sábado, 16 de enero de 2021

Un dato más para la vergüenza del estado español: la industria aeronáutica y militar, a la cabeza de la inversión en I+D en España



Las empresas del sector invirtieron 2.000 millones de euros en investigación y desarrollo en 2019.

Las empresas de defensa, aeronáutica, espacio y seguridad están a la cabeza de la inversión en investigación y desarrollo en España. Estos sectores industriales, reunidos en torno a la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (Tedae), dedicaron el año pasado a actividades directas de I+D+i el 8% de su facturación, unos 1.120 millones de euros, lo que los convierte en el principal motor de la innovación, por delante de gigantes como la industria farmacéutica (1.060 millones) y la de vehículos a motor (990 millones).

La cifra asciende hasta los 2.000 millones si, además de tener en cuenta las inversiones directas en proyectos propios de las empresas del sector, se suman las inversiones indirectas gracias a estos programas. Estos datos están extraídos de un reciente informe elaborado por la consultora KPMG que mide el impacto de estas industrias en la sociedad. El esfuerzo en inversión en I+D+i, subraya este documento, permite a los sectores citados mantener un alto nivel de competitividad, resistir mejor ante situación de crisis económica como la actual y, por último, retener, atraer y mantener el talento en España.

El estudio también pone de manifiesto que las compañías de estos sectores se consolidan como uno de los principales contribuyentes a la economía española. Las empresas de defensa, seguridad, aeronáutica y espacio aportan de manera directa o indirecta 20.630 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) nacional, cifra que representa el 1,7% del total en 2019.

El Estado recaudó en 2019 entre las industrias de Tedae unos 2.540 millones de euros, lo que representa en torno al 1,2% del total. El 45% corresponde a recaudación directa; el 2% a indirecta; y el 53% restante es resultado del efecto inducido. El análisis destaca que, a pesar de ser un sector exportador y por tanto con un reducido impacto en el IVA, presenta una elevada aportación a través del IRPF y el impuesto de Sociedades.

Récord de facturación

Un año más, y ya van cuatro seguidos, la facturación batió un nuevo récord situándose en los 14.101 millones de euros. El salto es considerable respecto a los 12.600 millones de 2018. Por áreas, seguridad generó 180 millones; espacio, 967 millones; defensa, 2.035 millones -excluyendo la aeronáutica militar y espacio militar-, y aeronáutica, 10.918. El grueso de las ventas está en los mercados internacionales.

Aproximadamente del 70% de la facturación corresponde a ventas a clientes situados en el extranjero, lo que, según recoge el informe, pone de manifiesto el impacto tanto dentro de como fuera de España de estas empresas, que no depende únicamente de la demanda doméstica ni de los presupuestos generales del Estado.

El informe también hace hincapié en el empleo. Las industrias de defensa, seguridad, aeronáutica y espacio generan 50.600 puesto de trabajo directos. A esto hay que sumar más de 160.000 empleos indirectos e inducidos, dedicados a satisfacer las necesidades de la cadena de suministros del sector y dar respuesta al gasto generado por los empleos directos e indirectos.

En total, son responsable directa o indirectamente de un total de 211.921 empleos en España. Respecto a los directos, la aeronáutica (civil y militar) produce 35.280 empleos; defensa (solo la parte naval y terrestre) 9.898; espacio (civil y militar) 4.322; y seguridad 1.100

En plena crisis de la Covid, Tedae reivindica que las industrias que componen la asociación se caracterizan por un empleo de calidad con un salario medio bruto de 42.800 euros anuales, un 83% superior a la media nacional, a la par que el de la industria farmacéutica y notablemente superior al de otras industrias como la química, vehículos del motor o manufacturas metálicas.

El sector aeronáutico y la Covid

Las cifras del informe están sustentadas en buena medida en el sector aeronáutico, tanto civil como militar, en el que Airbus actúa como empresa tractora. En el caso, por ejemplo, del PIB, las compañías de este sector contribuyen con el 77% del total, mientras que en inversión en I+D+i aportan 1.452 de los 2.000 millones. Algo similar ocurre con el empleo. El 75% se concentra en aeronáutica.

El estudio pone el foco en la actividad durante el año 2019 y no entra a medir el impacto de la pandemia de la Covid, que ha golpeado especialmente al negocio aeronáutico civil. El coronavirus ha reducido considerablemente el tráfico aéreo mundial, lo que ha tenido efectos inmediatos en el ritmo de producción y entrega de aviones.

Para mitigar los efectos de la crisis, a principios del próximo año verá la luz un fondo de rescate bautizado como “Aerofondo”, impulsado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y Airbus, que contará con un presupuesto superior a los 100 millones de euros. Este mecanismo es uno de los puntos del acuerdo suscrito por el Gobierno de Pedro Sánchez y el consorcio europeo el pasado mes de julio, con el objetivo de apoyar a la industria aeronáutica a recuperar la actividad previa a la Covid. El fondo estará dirigido, sobre todo, a las empresas aeronáuticas de la cadena de suministro con menos margen de maniobra financiero ante el parón de la producción de aviones.

Los resultados de 2020 estarán, sin duda, condicionados por la Covid, sin embargo, la experiencia de anteriores crisis demuestra que la competitividad, la exportación y la inversión en I+D, tres de las señas de identidad de las compañías aeronáuticas y militares españolas, son la clave para capear mejor el temporal y afrontar con rapidez la recuperación.