domingo, 18 de abril de 2021

Estado español: la juventud en paro y los mayores sin poder jubilarse



José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, quiere la reforma de las pensiones. Los grandes objetivos de dicha reforma serían dos. Volver a la revalorización de las pensiones con el IPC y retrasar la edad real de jubilación, que se situaba en los 64,6 años, para acercarla a la edad legal. La reforma de las pensiones buscaría asegurar la sostenibilidad financiera del sistema siguiendo la siguiente fórmula: el sistema paga la prestación más tarde y el trabajador contribuirá más tiempo. Es decir, dejando caer el peso en los hombros de los trabajadores.

Para ello el ministro propone por un lado una serie de incentivos como un cheque que oscilaría entre los 12.000 euros por año de demora para quienes tengan derecho a una pensión máxima (37.567 euros) y haya cotizado al menos 44,5 años; y los 4.786,27 euros en el caso de la pensión mínima (9,569 euros) con 44,5 años cotizados. Otra de las opciones para incentivar este atraso de la jubilación sería elevar la pensión un 4% por cada año de demora. Además de esto, Escrivá quiere endurecer el sistema de penalizaciones que se utiliza en la jubilación anticipada voluntaria, que permite retirarse dos años antes de lo que corresponde legalmente al trabajador. Este sistema que aplica una reducción creciente con cada trimestre de anticipo sería transformado para que la reducción se aplicase cada mes recrudeciendo la penalización entre los 24 meses previos.

Otra medida propuesta por Escrivá sería restringir las cláusulas de jubilación forzosa, para impedir que las empresas despidan a los trabajadores que tengan derecho a percibir el 100% de la pensión por su carrera de cotización y por convenio colectivo una vez llegan a la edad legal de retiro. Una cuestión que en negociaciones el ministro habría aceptado que pudiera aplazarse dicha jubilación hasta los 68 años.

Mayores trabajando con la espalda rota y jóvenes eternamente en paro

El plan del ministro Escrivá propone en resumen aumentar el tiempo de trabajo de quienes ya se encuentran en el precario mercado de trabajo actual, mientras nadie propone planes de empleo para la juventud que supera el 40% de paro. Es decir que nuestros mayores trabajen hasta que su cuerpo no aguante mientras los jóvenes se ven arrastrados a la miseria y a residir en casa de sus padres, incapaces de construir un proyecto de vida propio por la pobreza y la precariedad que actualmente viven.

En una sociedad donde la juventud no solo acumula un 40% de paro, sino que además cobra un 50% menos que anteriores generaciones, la respuesta del gobierno del PSOE-Unidas Podemos no ofrece ninguna solución a esta problemática y encima hacer cargar el peso del sistema de pensiones en las generaciones más mayores. Como si el problema fuese que no han cotizado ya lo suficiente, en muchos casos en empleos precarios, con sobreexplotación y un gran desgaste físico como pueda ser la construcción o el turismo, grandes sectores de la economía española.

El ministro Escrivá propone una reforma que no sólo es desigual en su aplicación –no es lo mismo atrasar la jubilación en profesiones liberales como abogados que en empleos manuales como jornaleras en el campo; sino que sigue sin resolver grandes problemas actuales como el paro.