción de la CN-AIT no solamente no se podrá hacer intentando arrebatar nuestra legitimidad sobre una siglas, una patrimonio histórico y una memoria, sino demostrando que la CNT-AIT y el anarcosindicalismo  tienen su verdadero patrimonio en sus ideas anarquistas y anarcosindicalistas y en su militancia, sin que esto suponga que en ese terreno muchas y muchos daremos la batalla.

Revista "Orto", nº 199